En Concepción, la terminal tendrá 15 andenes y una sala de espera con forma de “pecera”

La obra de la terminal de ómnibus de Concepción, o Estación de Transferencia de Pasajeros, ingresó en su último tramo de ejecución. El intendente Roberto Sánchez estimó que el edificio, que se levanta al sur de la ruta 65 en el sector conocido como El Terraplén, estará concluido antes de fin de año, aunque comenzaría a funcionar a pleno en 2018.

La obra, que tiene un avance del 95%, será la segunda en importancia en la provincia, luego de la terminal de la capital. “Los trabajos están en la etapa de definición de los detalles. Es decir, con la infraestructura edilicia realizada, se avanza en las labores de culminación de las caminerías, de los sanitarios, del pintado, de la instalación de los artefactos eléctricos -tanto internos como externos-, en la colocación de vidrios y en la organización administrativa del lugar”, precisó el referente de Cambiemos a LA GACETA.

Interrupciones

Las tareas de construcción de la terminal se pusieron en marcha en 2011, durante la gestión del ahora legislador Osvaldo Morelli, y desde entonces surgieron varias interrupciones por cuestiones presupuestarias. El predio dispone de una infraestructura techada de más 3.000 metros cuadrados, con un sector comercial y otro parquizado destinado a la recreación y a la práctica de trekking. En este último sitio se plantarán cientos de especies autóctonas de árboles.

El último de los tropiezos que sufrió el proyecto se remonta a 2015. En junio de ese año, el ex secretario de Obras Públicas de la Nación José Francisco López (ahora detenido por un caso de corrupción), aprobó la transferencia de $15 millones para la segunda etapa del proyecto.

Sin embargo, los trabajos se paralizaron y se desconoce si el dinero ingresó al municipio al no existir documentación respaldatoria, según la Intendencia. Sánchez, a pocos de asumir, resolvió reanudar la obra. “Desconocemos si hubo malversación o desvío de fondos, pero al menos nos dimos con muchas desprolijidades. Por ejemplo, la cerca perimetral que figuraba como construida la estamos haciendo nosotros. Además, hay varios ítems que no están rendidos. Son cuestiones que las tuvimos que resolver con la Nación a fin de poder avanzar”, apuntó Sánchez.

Para la reanudación de la obra, la Nación le remitió a Sánchez $ 5 millones, sobre un total de $15 millones previstos. Al incrementarse el presupuesto original el jefe municipal -según explicó- debió asumir con recursos propios el desfase monetario.

Viejo anhelo

La primera iniciativa tendiente a la realización de la estación se remonta a 1966.

Fue cuando el Concejo Deliberante de Concepción aprobó una ordenanza mediante la cual autorizó al Departamento Ejecutivo a gestionar los recursos para la obra, considerada ya entonces de suma necesidad para el municipio.

En 1976, el entonces interventor municipal Eduardo Vela puso en marcha en el extremo noreste de la ciudad los trabajos de un proyecto que no alcanzó a avanzar ni un 10%. La poca estructura levantada quedó abandonada y como vestigio de otra frustración para los vecinos.

Mano de obra

“Esta obra ya está a un paso de ser una realidad que comenzará a dar sus frutos en pocos meses, cuando la inauguremos y el movimiento de colectivos y pasajeros se concentre aquí”, sostuvo Sánchez. “En este lugar, ahora mismo trabajan directa e indirectamente más de 100 personas. Y cuando se ponga en funcionamiento la terminal trabajarán muchas más”, añadió.

Miguel Abboud, secretario de Obras Públicas del municipio, precisó que la estación dispondrá de 15 andenes.

“Básicamente tuvimos que resolver muchos vicios ocultos al reanudar la obra. Estos problemas no fueron estructurales, pero sí de humedad y otras cuestiones mal resueltas. Así ampliamos la zona de bar que era muy mezquina, replanteamos los accesos, cuadruplicamos el sector de estacionamiento que era ínfimo, y corregimos la parte de distribución de bultos y encomienda”, explicó.

“Sin dudas esta estación será la más importante del interior de la provincia. A las boleterías se las diseñó hacia el interior, como en un aeropuerto; y la sala de espera se asemejará a una pecera, al ser vidriada. Tendrá un hall central con negocios, una confitería y un sector de administración”, enumeró.

La Estación de Transferencia de Pasajeros será administrada por la propia Municipalidad, a través de la reglamentación de una ordenanza ya aprobada por el Concejo Deliberante local. “Hay que ver varias cuestiones vinculadas con el recorrido de los colectivos, la seguridad y la relación con las empresas”, amplió Sergio Batallán, responsable del diseño del catálogo reglamentario.

“De todos modos este trabajo de funcionalidad administrativa ya casi está listo”, aseguró.