Tango y folclore conviven en escena

Tango y folclore conviven en escena

Nicolás Correa se propuso fusionar las dos máximas expresiones musicales argentinas en un espectáculo único, con fuerza y sensualidad

SENSUAL Y ENÉRGICO. Correa y García Fleury bailan tango y malambo. SENSUAL Y ENÉRGICO. Correa y García Fleury bailan tango y malambo.
29 Diciembre 2017

ESTA NOCHE

• A las 22 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).

El desafío era inédito en los escenarios tucumanos. La idea que se plantearon Nicolás Correa y Romina García Fleury partía de fusionar el folclore y el tango para presentar un show único, mucho más que una mera sucesión de ambos géneros. “Así nació ‘Malambo al 2x4’, donde se encuentran amalgamadas las dos danzas porque, pese a que son ritmos diferentes, tienen algo en común”, explica el bailarín a LA GACETA.

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El creador del espectáculo agrega: “el objetivo es innovar, hacer algo totalmente diferente a lo que se ve habitualmente, ya que siempre están separados, el tango por un lado y el folclore por el otro, cuando ambos son expresiones de nuestra cultura argentina, que gusta mucho en todo el mundo”.

Sobre el escenario del teatro San Martín esta noche convivirán la fuerza y energía del malambo con la sensualidad tanguera. Correa es un reconocido experto en el zapateo gaucho y se perfeccionó en la técnica del tango con su pareja, para diseñar un recorrido integral por los dos estilos, desde sus orígenes antagónicos y en distintas regiones hasta la época actual.

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“El gaucho era el habitante vagabundo de las pampas, que viajaba sin rumbo fijo en su caballo, con boleadoras, poncho, lazo, cuchillo, yerba mate, tabaco como único equipaje, y a veces acompañado por una mujer. El malambo es su danza especial, exclusivamente masculina y al son de música percutida. El tango revolucionó el baile popular con una danza de parejas abrazadas que propone una profunda relación emocional”, describe.

A la pareja le temblaron las piernas cuando, a mediados de este año y en plena gira artística por Europa, le ofrecieron quedarse en el viejo continente, pero eligieron volver; fue en ese regreso cuando idearon este show. “Fue una experiencia muy agradable y con mucha repercusión en Italia y en España. El tango enloquece al público extranjero”, afirma, al tiempo que anticipa un destino europeo para este espectáculo.

Invitados especiales

Para esta función invitaron especialmente a Nora Witanowsky y a Juan Carlos Martínez, bailarines internacionales que residen en Italia desde hace una década y que participarán junto a una docena más de artistas locales.

Entre ellos está Adriana Ruiz, quien reivindica el rol de la mujer en el tango. “Cuando el hombre abraza a una mujer al bailar, ella ya le marcó a él su posición en la danza, su peso, su liviandad y sus movimientos con la dinámica de su propio estilo. Dejarse llevar es una posición activa en función de que entre el hombre y la mujer fluya algo más que la conducción y se transforme en una creación entre dos seres, sin subordinación alguna. Así se deja de lado la cuna machista tanguera”, sostiene.

La bailarina asegura además que la mujer está ganando protagonismo y reconocimiento en el mundo del tango por sus capacidades.


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