Cardona: “Me inspiré en Riquelme”

Cardona: “Me inspiré en Riquelme”

El colombiano dijo que un gol del “10” lo ayudó en su remate.

DEDICATORIA. Cardona levanta sus brazos al cielo; Barrios corre a abrazarlo. fotos reuters DEDICATORIA. Cardona levanta sus brazos al cielo; Barrios corre a abrazarlo. fotos reuters
06 Noviembre 2017

Dos foráneos; dos debutantes en superclásicos; dos goleadores. Ni Darío Benedetto ni Cristian Pavón. Los artífices en la red de una nueva victoria de Boca en el Monumental fueron el colombiano Edwin Cardona y el uruguayo Nahitan Nández, la efectiva “conexión extranjera” para que el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto se escape de todos en la Superliga y para que River se hunda todavía más en la tabla y en su ánimo, luego de la histórica eliminación de Copa Libertadores.

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“Vi un partido ayer por la noche (por el sábado) de Riquelme, fue igual el gol, pero el de él fue en La Bombonera”, afirmó Cardona, víctima de la patada karate kid de Ignacio Fernández y artista del golazo de tiro libre que rompió el cero en Núñez. Ciertamente, una obra de arte “made in Román”.

“Durante el almuerzo le dije a (Wilmar) Barrios que iba a meter un gol. Es una virtud que tengo el pegarle de tiro libre. Practico mucho. El sábado hicimos ese trabajo y metí varios”, agregó el exMonterrey, que ante Belgrano, una semana atrás, se había dado el gusto de festejar su primer gol en La Bombonera.

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El Superclásico duró solo 60 minutos para el colombiano, pero no por culpa propia sino por un error ajeno, con nombre y apellido: Néstor Pitana. El juez juzgó erróneamente que Cardona le había aplicado un codazo a Enzo Pérez, de gran actuación (en sentido teatral) en esa jugada.

“Siento impotencia, pero estoy tranquilo porque fue un error del árbitro. Ojalá que se pueda apelar porque no era roja”, se esperanzó el jugador de 25 años, que había arrancado con todo con la camiseta “auriazul”, que luego tuvo una merma en su rendimiento y que un domingo primaveral en Núñez empezó a hacer méritos para convertirse en ídolo en La Ribera gracias a su exquisita pegada. Y Germán Lux puede dar fe de ello, a partir de ayer.

El otro héroe “xeneize” en el Monumental es una inversión segura a corto plazo, que además -lesión de Fernando Gago mediante- ya comenzó a pagar altos dividendos.

A sus 21 años, Nández aporta dinámica y desfachatez en el medio campo y parece ser un jugador a la medida de Boca. Frente a River metió un golazo para estirar la diferencia en la tabla a 12 puntos (¡en ocho fechas!) sobre el eterno rival y a 10 partidos en el historial entre los dos más grandes del fútbol argentino.

“Uno sueña siempre con ganar este tipo de partidos”, afirmó el uruguayo, feliz de porque le tocó hacer el segundo gol.

En relación a su conquista, Nahitan destacó que recibió una pelota cruzada de Pablo Pérez y decidió en ese momento pegarle de primera con la intención de que fuera al arco, pero sin elegir un lugar en particular. La fenomenal volea se metió en el primer palo de Lux, algo que le duele demasiado al arquero de River. Fue su segundo grito con la camiseta “auriazul” en apenas siete partidos (había convertido también frente a Godoy Cruz, en La Bombonera, por la segunda fecha de la Superliga).

El internacional uruguayo reconoció: “El peor momento fue cuando (Leonardo) Ponzio sacó ese remate que se transformó en un golazo. Nos metimos un poco atrás, dejamos de presionar como lo estábamos haciendo y lo pagamos. Por suerte, después lo pudimos corregir”. Y en eso, él tuvo mucho que ver. Porque cuando a Boca se le podría haber venido la noche en el Monumental, Nández pintó el futuro auriazul de color celeste.

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