Abel Pintos: “en el silencio se aprenden muchas cosas”

Abel Pintos: “en el silencio se aprenden muchas cosas”

Será su sexto show en suelo tucumano en lo que va del año. La ansiedad que provoca el encuentro con el público es la misma que sintió la primera vez que subió al escenario del Festival Atahualpa, en los albores de su carrera. Por eso define a la relación con sus seguidores como de un cuidado mutuo, que excede lo artístico y que lo conmueve constantemente.

16 Agosto 2017

PRIMERA NOCHE DEL ATAHUALPA

• El festival comenzará a las 20 en el club Central Córdoba (avenida Alem 790). Entradas para esta noche: VIP $1.000, platea $ 600 y general $300.

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Abel Pintos se compara con un deportista de alta competencia: antes y después de cada show que ofrece se prepara atentamente para brindarse al máximo y estar listo para el siguiente. “Elongo mucho antes de salir al escenario y precaliento los músculos como si fuese a jugar un partido de fútbol, y al terminar hago lo mismo que cualquier deportista. También vocalizo por aproximadamente 40 minutos antes de una actuación, y luego del show hago una especie de desvocalización, que lleva entre 15 y 20 minutos para aflojar toda la musculatura de la garganta y quitarle presión sanguínea a las cuerdas vocales”, le explica a LA GACETA, durante una entrevista exclusiva.

Abel corta su descanso para atender el teléfono. El llamado desde Tucumán lo moviliza. “Eso sí, debo recuperarme de los shows, que son muy intensos porque me cuesta mucho dosificar las emociones, y seguramente durante el concierto no voy a medirme en lo que vaya a entregar física y vocalmente”, afirma.

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Esta noche será la figura central de la gran apertura del XXII Festival Atahualpa en el club Central Córdoba, que se realizará en homenaje al bombisto de Los Manseros Sanmtiagueños, Guillermo Fatiga Reynoso, fallecido hace un año. La cartelera se completará hoy, el sábado y el domingo con artistas de primer nivel internacional y la conducción de Belén Pereyra Colombano y Catto Emmerich.

En toda la charla Pintos tuvo presente al público, que hoy lo podrá ver por sexta vez en el año en Tucumán. “Yo me dedico a hacer música y alguien a escucharla, pero ningún rol es más importante que el otro. Son complementarios porque, al final, entre ambos le vamos a dar vida a la música para que la música nos de vida a nosotros”, destaca.

- Viniste varias veces a la provincia en este 2017. ¿Cómo manejás este regreso?

- La expectativa es grande pero también es muy grande la emoción que siento en cada presentación. Mi entrega es absoluta e inevitable en cada concierto.

- Si terminás agotado, ¿cómo trabajás tu recuperación para el siguiente show?

- Mi rutina se basa en la alimentación, una buena cantidad de horas de descanso y un buen trabajo previo y posterior al concierto. Tengo que estar muy presente en lo físico y en lo vocal, que al final son las herramientas que voy a poner en ejercicio para transmitir lo más importante, que es lo emocional. Hay mil métodos y con el paso del tiempo uno tiene que conocer su propio cuerpo, que es su propia máquina, y saber qué tratamiento darle, tanto para activarla como para descansarla.

- El público es la otra máquina que complementa el show. ¿También la conocés?

- La conozco muy bien, pero la relación crece porque seguimos conociéndonos con el paso del tiempo; por suerte cada vez es más la gente que se va sumando a mis propuestas. Al mismo tiempo, yo voy atravesando distintas etapas de la vida, como todo el mundo, por lo que cada vez que nos encontramos vamos siendo testigos de los cambios naturales en la vida del otro, de los distintos ciclos y etapas. Hay público en los conciertos que hace 20 años que me sigue, pero también otro nuevo, con el que estamos empezando el vínculo.

- ¿Te sentís contenido por tus seguidores en esos cambios que atravesás?

- Sí, porque nos respetamos mucho y mutuamente nos damos espacio a esos cambios que experimentamos cada uno. No los juzgamos, sino que los recibimos y nos conectamos con ellos.

