Los títeres, entre la tradición y los nuevos horizontes

Los títeres, entre la tradición y los nuevos horizontes

La directora Nerina Dip relevó la actividad en la provincia y registró los cambios en las propuestas.

TITIRITERA Y ACTRIZ. Dip comenzó a los seis años a aprender sobre títeres.  TITIRITERA Y ACTRIZ. Dip comenzó a los seis años a aprender sobre títeres.
05 Septiembre 2017

El teatro de títeres en Tucumán tiene tanto pasado como futuro, mientras vive un presente inquieto, con distintas propuestas que se renuevan semanalmente y festivales internacionales.

Nerina Dip y su grupo Die Pinken Clauden son parte de ese movimiento. La actriz y directora lo plasma en el libro “Tradición y nuevos horizontes en el teatro de títeres y objetos en Tucumán”, editado este año, en el que releva los antecedentes y las experiencias locales en el género.

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“La idea nació de un artículo que me pidió la revista brasilera Móin-Móin, una publicación muy prestigiosa. Al escribirlo, entendí que había un horizonte mayor que superaba el espacio de la nota y continué trabajando sobre el tema. Otro hecho que me impulsó fue un viaje que hice a República Checa para conocer a dos grupos que admiro especialmente: Boutky a Loutky de Praga, y Drak radicado en Hradec Králove, en los que pude ver la tensión entre la vanguardia y lo tradicional, que me llevó a pensar más intensamente mi propia práctica”, señala en diálogo con LA GACETA.

La conclusión fue un producto integral, que tuvo el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, la Fundación Tati Arte y Cultura y Fundamental Ediciones, y el aporte de Ana Alvarado y Carlos Martínez.

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“Todo libro es también un acto político. Me interesa reivindicar, hacer visibles y poner en valor la producción teatral tucumana, especialmente la gestada en el movimiento de Teatro de Grupos, heredero del teatro independiente. Me propuse evidenciar el camino que se hizo en este campo y pensar en la función que cumplieron y cumplen hoy los distintos espacios, tanto los tradicionales como los más contemporáneos, y el papel del Estado con la Escuela de Títeres de la Provincia, donde estudié desde los seis años con la querida Gloria Dib y era una referencia nacional muy fuerte”, recuerda. Como hito, menciona que en 1971 se realizó en Tucumán el Segundo Encuentro Nacional de Titiriteros y se decidió crear la filial de la Unión Internacional de Marionetistas.

Dip trabajó su libro a partir de los modos de producción como determinantes de una obra. “Pensamos que un objeto artesanal posee una fuerte impronta por el modo en que fue construido, y no aplicamos ese pensamiento a la producción teatral, cuando lo independiente es un plus que jerarquiza el trabajo”, señala. En este aspecto, se guía por el especialista Pedro Espinosa: “él sostiene que hay tres tipos de teatro, el comercial, el oficial y el independiente, con límites que a veces son difusos”.

Desde el título de su libro, habla de tensiones. “La tradición está muy asociada al títere antropomórfico, al texto con moraleja, al espacio con retablo, a la caracterización de los personajes, a técnicas de manipulación como el títere de guante, todo anclado en recetas como el uso de colores primarios para las obras para niños, con telas lisas y tipologías de rostros asociados al carácter del personaje; por ejemplo, el triangular para los malos y el redondeado para los buenos. Los nuevos horizontes son las búsquedas más abiertas en las que se abandonan esas ideas, aparece el objeto y la manipulación es menos ceremonial, más desnuda. Algunos estudiosos sostienen que los títeres también son objetos, sólo que su aspecto es más cercano a la forma humana. La actividad local se desarrolla en los dos campos, y su historia es riquísima desde el grupo La Carpa en 1943”, afirma.

En su relevamiento, menciona a una veintena de grupos que trabajan teatro de títeres, de objetos, marionetas y sombras, con una gran variedad de propuestas que ya se emanciparon de la idea de que es un género orientado al público infantil. “Dentro del repertorio de Die Pinken Clauden, que integramos junto a Dany Flores Blasco, Vicky Pérez y Esteban Zelarayán, hay más obras para adultos que para niños. Ahora estamos trabajando con la historia de Ágata Galiffi, que se llamará ‘La flor de la mafia’ y vamos a estrenar en diciembre -comentó-. Además fuimos elegidas para organizar el Knots/nos/nudos, un encuentro internacional de teatro de grupos que ya se realizó en Buenos Aires, en Bolivia, en Brasil y en Alemania y que en enero de 2019 se hará en Tucumán”.

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