Inseguridad y dejadez en el Camino del Perú

Inseguridad y dejadez en el Camino del Perú

Miles de tucumanos que viven a la vera de la ruta N° 315 conviven a diario con el peligro, la inseguridad y una sensación de suciedad, abandono y dejadez. La vía, conocida como Camino del Perú, atraviesa San José, la Curva de los Vega y Villa Carmela, y llega hasta Tafí Viejo. Ha sido protagonista de graves accidentes, razón por la cual muchos vecinos la han bautizado “la segunda Ruta de la Muerte”, emulando a la ex N° 38. Ya en 2011 se estimaba que cada día circulaban por allí más de 7.000 vehículos.

A lo largo de su extensión, hay sectores conquistados por baches, pérdidas de líquidos cloacales, yuyos altos y basurales. No hay veredas; por lo tanto, los transeúntes deben caminar por las banquinas. Entre San José y Tafí Viejo hay varios establecimientos educativos y atravesar la ruta es un verdadero desafío no solo para los alumnos, sino también para los adultos, debido a la alta velocidad que alcanzan los vehículos y a la falta de control.

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En un amplio espacio que le dedicamos al Camino del Perú en nuestra edición del domingo, varios vecinos describieron parte de esta penosa realidad que viven a diario: “Cuando hacen la Expo este caos se potencia. Además de la falta de semáforos, otro problema grave es el agua: hemos levantado la vereda para que no nos llegue a nuestro local. Explotan las cañerías del sistema cloacal muy seguido; y de noche es peligrosísimo”; “es riesgoso cruzar la esquina donde los vehículos pasan a toda velocidad, a centímetros de los peatones, sin importarles que alguien conduzca un carrito con un bebé”; “los choferes de los ómnibus paran donde se les da la gana. Tampoco hay sendas peatonales ni una buena iluminación”.

La ruta atraviesa dos jurisdicciones: Yerba Buena y Tafí Viejo. Los intendentes de ambos municipios le plantearon en 2016 a la Dirección de Vialidad Provincial (DPV) la construcción de una autovía de 8,1 kilómetros, que se extendería desde la rotonda del Camino del Perú y avenida Perón, en Yerba Buena, hasta el empalme con la avenida Roca, de Tafí Viejo. La iniciativa fue aprobada por la Legislatura. Sin embargo, no hubo ningún avance porque dejó de ser viable, según el secretario de Obras Públicas de Yerba Buena, debido al crecimiento inmobiliario de la zona; ahora ensanchar la ruta es complejo por los vecinos que avanzaron hacia los costados. Propone ensanchar y mejorar la avenida Fanzolato para descongestionar el Camino del Perú. La iniciativa ha sido presentada en Vialidad y elevada a Nación. El responsable de la DPV señaló que mientras esperan que lleguen los créditos nacionales para financiar el proyecto en la Fanzolato, han repavimentado varios sectores de la ruta 315.

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La realidad refleja una vez más la alarmante falta de planificación que suele caracterizar a la clase gobernante. Cuando comenzaron a construirse los barrios a la vera de esa ruta, debió haberse previsto el crecimiento de poblacional y del tránsito, así como sus consecuencias. Si el proyecto de la autovía ya ha sido abandonado, se podría iluminar toda la ruta, forestar sus márgenes, señalizarla, erigir refugios, solucionar las pérdidas cloacales e instalar puestos de control móviles, dadas las elevadas velocidades que alcanzan los conductores y la enorme cantidad de motociclistas que circulan sin casco. La calidad de vida y la seguridad de los tucumanos debe ser prioridad para los dirigentes.

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