A pura cumbia arrancó el carnaval tucumano

El club Central Córdoba fue el escenario del comienzo de los bailes de verano con Los Pibes Chorros y Daniel Agostini. Nadie se salvó de la pintura ni de la nieve. Pelotero para los chicos.

22 Enero 2018

Afuera de las puertas de Central Córdoba las caras pintadas con témpera y la ropa mojada con agua y espuma desfilaban alrededor del estadio. “Es peor si no te dejás pintarrajear”, dice una víctima de la diversión. El calor del domingo llamó a los tucumanos a vivir una tarde donde la nieve, el agua y la diversión en familia fueron los anfitriones. Así fue el comienzo del carnaval, que se presentó con tres semanas de anticipación en la ciudad.

En Central Córdoba, nadie se salvaba, y el que por casualidad había quedado “limpio” se convertía en el blanco para los que tenían espuma hasta en las orejas.

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Una de las características de la fiesta que se vivió ayer, desde la media tarde, en el club, fue la presencia de familias. Los niños se tiraban agua, que vendían en bolsas de plástico del tamaño de una mano. Abrían las bolsas de un mordisco y mojaban a amigos y parientes. La convocatoria tuvo repercusión y se podía observar público de todas las edades. Para los chicos, además, se instaló un pelotero.

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Muchas familias, como la de Rita Almirón, se convocaron para vivir el frenesí del carnaval. “Siempre venimos todos, porque la pasamos bien en familia, los más chicos jugando con nieve y con el pelotero que es una atracción más para ellos, y nosotros nos entretenemos bailando y viendo los shows de los cantantes”, relata haciendo un esfuerzo por hacerse escuchar ya que los parlantes convocaban a la danza con todo su volumen.

“Y dónde está el grito de las mujeres solteras...”, dice el animador desde el escenario; ellas le responden con un grito, todas al mismo tiempo. La música entusiasma a los más jóvenes, que bailan al ritmo de la cumbia y del cuarteto, que no dejará de sonar hasta que la fiesta termine a medianoche.


Otras familias son atraídas por diferentes cantantes. Carlos Paz -aclara entre risas que se llama igual que la villa veraniega de Córdoba- cuenta que algunos de sus parientes habían ido a ver a Rocío Quiroz, mientras que otros preferían la cumbia romántica de Daniel Agostini.

Esa era una de las propuestas de los organizadores del evento, que los amigos y familiares puedan disfrutar de una diversidad de cantantes y espectáculos.

Así es como los gorros, las vinchas y las banderas con los nombres de bandas y cantantes se multiplicaban entre el público mientras esperaba la actuación de sus favoritos. La cartelera incluyó la presentación de Ariel y Los Pibes Chorros, Daniel Agostini, Rocío Quiroz, el “Pepo” y Diego Olmos.

“¿Dónde están los hinchas de San Martín y de Atlético?”, les pregunta Ariel a los espectadores. La respuesta no tardó en llegar y una ola de gente comenzó a arrimarse al escenario, saltando al compás de los temas de la banda, y empezó el baile.


Como era previsible, no faltó el “pogo” mientras la espuma de nieve alcanzaba las alturas del techo del estadio.

De esta manera la fiesta ya no iba a parar durante varias horas. La banda del “traidor” (como suelen llamarle a Ariel), a puro ritmo, representó la verdadera esencia del carnaval tucumano. Las manos arriba y el pasito de cumbia se hacían notar en el centro de la pista. Hacía calor, sí; pero a esas alturas era lo que menos importaba.

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