“El mercado ya votó, pero con sobreprecios”

“El mercado ya votó, pero con sobreprecios”

Según el analista Claudio Zuchovicki, entre los inversores reina el optimismo frente a la presunción de que el Gobierno hará las reformas estructurales. Sin embargo, advierte que no hay que caer en la euforia. Sugiere ponerles fichas a las Lebac a marzo, sin dejar de mirar la evolución del dólar futuro

“ME NIEGO A LA EUFORIA”. Zuchovicki considera que hay que ser cauteloso y esperar las reformas del Gobierno. luisnovaresio.com.ar “ME NIEGO A LA EUFORIA”. Zuchovicki considera que hay que ser cauteloso y esperar las reformas del Gobierno. luisnovaresio.com.ar
11 Octubre 2017

Para el mercado de capitales, las elecciones de medio turno, que se realizarán el domingo 22, son un mero trámite. “De hecho, el mercado ya votó a favor del cambio, y con un sobreprecio”, dice a LA GACETA Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Con el dólar casi estabilizado, una demanda de Letras del Banco Central (Lebac) sostenida y con acciones en alza son una muestra de la confianza que existe entre los inversores respecto del rumbo del país. Claro está, advierte Zuchovicki, el optimismo del mercado no debe caer en la euforia, sencillamente porque la Argentina tiene constantes vaivenes. El consultor hablará hoy en esta ciudad sobre “El desarrollo de los negocios en la economía poselectoral”, en un almuerzo con empresarios organizado por la Fundación del Tucumán. Antes, dialogó con LA GACETA.

-¿Cuál es el rumbo que está tomando el mercado respecto de la Argentina?

-Creo que le mercado ya votó en favor del cambio. Y lo hizo con un sobreprecio, con acciones y con bonos que dan por sentado que en la Argentina habrá muchos cambios estructurales en su economía, tras las elecciones parlamentarias. El mercado le dio un aval a esa suerte de ataque al déficit fiscal estructural, a las modificaciones que se pretenden introducir en el régimen impositivo, a la productividad de las empresas en términos de costos laborales. De otro modo sería difícil explicar el valor que hoy ganan las compañías, no porque estén vendiendo más, sino por el cambio en la estructura de costos. Ojo. Eso es un arma de doble filo. El mercado puede ser optimista en tanto y en cuanto las situaciones antes planteadas se resuelvan. Pero la pregunta que habría que hacerse también es ¿qué sucede si se atrasan las reformas estructurales o si no suceden? Siempre se corre el riesgo de la desilusión. En suma, mi visión también es optimista, pero trato de evitar cualquier nivel de euforia; me niego a la euforia.

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-Este año se caracterizó por el uso del carry trade (una operación especulativa por el que se toma dinero prestado a una baja tasa de interés en un país y se invierten esos fondos en una tasa más alta en otro país). ¿Continuará?

- Creo que se estabilizará solo. En el fondo, observamos que el Gobierno tomó como principal política la inflación y a las tasas altas para combatirla. La verdad es que da la sensación que en las pequeñas devaluaciones que se realizaron no se trasladaron a precios. Y eso genera la perspectiva de que estamos frente a una batalla que se empieza a ganar. Vemos, por ejemplo, que los bonos de largo plazo en pesos rinden menos que los de corto aliento. Hay que ver cuánto dura esto hasta que haya arbitraje. Una tasa del 25%/26% y una devaluación del dólar al ritmo del 13% anual. Si caen abruptamente las tasas, se desmantelará el carry trade. En cada renovación, será más chico el spread. Creo que hay más movimiento en el mercado secundario que en las licitaciones de las Lebac.

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-Respecto de las Lebac, ¿cuáles son las más convenientes?

-Las que están acordadas a marzo, pero claro está que hay que tener el monitor del dólar futuro abierto, porque siempre hay un margen de error, de gol en contra por algún que otro impuesto o porque el gobierno puede meter la pata. Estamos en presencia de alguien que tiene errores no forzados. Uno siempre tiene que estar atento a la curva de la tasa, a las expectativas del mercado que, generalmente, tiene algunas dudas de algo si sube tanto. Pero, volvemos a la idea original, si no hay reformas lo único que le quedaría al Gobierno es devaluar. Todos estamos apostando entonces a las reformas. Hay que manejar los riesgos.

-¿Cómo evolucionará el dólar?

-Depende contra quien. Nominalmente, no creo que baje mucho; tal vez sí en precios relativos. Si la Argentina registra un déficit fiscal enorme, tomará más dólares para financiar la entrada de divisas.

-¿Cree que las acciones pueden sostener los niveles récord que se han mostrado, por ejemplo el mes pasado, en la Bolsa porteña?

-No me asusta el precio de hoy; me asusta mucho más la agilidad que pueda tener (el mercado) para salir porque, cuando venga la corrección, será de golpe. El punto es que los mercados recuperaron actualmente mucho y están como descontando que le irá un 20% mejor el año que viene. Creo que hoy los inversores están direccionados a las acciones vinculadas con el gasto estatal, con la obra pública vinculada con la energía. Y dentro de ese sector, se resalta el de gas, tanto en producción como en transporte, por aquello de que estamos dando un giro hacia el autoabastecimiento.

-¿Percibe una burbuja que puede llevar a una crisis con el valor de las criptomonedas?

-Es muy difícil ver si se desata una burbuja. Las criptomonedas se basan en un buen sistema, aunque no sé si la moneda de referencia será el bitcoin o cualquier otra. Es como internet en 2000. Se fundieron todas las empresas con la crisis del Nasdaq, pero internet era como un milagro y hoy las compañías globales más grandes son las tecnológicas. Con las criptomonedas pasa lo mismo. La idea es muy buena y su sistema también. Se pusieron de moda y por eso hubo exceso de demanda, porque a la gente le interesa por más que la oferta sea restringida. La gente las usa aunque no sepa bien lo que son. El fenómeno continuará hasta que veamos cuál será la mejor.

-Supongamos que tengo $ 50.000 para invertir: ¿dónde pongo el dinero?

-Alrededor de $ 30.000 en Letras del Banco Central (Lebac) a marzo. Otros $ 10.000 los colocaría en cupones atados al PBI, aún con riesgo alto de que te cambien la base. Y otros $ 10.000 en acciones argentinas. Ese sería el mix.

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