La voluntaria que pasó a comandar operativos

Silvina Campero Gentilini tiene 41 años y trabaja en la coordinación de operativos del Cucai Tuc. Llegó ahí después de un largo tiempo como voluntaria ad honorem en la institución. “Un día, hace mucho, vi por televisión la historia de una persona que estaba en emergencia nacional. Yo era chica y le dije a mi mamá que quería ser donante. Ella me dijo que no. Pensaba que las personas tenían que llegar con el cuerpo completo al cielo. No me convenció. Esa misma noche, a las 4 de la mañana, busqué un 0800 y llamé para informar que quería ser donante”, recuerda. Silvina investigó dónde quedaba el Cucai Tuc y se dirigió ahí con la idea de ayudar a promocionar la donación. La aceptaron. Tiempo después, tras comprobar su compromiso con la causa, le propusieron integrar la parte de logística del sistema. Y ella aceptó feliz.

Silvina también es donante de médula ósea y espera ansiosa el momento en el que le suene el teléfono y le digan que puede existir compatibilidad con un receptor que la necesita.