En la Facultad de Odontología hubo un “ruidazo” que retumbó contra los malos tratos

Se terminó la paciencia. Se terminó el silencio. Con esas consignas, estudiantes de varias carreras se manifestaron ayer en la entrada principal del Centro Prebisch, en el parque 9 de Julio, en reclamo por lo que consideran la naturalización del abuso de poder y la discriminación, en especial hacia las mujeres, en toda la Universidad Nacional de Tucumán.

El detonante de este “ruidazo”, convocado por agrupaciones de distinto color político, fue el audio viralizado la semana pasada, en el que se escucha, aparentemente, al docente de Odontología Eduardo Hassán, diciendo durante una clase que las mujeres no deberían estudiar porque no razonan y que son “como un lavarropas”. Además de esa grabación, las redes sociales comenzaron a llenarse de testimonios anónimos de estudiantes y ex alumnos que sostienen haber sido víctimas de supuestas situaciones de abuso por parte de la cátedra de Anatomía, a la que pertenece Hassán.

El reclamo arrancó a las 12.30 con una tímida congregación de alumnos militantes de agrupaciones de izquierda, pero poco a poco se fue nutriendo de estudiantes de distintas carreras, sin banderas políticas, de docentes y de investigadores que decidieron apoyar la protesta. Una vez concentrados, los manifestantes marcharon desde el mástil del Centro Prebisch hasta el patio central de la Facultad de Odontología, en la zona del bar, donde se sumaron más estudiantes.

Cuando se viralizó el audio de la polémica, Hassán sostuvo en una entrevista con LA GACETA que desconoce esa grabación ya que no lograba escuchar bien su contenido. Para los estudiantes, sin embargo, no hay lugar a dudas de que es su voz. Todavía con miedo a pronunciarse con nombre y apellido, varios de los alumnos de Odontología presentes en el “ruidazo” manifestaron que la cátedra que manejan los hermanos Hassán (la titular es Ana Hassán, hermana del cuestionado docente) se caracteriza por los malos tratos a las mujeres y también a los estudiantes que vienen de otras provincias.

El gremio docente Adiunt, con su Comisión de Género, también fue parte del “ruidazo” y reclamó por la efectiva aplicación del Protocolo de intervención institucional ante denuncias por violencia de género, acoso sexual y discriminación de género que, según entienden, no puede efectivizarse porque las denuncias deben hacerse en el mismo ámbito de las Facultades, por lo tanto los posibles denunciantes podrían quedar expuestos.

El Centro de Estudiantes de Odontología también estuvo presente durante la protesta, y sus representantes insistieron en la necesidad de que quienes se consideren víctimas se acerquen a reclamar. “La Facultad de Odontología cuenta con dos personas idóneas para tomar estas denuncias, son profesionales del Gabinete de Psicopedagogía de la Facultad. Son las dos personas que designó la decana ad referendum del Consejo Directivo y ya están en funciones, por lo tanto pueden recibir denuncias de inmediato. Es lo que necesitamos para que se investigue y se sepa la verdad”, remarcó Matías Asís, secretario del Centro de Estudiantes.

“No es algo aislado”

“Nos estamos sumando al reclamo de los estudiantes que están denunciando un conjunto de abusos y de acosos por parte del docente Hassán; no es un tema nuevo, porque ya la agrupación Sin Anestesia, junto con Adiunt denunciaron los casos de abuso y no sólo violencia de género, sino también de xenofobia y lesbotransfobia de esta cátedra. No es algo aislado, hay muchos Hassán en la Universidad y las autoridades encubren a los abusadores. En todo este tiempo, las estudiantes que se han animado a denunciar, lo único que han recibido como respuesta por parte de las autoridades y del Centro de Estudiantes es que no denuncien, que no van a aprobar la materia”, fustigó Micaela Alegre, estudiante de Comunicación (Filosofía y Letras) y miembro de la agrupación Plenario Universitario de Lucha (PUL).

Miguel Costa, psicólogo investigador y estudiante de doctorado en Filosofía y Letras, también se plegó a la manifestación. “Considero que hay que visibilizar la violencia contra las mujeres, sobre todo si viene de alguien que ocupa un lugar de poder, en este caso un docente. En lo particular a mí nunca me pasó (vivir una situación de violencia en la Universidad), pero tengo amigas y amigos que estudiaban Odontología que sí padecieron estas situaciones”, afirmó.