El E.T. en el cielo de Mancopa

El E.T. en el cielo de Mancopa

En el aeroclub Los Tucanes se puede hacer vuelos de bautismo en trikes, un triciclo con alas que te convierte en pájaro.

-LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.- -LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO.-
30 Agosto 2017

Matías Rodríguez mira de reojo. No tiene miedo, dice. Está ansioso, lo demuestra. Lleva varias horas esperando para subirse a una de esas máquinas desconocidas, mezcla de avión de juguete que salió demasiado bien y pudo volar, y bicicleta mágica de E.T., el extraterrestre. Steven Spielberg sobrevuela el cielo de Mancopa un domingo cualquiera.

Matías tiene 28 años y hace 20 que no se despega del suelo, al menos no a bordo de un artefacto con alas y motor. Se ha acercado hasta el aeroclub Los Tucanes para ver de qué manera hacerlo, durante la Jornada de Deportes Aéreos que organizaron el domingo pasado. Aviones de distinto porte, helicópteros y paracaidististas danzaban sobre su cabeza mientras él esperaba su turno para volar en un trike, los protagonistas de la jornada.

Publicidad

Un trike no es otra cosa que un aladelta motorizado. Desde la tierra parece un triciclo o un carrito con alas y motor, un artefacto hecho en un garage que te conecta con los primeros experimentos de la historia de la aeronáutica. Y algo de eso hay, porque es un vehículo experimental para uso deportivo.

-OSCAR MAMBRINI Y SU FAMILIA VOLADORA.-

Una moto y a volar

“Dale cuerda”, le dice a su hijo Oscar Mambrini, un caballero del aire tucumano. Carlos tira la cuerda y el motor se enciende para hacer rotar una hélice que impulsará al carrito hasta la cabecera de la pista. Por radio llega la autorización para el despegue y comienza el rodaje a gran velocidad. Hasta ese momento nada es distinto a andar en una moto. Pero de repente la bicicleta voladora se eleva como por alguna fuerza extraterrestre y el aire se convierte en ruta.

Publicidad

Sos un pájaro, con el viento acariciándote la cara, haciéndote cosquillas en todo el cuerpo. No es adrenalina... es un paseo placentero y amable. No cabe más aire en los pulmones y felicidad en la cara de los acompañantes y de los pilotos, no importa cuántas horas de vuelo tengan. “Lo mejor de todo es que es algo muy seguro, porque si el motor se quedara sin potencia, por ejemplo, comenzás a planear con el ala hasta aterrizar en cualquier lado, como en un aladelta sin motor...”, dice con total tranquilidad Mambrini, que tiene más de 35 años en este deporte y que además fabrica estos pájaros que en vez de sangre usan nafta.

Matías aterriza y la cara de felicidad no se la puede guardar en ningún lado. “Es muy divertido y el ver desde el aire todo... no sabemos qué sienten los pájaros, pero debe ser algo muy parecido a esto”.

caballeros del aire 
oscar mambrini y su familia voladora
Y un día, después de varios años de volar en aladelta, de competir en las montañas y de ganar campeonatos, Oscar Mambrini (71 años) se dio cuenta de que tenía ganas de volar con motor. Ya no le alcanzaba sólo con planear. Entonces comenzó a construir trikes, aladeltas con motor, y a probarlos por su cuenta. Entre su ocupación como comerciante y su deporte del alma, armaba estos bichos con esqueleto de tubos de aluminio, polímeros, fibras y alas.
Mambrini es una de las leyendas de la aeronáutica deportiva de la provincia. Los pilotos dueños de trikes, hechos por él o comprados afuera, le prestan sus vehículos con los ojos cerrados. “Suba tranquilo, es buen piloto, tiene apenas 35 años de experiencia”, le dice José “Pepe” Gálvez -otro caballero del aire- al cronista de LA GACETA cuando Mambrini se ofrece a dar un paseo en el cielo de Mancopa, en el aeroclub de Los Tucanes.
Oscar comparte esta pasión con su familia. Su hijo Carlos, y sus nietos (en la foto), su hija Gabriela, su yerno César... Todos lo acompañan y viven el deporte con la misma pasión que “el viejo”. “Es un loco divino, le encanta lo que hace. Una vez le puso un motor de Citroën a un triciclo, cuando nosotros éramos chicos”, cuenta Gabriela. Entre las hazañas y obras maestras de Mambrini está su trike último modelo, el que aparece en la foto. Es un biplaza con carro de fibra y motor de auto: el de un Peugeot 205, de 1.4 CC naftero, cuatro cilindros, que cambió el pavimento y las rutas por el aire y las nubes.

