Adrián Iaies, un creador excepcional de jazz que quería ser el 9 de Estudiantes

Adrián Iaies, un creador excepcional de jazz que quería ser el 9 de Estudiantes

Presentará junto a Mariano Loiácono su disco “Nikli song”, con obras propias.

EXPERIMENTADO. Adrián Iaies conduce el Festival de Buenos Aires. EXPERIMENTADO. Adrián Iaies conduce el Festival de Buenos Aires.
01 Septiembre 2017

SEPTIEMBRE MUSICAL

ACTÚA HOY

• A las 22 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601).

Hay dos pasiones que desvelan a Adrián Iaies: la música y el fútbol. El primero es sinónimo de jazz; el otro, Estudiantes de La Plata, club de sus amores y el que, le confiesa a LA GACETA: “es parte de mis preocupaciones y pensamientos diarios”.

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La negociación familiar era tocar el piano antes de salir a jugar a la pelota. “De alguna manera, mi vieja me salvó la vida obligándome a estudiar el piano cuando no sabía leer, tenía cuatro años. Sin el piano sería un depresivo sin cura”, admite. Pero aclara: “hubiese dado absolutamente todo por ser el 9 de Estudiantes; es tremendo pensar que ese sentimiento va a estar hasta el final de mis días”.

Iaies regresa acompañado por el cordobés Mariano Loiácono (estuvo en mayo junto a Vincent Herring, en el Festival Internacional de Jazz), con quien presentará esta noche en el teatro San Martín su disco “Nikli song”. De trabajar con otros instrumentos (percusión, guitarra y contrabajo), ahora se complementa con un viento. “Eso habla de mis múltiples intereses y de la necesidad de cambiar permanentemente, es un antídoto para no achancharme. Siempre estuve muy obsesionado con cambiar entre disco y disco. También implica haberme asumido como compositor, lo que me obliga a llevar adelante varias ideas a la vez para darle cauce a tanta música nueva”, señala.

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El pianista elogia a su compañero de escena: “Mariano ha estado presente en mi trabajo desde hace tiempo y es uno de mis músicos de jazz preferidos, no sólo de la escena local; no hay que explicarle nada porque siempre te la devuelve redonda y al pie” (una vez más, el fútbol se cuela en su respuesta).

El repertorio estará integrado casi totalmente con música compuesta por Iaies para dúo de piano y flugelhorn (de la familia del fiscorno), cuyo sonido intimista lo seduce. “Los que disfrutaron a Mariano en su faceta más impetuosa de trompetista se van a encontrar con alguien mucho más reflexivo. Hay varios valses y baladas, algo de Luis Alberto Spinetta y del Cuchi Leguizamón y, obviamente, algo un poco mas frenético”, adelanta.

El año pasado le dijo al titular del Ente de Cultura, Mauricio Guzmán, que le tenían que dar la ciudadanía tucumana por lo bien que se sentía en la provincia y por la importancia de mantener vivo por 50 años el Septiembre Musical. “Está convertido en una razón de estado; no hay algo así en ningún otro lugar del país”, apunta.

El compositor estuvo debajo del escenario en el reciente Festival de Jazz, al que ayudó a concretar desde su rol como organizador de la fiesta internacional anual en Buenos Aires. “Hay una escena jazzera local, hay músicos y público. Los ayudé desde mi experiencia para el puntapie inicial al festival, al contarles cómo acertamos con algunas cosas y pifiamos con otras, y cómo las corregimos. No es un amontonamiento de conciertos y eventos en pocos días, sino que debe tener un argumento y un eje. Creo que habrá continuidad en 2018: están el deseo y la decisión para construir una tradición. Hay que llevarlos de a poco, no dejarse ganar por la ansiedad y tener objetivos a mediano plazo. Por eso no se debe pensar dónde queremos estar el año que viene sino en 2028 e ir estableciendo postas. Es muy valioso que buena parte de la programación la hayan armado los músicos tucumanos y me sirvió para conocer lo que sucede. De hecho, para este año en el de Buenos Aires hemos invitado a Melina Imhoff y a Julio González Goytia y su trío”, anuncia.

Su segundo disco fue a fines de los 90. “Las tardecitas de Minton’s” eran versiones en clave de jazz de tangos famosos, pero ahora Iaies está más interesado en tocar su propia música: “soy un poco mejor pianista y hay cosas que no se han alterado, básicamente mi veneración por la melodía como hoja de ruta básica de toda la música popular”. “A mí me gusta tocar tangos y folclore, me permito algunos juegos que cuando tocás música original se complican -apunta-. Ahora, con El Colegiales Quartet, tocamos zambas, chacareras, ritmos latinos, todo desde una perspectiva jazzista. Escribí muchas zambas y tocarlas es un desafío apasionante”.


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