La hora del cambio
18 Abril 2018

alfonso prat-gay
ex ministro de hacienda (2015/2016)
Alfonso Prat-Gay - Ex ministro de Hacienda (2015/2016)

El Belgrano Cargas empieza en Jujuy, pasa por Tucumán y llega a Buenos Aires 22 días después. Una simple división por los 1.675 km del trayecto nos arroja una velocidad tan irrisoriamente lenta que se podría decir que el convoy, más que circular, se arrastra a 3 km por hora como promedio. Con eso no podemos hacer mucho. El cambio es, sencillamente, urgente.

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Esta es una fotografía impactante de la deuda que los gobiernos fueron acumulando con la infraestructura del NOA y de Tucumán. Pero, sobre todo, es una fotografía de la decadencia profunda a la que llegamos los argentinos como proyecto colectivo. Tucumán ha sido una de las provincias más perjudicadas por ese atraso.

Como en el resto del país, la gestión del kirchnerismo, con todo su catálogo de malas decisiones y corrupción, logró hacer más pesado aún el lastre de la provincia.

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La llegada hoy a Tucumán del Presidente Mauricio Macri para anunciar la reapertura del mercado de Estados Unidos a los limones es el resultado concreto de la propuesta de cambio que hizo el Presidente en diciembre de 2015 a la sociedad argentina.

Luchar contra la pobreza, rehabilitar la infraestructura y conquistar el mercado exterior son marcas de identidad del Cambio impulsado en la provincia por el Estado Nacional y en alianza con la sociedad tucumana y sus dirigentes. Tucumán fue un beneficiario principal de las medidas que tomó el presidente Macri al inicio de su gestión: la eliminación de las retenciones a las exportaciones industriales y agropecuarias; el levantamiento del cepo; el aumento del cupo de biodiesel; la apertura a los mercados internacionales.

De acuerdo al Indec, el año pasado el empleo creció en Tucumán a una tasa que más que duplica la nacional, casi el 7%. Y el año anterior, a pesar de que la economía cayó en el país, el producto bruto geográfico de Tucumán creció casi un 2%.

Y lo más importante: desde el inicio de la gestión de Cambiemos Tucumán ha logrado reducir sus dolorosos índices de pobreza. En el Gran Tucumán-Tafí Viejo, la tasa se redujo desde casi un 28% en 2016 hasta algo más de un 24% en 2017. Hoy Tucumán está por debajo de la media nacional, lo que quiebra una larga tradición de postración provincial.

Esta es la octava visita del Presidente a la provincia. La última vez, a principios de septiembre del año pasado, inauguró las obras de remodelación del aeropuerto internacional Benjamín Matienzo, que le permitirán a las PyMEs tucumanas duplicar sus ventas al exterior en algunos rubros importantes como los arándanos y frutillas, entre otros.

Sin mejorar la infraestructura no llegaremos a hacer realidad el cambio ni a conquistar los mercados exteriores. La infraestructura es gran parte del desorbitado “costo argentino” que sólo beneficia a unos pocos y arruina las expectativas de millones.

En este viaje el presidente Macri dejará oficialmente habilitada la reapertura de la comercialización de los limones tucumanos a los Estados Unidos, un proceso que estaba vedado desde hace 17 años. Recuerdo muy bien mi primera reunión con el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, a principios de 2016: si bien entonces la urgencia era arribar a un acuerdo razonable con los acreedores del país, no dejé pasar la oportunidad para reclamar por la apertura de las exportaciones de limones. Fue la primera de muchas gestiones de distintos ministerios que hoy finalmente se hacen realidad para beneficio de muchísimos tucumanos.

El reingreso del limón tucumano a los Estados Unidos es una ventana para captar más oportunidades de negocios y el fruto de los esfuerzos políticos y diplomáticos para que Argentina vuelva al mundo.

El gobierno de Cambiemos propuso rehacer el pacto social con los ciudadanos sobre bases renovadas. El orden en la economía, la inserción inteligente en el mundo y la reducción de la pobreza son bases para construir una perspectiva de país. Son la mínima base necesaria para empezar a pensar qué queremos ser, cómo queremos hacerlo y de qué manera nos comprometeremos todos para trabajar en el mismo sentido, más allá de puntuales diferencias.

Todo ello requiere de una importante dosis de confianza entre la sociedad y sus dirigentes políticos, empresariales, gremiales y sociales. Y también de una reducción importante en los impuestos provinciales, los más altos del país, para potenciar la actividad de los tucumanos y reducir el costo desproporcionado de la política en la economía provincial.

Es necesario construir una fuerte coalición entre todos los sectores que inciden en el futuro de los tucumanos, para que así cambiemos definitivamente. Una cultura política nueva que estimule el desarrollo, apoye la creación de riqueza y luche contra el clientelismo y la pobreza que tanto han dañado a nuestra provincia.

Ese es el camino en el que estamos. Y Tucumán debe sumarse a ese camino.

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