BAUTISMO. Matías Rodríguez, a punto de despegar para volar en trike. 

> Caballeros del aire 
Oscar Mambrini y su familia voladora

Y un día, después de varios años de volar en aladelta, de competir en las montañas y de ganar campeonatos, Oscar Mambrini (71 años) se dio cuenta de que tenía ganas de volar con motor. Ya no le alcanzaba sólo con planear. Entonces comenzó a construir trikes, aladeltas con motor, y a probarlos por su cuenta. Entre su ocupación como comerciante y su deporte del alma, armaba estos bichos con esqueleto de tubos de aluminio, polímeros, fibras y alas.
Mambrini es una de las leyendas de la aeronáutica deportiva de la provincia. Los pilotos dueños de trikes, hechos por él o comprados afuera, le prestan sus vehículos con los ojos cerrados. “Suba tranquilo, es buen piloto, tiene apenas 35 años de experiencia”, le dice José “Pepe” Gálvez -otro caballero del aire- al cronista de LA GACETA cuando Mambrini se ofrece a dar un paseo en el cielo de Mancopa, en el aeroclub de Los Tucanes.
Oscar comparte esta pasión con su familia. Su hijo Carlos, y sus nietos, su hija Gabriela, su yerno César... Todos lo acompañan y viven el deporte con la misma pasión que “el viejo”. “Es un loco divino, le encanta lo que hace. Una vez le puso un motor de Citroën a un triciclo, cuando nosotros éramos chicos”, cuenta Gabriela. Entre las hazañas y obras maestras de Mambrini está su trike último modelo, el que aparece en la foto. Es un biplaza con carro de fibra y motor de auto: el de un Peugeot 205, de 1.4 CC naftero, cuatro cilindros, que cambió el pavimento y las rutas por el aire y las nubes.

-ATARDECE. El domingo despidió la jornada aérea con postales cautivantes. 

> ¿Qué es un trike?

Es un aladelta con motor. Puede ser mono o biplaza. El piloto maneja la aeronave de la misma manera que un aladelta. El motor y las alas se montan sobre una especie de triciclo de tubos, pudiendo ser carrozado o no.

¿Para qué sirve?

Los trikes son usados principalmente como vehículos deportivos, como el parapente o el aladelta mismo. También puede ser usado como medio de transporte aéreo para distancias cortas.

 ¿Cómo funciona?

El principio de funcionamiento es bastante sencillo. El motor hace girar una hélice que impulsa el trike (carro o triciclo, en inglés) y cuando toma velocidad, el piloto realiza el despegue con un movimiento del ala.

¿Qué altura alcanza?


Es muy variable, porque depende de la temperatura del aire y de la presión atmosférica. Alrededor de 300 metros puede ser una altura habitual y puede llegar hasta 3.000 metros o más, según las condiciones climáticas y la potencia del motor.

¿Qué motor usan los trikes?

Cualquier motor puede ser adaptado para estos bichos del aire. Se utilizan tanto motores específicos de aeronáutica como de vehículos terrestres. Entre los más utilizados están los Rotax de 50 HP.

 ¿Cuánto cuesta?

Por unos U$S 15.000 se puede tener un trike. Alfredo Domínguez, presidente de Los Tucanes (Mancopa) compara el precio del trike con el de un equipo para iniciarse en el endurismo. Un curso de piloto ronda los $ 15.000 (10 horas).


Tamaño texto
Comentarios
Comentarios