“La estrategia contra las malezas debe ser definida por el ingeniero agrónomo”

“La estrategia contra las malezas debe ser definida por el ingeniero agrónomo”

El profesor Marcelo de la Vega (FAZ) afirma que no existe una “receta única”.

28 Octubre 2017

El ingeniero agrónomo Marcelo de la Vega, profesor de Terapéutica Vegetal de la Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ) de la UNT, reseñó para LA GACETA Rural cuál es la visión que tiene sobre la problemática de las malezas en el agro y las líneas de trabajo que los productores deberían implementar en sus campos para lograr un control efectivo del impacto de estos “yuyos”.

- ¿Cómo se presenta la problemática actual de la lucha contra las malezas?

- La problemática de malezas es una cuestión generalizada en la producción granaria del país, con zonas con más problemas que otras, pero prácticamente no hay zonas del país libre de ellas. El incremento de las infestaciones llevan a disminuciones de rendimiento y la acción correctiva (manejo) implica un aumento de los costos de producción.

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- Los problemas actuales, donde se verifica mayor resistencia al glifosato y otros productos, ¿son el resultado de qué factores?

- La naturaleza responde a las presiones y la agricultura constituye la mayor fuerza de evolución en el campo de las malezas. Los procesos de cambios a nivel de comunidades (sucesión) y a nivel de poblaciones (evolución) llevan a la aparición de malezas tolerantes y resistentes. Pero ello mismo puede ocurrir con cualquier adversidad fitosanitaria como son las plagas y enfermedades también.

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- ¿Qué recomendaciones se pueden transmitir hoy a los productores ante esta coyuntura? ¿Qué deberían hacer en materia de barbechos, rotaciones, uso de ingredientes activos e historia del lote?

No existe una receta única, ni de ingrediente activo ni de coadyuvantes ni volúmenes de aplicación.

No existe el producto que todo lo controle ,y el profesional es el encargado de la toma de decisión que, en base a su conocimiento, puede escoger la estrategia basada en el tipo de maleza y las condiciones del ambiente donde dicho producto debe ejercer la acción.

En muchas situaciones no solo debe basarse en productos herbicidas, sino también en estrategias agronómicas.

- Las “recetas agronómicas” son una parte central de la lucha contra las malezas. ¿Quién debe confeccionarlas y quién controlar su aplicación? ¿Cómo deben confeccionarse y hasta dónde llega la responsabilidad del profesional?

- Un Ingeniero Agrónomo es un gestor de sistemas biológicos. Cuando se presenta un problema fitosanitario, ese profesional debe ser el encargado de identificar el problema in situ y expedirse de la acción correctiva. Si bien antes no tenía la responsabilidad de emitirla, la receta fitosanitaria es un documento simple que coloca al profesional en esa responsabilidad que antes no tenía.

Debe ser confeccionada en base a un conocimiento específico del problema basado, además de la solución a dicho problema, en un cuidado de la salud humana y del ambiente. El profesional está calificado para dicha tarea; es importante que, además, tenga la competencia para realizarla.

La responsabilidad del profesional debe ser hasta la emisión de la recomendación, ya que no implica que el mismo esté presente en la aplicación de dichos productos.

¿Existen restricciones o limitaciones en cuanto al uso de pulverizadoras y productos activos?

- La primera restricción es usar productos registrados, lo que implica que el Estado (a través del Senasa) es quien autoriza su uso. También existen resoluciones que ante situaciones especiales llevan a la prohibición de productos o formulaciones, como lo constituye la prohibición del uso de formulaciones de 2,4-D éster. Con respeto al uso de las pulverizadoras, existen “zonas buffer” que deben dejarse sin aplicar hacia zonas sensibles como lo son los centros poblados. Existe toda una legislación dispuesta desde la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO (por sus siglas en inglés), con un Código de Conducta de la FAO, que es un compromiso entre la cámara de fabricantes de plaguicidas y dicha organización de la ONU hasta legislaciones nacionales, provinciales y municipales que normalizan el uso seguro de los productos fitosanitarios, con la meta de no causar adversidades.

- Capacitación e idoneidad en la toma de las decisiones.

- Debemos interpretar que los sistemas agrícolas no pueden constituirse en nichos vacíos; cuando eliminamos algunas plagas, ese espacio será ocupado por otras. El Ingeniero Agrónomo está capacitado para la toma de decisión ante un problema fitosanitario, aplicando tecnología con responsabilidad social y ambiental y procurando la sustentabilidad de los sistemas. Su competencia y conocimiento coadyuvan al éxito de esa gestión.

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