Extraña sequía de goles

Extraña sequía de goles

UNA VIDA. Aimar marcó el último gol de la Selección en una final: en Frankfurt 05. UNA VIDA. Aimar marcó el último gol de la Selección en una final: en Frankfurt 05.

El campeón de México 86 estaba cada vez más lejos y faltaba cada vez menos para el Mundial de Italia 90. La Copa América de Brasil ’89 venía de marcar una nueva y lapidaria señal. Apenas dos goles en seis partidos y los últimos cuatro en cero: 0-0 con Bolivia, 0-2 con Brasil, 0-2 con Uruguay y 0-2 con Paraguay. La sequía siguió en los amistosos siguientes: 0-0 con Italia, 0-2 con México y 0-1 con Escocia.

Carlos Bilardo sólo tenía el puesto asegurado porque venía de ser campeón en México y porque todos recordaban que también esa previa había sido mala y que el gobierno de Raúl Alfonsín había querido echarlo tres meses antes del Mundial. Eso lo inmunizó contra esta nueva racha adversa previa a Italia 90. Pero el gol tardó 680 minutos en llegar. Diez meses. Lo marcó Jorge Burruchaga el 3 de mayo de 1990 en un amistoso 1-1 contra Austria. Según cuentan Oscar Barnade y Waldemar Iglesias en su libro “Todo sobre la Selección”, fue “la peor racha sin goles de la Selección en toda su historia”. No cambió mucho ya en el Mundial. Cinco goles en siete partidos. Pero, penales atajados de Sergio Goycochea mediante, Argentina llegó otra vez a la final.

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Nunca la Selección terminó primera y segunda en dos Mundiales seguidos y, por eso, lo que sucedió en el medio lo recuerdan pocos. A Bilardo le gustaba provocar. Parece creíble, entonces, lo que supuestamente le dijo al equipo en la previa de un amistoso en medio de esa tremenda sequía goleadora. Fue contra Guatemala el 14 de febrero de 1990. Argentina atacó con Jorge Valdano y Carlos Alfaro Moreno. Diego Maradona y Claudio Caniggia, suplentes. El partido no forma parte de registros oficiales porque Guatemala, aunque se dijo que era selección nacional, terminó presentando un combinado. Pero Bilardo, siempre atento a todo, inclusive a las críticas porque la Selección ya estaba cerca de concretar su peor racha sin goles, le dice a los jugadores antes de salir a la cancha algo así como: “ah, no se les ocurra hacer un gol antes de los 10 minutos. Siempre hay que estar en todos los récords, los positivos y los negativos”.

Algo volvió a llamar la atención ya en años más recientes. Que la Selección, no sólo perdió sus últimas tres finales, sino que, más llamativo aún, no logró marcar goles, alargues incluidos, en ninguna de ellas. Total de 360 minutos en cero. Derrota 0-1 contra Alemania en la final de Brasil 2014 y sendos empates sin goles contra Chile en las Copas América de 2015 y 2016 (ambas perdidas por penales).

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La final anterior, Copa América 2007 en Venezuela, había sido derrota 0-3 con Brasil. Para encontrar el último gol de Argentina en una final hay que remontarse al 29 de junio de 2005, Copa Confederaciones en Frankfurt (Alemania), derrota 1-4 con Brasil, tanto de Pablo Aimar. La nueva selección argentina de Jorge Sampaoli inició ya sus cuatro “finales” para llegar a Rusia 2018. La primera, el jueves en el estadio Centenario, prolongó la sequía, 0-0 con Uruguay. La necesidad de gol cobra visos de desesperación para la segunda “final”, el martes en el Monumental contra Venezuela, colista de la Eliminatoria.

Es cierto, Venezuela está ultima, pero tiene dos goles más que Argentina (17 contra 15). Sólo Bolivia, el penúltimo, tiene menos goles que la Selección.

Pero a Bolivia, como recuerda el colega Juan Ignacio Freccero, le sacaron los dos goles del partido que había ganado 2-0 a Perú por la inclusión indebida del jugador Nelson Cabrera (la FIFA le dio perdido 3-0 ese cotejo). Los 15 goles actuales de Argentina suenan más ruidosos si, como añade Freccero, recordamos que en las Eliminatorias de Brasil 2014 la Selección anotó 35 goles, en la de Sudáfrica 2010 23, en la de Alemania 2006 29, en la de Corea-Japón 2002 42 y en la de Francia 98 (fueron 16 partidos) 23. Y de los 15 goles actuales, indica otro dato alarmante, sólo ocho fueron anotados por los atacantes. Leo Messi, que jugó apenas siete partidos, lidera con 4 (dos de penal, otro de tiro libre y el restante favorecido porque se desvió en un rival), Ángel Di María 2, Gonzalo Higuaín 1 y Lucas Pratto 1.

La Selección abrió la Eliminatoria con el “Tata” Martino deprimida por su nueva derrota en final de Copa América. Llegó el “Patón” Bauza, el equipo pasó a jugar algunos metros más retrasado y agravó su situación en la tabla. Sampaoli llega con un cambio radical. Equipo más adelantado en el campo, con más jugadores de ataque por decisión inicial y no por desesperación de minutos finales. Más posesión de pelota. Es un riesgo que forma parte del estilo del entrenador. Pero que sintoniza, además, con la necesidad del equipo. La Selección está obligada a ganar. Pero, para ganar, está claro, hay que hacer goles. Y, en el debut del Centenario, los goles tampoco llegaron. Es más, por mucho riesgo que la Selección asumiera, también las ocasiones de gol siguieron siendo pocas. Un dato lo confirma: Mauro Icardi, la nueva cara de gol, es el jugador que, en lo que va de toda la Eliminatoria, menos veces tocó la pelota en 90 minutos. Icardi hoy, Higuaín antes, el “Kun” Agüero, Paulo Dybala y, por supuesto Messi, son goleadores netos. La Selección los precisa como nunca.

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