Un nuevo negocio: épica batalla de robots gigantes

Un nuevo negocio: épica batalla de robots gigantes

Dos máquinas fabricadas en los Estados Unidos se impusieron a una de Japón. Lo “Gigantes de acero” se enfrentaron en un establecimiento abandonado en tierras asiáticas

PROTOTIPOS. Los megabots norteamericanos tiene un costo promedio de U$S 2,5 millones y ya quieren combatir profesionalmente. PROTOTIPOS. Los megabots norteamericanos tiene un costo promedio de U$S 2,5 millones y ya quieren combatir profesionalmente.
22 Octubre 2017

Lo que en su momento fue el argumento de la película “Gigantes de Acero”, hoy se constituyó en un realidad, en un negocio multimillonario que puede involucrar a varios países, con la incipiente generación de una liga de lucha de megabots, piloteados por humanos. En los últimos días se realizó el primer combate entre máquinas estadounidenses y japonesas.

El desafío

Matt Oehrlein, fundador de Megabots, corroboró que están en tratativas con compañías familiarizadas con la industria, con el fin de que patrocinen combates de robots manejados por humanos. El desafío fue lanzado hace dos años, cuando Megabots retó a Suidobashi Heavy Industry. “Tienen un robot gigante como el nuestro. Entonces, es nuestro deber para con los amantes de la ciencia ficción un combate a muerte”, se puede observar en el video en el que se les da la posibilidad a los nipones de elegir el lugar de la lucha.

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Hacia el país asiático partieron las máquinas norteamericanas, valuadas en U$S 2,5 millones cada una. MegaBots presentó dos robots: Iron Glory, con un peso de seis toneladas y con cuatro metros y medio de altura, y también llevó a Eagle Prime, que pesa 12 toneladas de peso y tiene casi cinco metros de altura. Suidobashi, a su vez, perfeccionó robot Kuratas, de aspecto mucho más moderno que el de sus rivales y con 6,5 toneladas y casi cuatro metros de altura. “Aunque esté un poco nervioso por pilotarlo, creo que mis adversarios deben proteger su retaguardia y apretarse bien los cinturones”, había señalado Kogoro Kurata, fundador de Suidobashi, antes de comenzar el duelo de gigantes.

El primer duelo se definió por la rapidez de Kuratas, que logró derribar de un golpe seco a un Iron Glory al que no sirvieron de nada su cañón y su lanzamisiles de pintura. Sin embargo, el robot japonés, que presumía de una mano articulada y un arma automática de 18 milímetros, poco pudo hacer en el cuerpo a cuerpo al que le sometió Eagle Prime, manejado por Oehrlein, que finalmente se quedó con el combate.

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Por streaming

El combate se difundió en streaming el pasado 17 de este mes en una plataforma televisada de pago.

El sitio especializado “Xataka” explicó que la pelea entre los robots se realizó a fines de septiembre en una fábrica abandonada de Japón. Solo estuvieron presentes los robots, sus pilotos y un par de comentaristas. El motivo de transmitir la pelea en diferido fue el formato de la lucha. En menos de un día, el video llegó a tener casi un millón de visualizaciones.

El mercado de la robótica es una tentación para el mundo de los negocios. Sólo el año pasado, la industria movía alrededor de U$S 35.000 millones, mientras se estima que, dentro de tres años, ese mercado tendrá un valor que superará los U$S 150.000 millones, de acuerdo con las estimaciones del banco estadounidense Bank of America Merrill Lynch.

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