Que aparezca el buen fútbol en San Martín

Que aparezca el buen fútbol en San Martín

El mayor déficit fue la alarmante falta de ideas futbolísticas que exhibieron los volantes.

MAL DE AUSENCIA. Con la desvinculación de Sebastián Prediger, San Martín perdió su brújula en la zona de volantes. la gaCETA  SALTA / FOTO DE Marcelo Miller MAL DE AUSENCIA. Con la desvinculación de Sebastián Prediger, San Martín perdió su brújula en la zona de volantes. la gaCETA SALTA / FOTO DE Marcelo Miller
15 Enero 2018

Uno de los mayores déficits que San Martín tuvo en la primera parte de la competencia oficial en la B Nacional fue la anemia futbolística que mostró el equipo en la zona media del campo, y que hizo que la campaña estuviera lejos de ser la que los hinchas esperaban en esta parte de la temporada.

Lo que llamó mucho la atención es que a pesar de la llegada de refuerzos de fuste para la categoría, el equipo, salvo raras excepciones, careció del vuelo futbolístico en esa zona, algo que se le debe exigir a un equipo que llegaba al inicio de la temporada 2017/18 con la chapa de candidato excluyente.

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Para afrontar los 1.080 minutos que jugó en esta parte de la temporada, Diego Cagna, entonces técnico del equipo, utilizó nueve futbolistas en la zona de gestación. Esto es una muestra clara: el “Flaco” casi nunca pudo encontrar los intérpretes adecuados para elaborar el juego que la historia y los prestigios de San Martín así lo exigían.

En el comienzo de la temporada oficial, por la derecha, sorpresivamente Víctor Rodríguez fue titular, pero su tarea irregular hizo que rápidamente cediera su lugar a manos de Juan Galeano, que tampoco pudo afirmarse en el puesto. El salteño Walter Busse, sobre el final de esta parte, tuvo su oportunidad. Que haya mostrado parte del juego que llevó a los dirigentes a contratarlo, le posibilitó terminar jugando.

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Notable pérdida

Donde no hubo ningún reparo a la hora de la titularidad fue en el puesto de volante central. Es indudable que Sebastián Prediger, en base a puro rendimiento, se convirtió en el eje de un equipo con pocas luces. Por eso, su desvinculación para irse a jugar a Primera con Tigre, es una enorme pérdida, por lo que el entrerriano representaba para el grupo que lo había elegido como su capitán. Ante esta ausencia, Rubén Darío Forestello, que en un primer momento quería sumar un lateral por la derecha (ante la partida de Ivo Chaves) se sintiera obligado decirle a los directivos que la prioridad para el segundo refuerzo debería ser la contratación del reemplazante del entrerriano. Mientras esto acontece, ese lugar parece que será propiedad de Lucas Bossio, que le ganó la pulseada a Alejandro Altuna, que hasta ahora no tuvo mayor rodaje.

Donde todavía existen algunas dudas es en el puesto de volante por la izquierda. Es que Matías García, que fue de menor a mayor en las primeras 12 fechas, ahora parece que tendrá un competidor de lujo en la función de estratega: Damián Arce. El volante con pasado en Boca y Unión de Santa Fe, que es el primer refuerzo que sumó el “Santo”, es un viejo conocido del entrenador por haberlo dirigido en su paso por Patronato de Paraná. No se descuenta que puedan jugar juntos, cuando el esquema de juego sea 4-3-2-1.

Otro que podría entrar en la discusión, pero sin tener las características de enganche es Franco Costa, que durante el ciclo de Cagna fue utilizado mayormente como uno de los hombres de relevo para tener dinámica de tres cuartos de cancha hacia arriba.

En La Ciudadela saben que para potenciar las pretensiones del equipo de estar en la lucha por uno de los ascensos será vital poder tener mayor juego. Si esto no se consigue, será complicado alcanzar el objetivo deseado.

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