El deporte en el séptimo arte

El deporte en el séptimo arte

Desde la historia de Bolt en un corto tan breve como sus pasadas, hasta la de una pelota en el patio de una vecina pasando por Lance Armstrong y las jóvenes promesas

SIEMPRE CON UNA SONRISA. Bolt y su última victoria en los 100 metros llanos.  SIEMPRE CON UNA SONRISA. Bolt y su última victoria en los 100 metros llanos.
29 Enero 2018

En la última entrega LG Deportiva se decidió por un popurrí. Cortometrajes y documentales son los elegidos 

“El niño que aprendió a volar” se titula el corto animado que relata la historia desde la niñez hasta convertirse en el hombre más rápido del mundo: Usain Bolt.

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Quizás por eso, entre YouTube (donde puede vérselo gratuitamente buscándolo con su nombre en inglés “The boy who learned to fly”) y Gatorade hayan producido el corto de siete minutos para contar en formato animado, la historia de Bolt, la relación con su familia y sus primeros pasos en el atletismo.

Obviamente hay espacio para sus momentos más importantes en la pista, cuando se consagró como el ser humano más veloz del planeta.

Es que desde los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la final masculina de 100 metros se transformó en una de las competencias que más rating televisivo genera a nivel mundial y una de las primeras en agotar entradas gracias a la magia que aporta Bolt en menos de 10 segundos.

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El jamaiquino ganó 11 títulos mundiales, ocho medallas olímpicas y los récords mundiales de 100 y 200 metros llanos y relevos 4x100.

Bolt llegó a Río 2016 con 29 años e informando: “estos serán mis últimos Juegos Olímpicos”. Las expectativas de los aficionados eran que Bolt pueda repetir los logros que ya había conseguido hasta ahí y, por qué no, seguir superándose, pero el adiós fue el menos pensado.

Bolt, el 11 veces campeón del mundo se fue de las pistas siendo tercero en su prueba de 100 metros y lesionándose en plena final de relevos 4x100. Su caída dolió, pero no nos evitará querer ver su corto animado.

Simplemente eran niños jugando a la pelota

“Niño, deja ya de joder con la pelota. Niño, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca”, reza el estribillo de la canción “Esos locos bajitos” de Joan Manuel Serrat. De pequeños, las vacaciones están marcadas por los interminables partidos que se juegan todas las tardes con los amigos de la cuadra y por los retos, demoras o peleas que estas traían como consecuencia.

Lucas Figueroa un director de cine español, recuerda muy bien todo eso y se puso al hombro el corto llamado “Porque hay cosas que nunca se olvidan”. Inspirado en una vivencia personal, logra transmitir los sentimientos de venganza en niños perjudicados por una situación clásica: la pelota lanzada al patio del vecino. En este caso, una vecina.

¿Qué niño no probó el mal trago de patear la pelota tan fuerte que llegó hasta el terreno de al lado y sufrió las consecuencias de el mal humor de una vecina que no quería devolver la pelota? Esa que uno sabía que si la pelota caía en su jardín era mejor darla por perdida.

La historia del cortometraje se desarrolla en el Nápoles de los años cincuenta. Con un humor ácido relata una historia simple pero de gran semejanza a la vida. El guión se centra en cuatro amigos, una pelota y una “vieja mala”.

El corto, que en 2011 ingresó al libro de los Récords Guinness al recibir 278 premios alrededor del mundo, teniendo como marca al fútbol, cuenta con la participación especial de los jugadores italianos Fabio Cannavaro, capitán de la Italia campeona del mundo en 2006 y Amedeo Carboni.


La mentira que afectó a la historia del ciclismo

Una de las figuras más románticas del deporte fue Lance Armstrong. Ciclista campeón de siete Tours de Francia y una medalla olímpica que parecieron vencer a un cáncer testicular con metástasis pulmonar y cerebral en 1996.

Armstrong, fue uno de los atletas más reconocidos de su época, admirado por ser la prueba viva de que al cáncer se le podía ganar y de manera grandiosa. En ese contexto, que un caso de doping salpicara al estadounidense era ilógico; sin embargo, terminaría sucediendo.

Hoy, el doping está relacionado con los casos de atletas rusos que se conocieron en el documental “Ícaro”, pero no puede obviarse que desde 2005 y hasta el escándalo de los europeos, el doping fue sinónimo de Lance Armstrong.

El documental “La mentira de Armstrong”, de Alex Gibney, cuenta la vida del ciclista durante sus comienzos, su enfermedad, sus victorias en Francia, su uso de drogas no autorizadas y el descubrimiento de la verdad.

En 2013 el tema ya era insostenible por lo que Lance decidió decir la verdad en el programa de Oprah Winfrey en una entrevista en la que la verdad brotó de los mismos labios de Armstrong. “¿Has tomado alguna vez sustancias prohibidas para mejorar tu rendimiento en el ciclismo? ¿has usado alguna vez otras sustancias prohibidas como testosterona, cortisona o la hormona del crecimiento?; en las siete veces que fuiste campeón del Tour de Francia, ¿usaste sustancias prohibidas o dopaje sanguíneo?” fueron algunas de las preguntas realizadas por Oprah a las que el heptacampeón respondió a todas simplemente: “sí”.


Ser promesa del deporte a lo siete años

A los siete u ocho años los niños sólo piensan en jugar, comer golosinas y ver dibujos animados. Los grandes berrinches son por la tarea de la escuela o por el jarabe que recetó el doctor para la garganta, casi siempre. Casi...

“The short game” es un documental de Netflix producido por Justin Timberlake y su esposa Jessica Biel en 2013, que presenta las historias de ocho niños en los que esos presupuestos no se cumplen. Son ocho minipromesas de golf mundial: Amari Avery, Jed Dy, Allan Kournikova -hermano de la ex tenista Anna Kournikova-, Zamokuhle Nxasana, Alexa Pano, Sky Sudberry, Augustin Valery y Yang Kuang.

El documental se centra en los meses previos y el desarrollo del Mundial de EE.UU. de Golf para niños de 2012.

Todo deporte es exigente, si desde chico se tiene el objetivo de llegar a ser “la Tiger Woods versión femenina” como Amari. Por ello, hay que ser consciente que sólo con esfuerzo y dedicación se podrá alcanzarlo. El documental muestra la amalgama tóxica que generan muchas veces los padres exitistas y los deportes juveniles. Jugar al fútbol, rugby o hockey significa practicar un deporte en equipo en el que siempre se tendrá a otros que colaboren para ganar. Pero practicar deportes como tenis o golf, es hacer un deporte que depende de una sola persona.

Teñida de sana inocencia, “The short game” llega a arrojar grandes approachs, enseñando la exigencia que significa ser un promesa deportiva a los siete años, y cómo los autitos y las muñecas siguen siendo protagonistas.


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