A través de la selva

A través de la selva

Excursión del fundador de LA GACETA en 1900

ALBERTO GARCÍA HAMILTON. El fundador de LA GACETA, a la izquierda, durante una recorrida por la montaña tucumana. ALBERTO GARCÍA HAMILTON. El fundador de LA GACETA, a la izquierda, durante una recorrida por la montaña tucumana.

La revista “Alborada”, de Montevideo, publicó el 14 de octubre de 1900, el artículo “Yerba Huasi”. Lo enviaba desde Tucumán don Alberto García Hamilton, entonces futuro fundador de LA GACETA. Describía su primera excursión a caballo por la montaña de la provincia.

Salieron muy temprano. Cruzaron los extensos cañaverales de Lules, llegaron a la quebrada e iniciaron la ascensión. De pronto, narraba, “los rayos solares desaparecen y quedamos cubiertos por un palio de verdura”. Se trata de “una inmensa galería formada por el ramaje de los árboles, unido sobre nuestras cabezas hasta el punto de obligarnos a hacer profundas reverencias a cada instante para poder continuar la marcha”. Un poco más y la ascensión transcurre entre “árboles seculares; cedros que entre seis hombre no podrían abrazar; nogales y laureles a cuyo lado resultarían raquíticas las torres de la Catedral montevideana; pacarás que cómodamente dan albergue a cincuenta jinetes bajo el amplio quitasol de su ramaje”. Una “vegetación exuberante, lujuriosa”.

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“Los grandes señores de la flora subtropical prestan su savia generosa a un mundo de plantas parásitas, entre las que figuran las flores de ‘patito’, los ‘claveles del aire’ y muchas orquídeas, alguna de las cuales penden en forma de gruesas cabelleras o verdes flecos”. Millares de “isquis”, esas parásitas que conservan el rocío, “trepan por los añosos troncos, vistiéndolos de fresco ropaje, salpicado de rojos capullos”. Veía lianas con “su brazo de tronco a tronco y de rama a rama, semejando larguísimas serpientes”, además de naranjos silvestres y durazneros. El ascenso, entre profundos barrancos, fatigaba a los caballos. Tras “un ancho prado en forma de anfiteatro”, llegaron por fin a Yerba Huasi, “el punto más alto de aquel ramal del Aconquija”. Desde allí, escribía, “tenemos a la vista media provincia de Tucumán”.

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