En enero subió el dólar y febrero llega con nuevos reajustes

En diciembre pasado había entrado en vigencia un aumento que, según el ministro de Energía de la Nación Juan José Aranguren, estarían entre el 22% y el 60%, de acuerdo con el consumo de cada uno de los usuarios.

AJUSTE POR INFLACIÓN. Este mes se definirá un aumento para el gas. Reuters (archivo) AJUSTE POR INFLACIÓN. Este mes se definirá un aumento para el gas. Reuters (archivo)
01 Febrero 2018

Se fue enero; del primer mes del año se heredó el recalentamiento del valor del dólar que rozó los $ 20. Pero llega febrero que, particularmente, se caracterizará por los incrementos de precios, especialmente en los servicios. Al reajuste de entre un 10%y un 15% promedio en las tarifas del servicio de electricidad, se sumarán el previsto por las empresas de medicina prepaga -aplicarán un aumento del 4% en los valores de sus cuotas- y posiblemente el del transporte de pasajeros. En la capital está pendiente de resolución un planteo formulado por empresarios para llevar el boleto urbano del colectivo a $ 17,04 (un 80% más de lo que cuesta actualmente) y por los propietarios de taxis, que quieren reajustar el valor de la bajada de bandera de $ 13 a $ 20 y la ficha de $ 1,30 a $ 2. Frente a estos pedidos, no se descarta una convocatoria a sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de esta ciudad.

Pero esas no serían las únicas novedades en materia de reajustes. El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) convocó a tres audiencias de adecuación tarifaria semestral. La del 21 de este mes se desarrollará en Tucumán, a partir de las 9 en la Sociedad Rural, y participarán las licenciatarias Gasnor, Distribuidora Gas del Centro y Distribuidora Gas Cuyana, y Transportadora Gas del Norte.

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En diciembre pasado había entrado en vigencia un aumento que, según el ministro de Energía de la Nación Juan José Aranguren, estarían entre el 22% y el 60%, de acuerdo con el consumo de cada uno de los usuarios.

¿Por qué se recalentaron los precios en el verano? Sólo para mencionar uno, el del dólar se disparó un 5,5% en enero. Según el economista Eduardo Robinson, hay varios factores que influyeron, pero el principal tiene que ver con la baja de la tasa de interés y las expectativas que siga descendiendo. “El mercado interpreta que al reducirse la tasa de interés, y corregirse hacia arriba la meta de inflación anual, se reactivó la demanda de la divisa norteamericana como refugio de ahorro en pesos”, explicó a LA GACETA.

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El anuncio de recalcular la tasa de inflación, del pasado 28 de diciembre, tuvo como consecuencia la alteración de las expectativas inflacionarias. El rango que había establecido el Banco Central, estipulaba una variación de entre 8% y 12%, lucía poco creíble y a su vez obligaba a que la tasa de referencia de la política monetaria siguiera en los niveles del orden del 28% anual, advirtió Robinson. Con esto, el Gobierno nacional suponía que ponía en riesgo la reactivación de la actividad económica. Con lo cual, lo que se convino es establecer una meta inflacionaria más realista y ablandar la política monetaria para que la economía continúe por el sendero de la reactivación.

“Esta es una de las encrucijadas en las que esta la política económica”, sostuvo el economista. Si bajan las tasas se alientan expectativas inflacionarias y sube el dólar. Ahora, si se mantienen altas se corre el riesgo de debilitar el proceso de recuperación económica resentir la recaudación y agravar la situación fiscal. Al mismo tiempo, la suba del dólar se traslada al resto de los precios, con lo cual si bien en principio alienta al sector exportador, el traslado a precios termina licuando la mini devaluación, completó Robinson.

En suma, la economía está reflejando los síntomas del reacomodamiento de expectativas y un incremento del nivel de incertidumbre, ya que aún los agentes económicos no tienen demasiado claro el horizonte de la política económica. A este panorama hay que agregar, que febrero viene con incrementos tarifarios, prepagas y en el caso de Tucumán de servicios, colectivos y taxi. “Se entra en la parte del año en la que conviven precios nuevos con salarios viejos. Con lo cual, el poder adquisitivo empieza el año perdiendo frente a los incrementos de los precios”, puntualizó el experto.

En este contexto, el Gobierno nacional, a diferencia del año pasado, procurará que no se atrase el dólar, es decir, que suba de manera similar a lo que evolucione la inflación. “Además -advierte Robinson-, no puede asfixiarse a las economías regionales, que pese a la eliminación de retenciones y modificaciones en la política tributaria, que en el caso de Tucumán subió el impuesto sobre los Ingresos Brutos, el efecto es neutro, es decir, en promedio no se redujo la presión tributaria, por lo tanto, la competitividad exportadora sigue dependiendo del valor del dólar”.

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