- Aunque pueda sonar injusto con el pasado, ¿este es tu mejor año?

- Es un buen año y un buen tiempo, sin lugar a dudas, aunque el presente siempre es lo mejor para mí, porque estoy aquí, trabajando, haciendo mi vida, sintiendo y experimentando. Sí es uno de los años más productivos que haya tenido en mi carrera.

- Este presente te devuelve premios y, sobre todo, gente que acampa por días para comprar una entrada. ¿Qué significa?

- Es increíble, es conmovedor y por eso me ocupo de darle las gracias constantemente por cada gesto que tiene conmigo. Acampar por una entrada o esperar horas afuera de un hotel para sacarme una foto trasciende lo artístico, va más allá de lo musical y se mete en lo personal. Siento que me entienden cuando no puedo saludarlos, que me cuidan y que saben que tengo que descansar antes de una actuación. Soy un ser humano que se dedica a cantar y como tal, me pasan todas las cosas que le ocurren a cualquiera en su vida. El público es muy sensible.

- Ese afecto estuvo presente a principios de año, cuando actuaste en Monteros en medio de un temporal y la gente no se movió...

- Lo recuerdo perfectamente. La gente sabe que, mientras no haya peligro, vamos a seguir aguantando. Nos cuidamos, los cuidamos y nos cuidan. Y ese afecto es recíproco: cada uno da lo mejor de sí y sabemos que todo lo hacemos en pos de que cada concierto sea un recuerdo inolvidable y feliz. No considero al público un ente separado del espectáculo, sino parte de lo mismo. Estamos en un mismo sitio, compartiendo y volviéndonos parte de la misma emoción, cada uno cumpliendo con un rol determinado y fundamental para el éxito de ese encuentro, que es más que lo artístico y que apunta a estar satisfecho por lo sucedido. Es una comunión.

- Al lanzar “Once” reconociste que tenías tus reservas acerca de qué podría pasar con el compás de silencio en “Como te extraño”. ¿Sentís que te respetaron en la industria, así como lo hace el público?

- Tenía mucha expectativa. Antes de grabarla, la compañía (Sony) ya había decidido que el tema iba a ser el corte de difusión. En el estudio, al grabar, nos planteábamos que no sabíamos qué iba a pasar cuando se la pasase por radio, porque es muy complicado sostener un compás entero de silencio sin una imagen que lo aguante. Todos los medios de comunicación fueron súper amables al comprender la obra de esa manera.

- ¿Por qué la compusiste así?

- Porque lo necesitaba la canción. No era una decisión productiva musical, sino un verso más en silencio, una parte compositiva de la canción que le da sentido. Y Sony lo respetó y nos dijo que lo más importante es poder mostrar la obra como uno quiere hacerlo. Es uno de los momentos más interesantes y oportunos de la historia que se cuenta. Por eso cuando gané el premio Gardel a canción del año, les agradecí a todos por comprender que el silencio también es música. Creo que en el silencio se aprenden muchas cosas, y en “Como te extraño” lo expresé de una forma muy literal.

- ¿Cómo sos antes de un show?

- Tal vez no se me nota mucho, pero soy muy ansioso, aunque no lo sufro sino que lo disfruto. Trabajo mucho sobre mis ansiedades. Y es fuerte que el público tenga esa misma ansiedad por compartir mi música.

- El Festival Atahualpa es uno de los primeros grandes escenarios en los que actuaste. ¿Qué implica volver?

- Significa mucho para mí, tanto cuando estoy presente como cuando no puedo estar, porque es importante para un pueblo que quiero mucho como el tucumano, que espera este momento todos los años. Siempre estoy al tanto de lo que sucede en el Atahualpa, incluso cuando no puedo cantar en él, y me pone muy contento su crecimiento para festejar la música de Tucumán y de la Argentina. Con Rubén Urueña tenemos una relación de muchos años, nos conocemos mucho y cuando me invitó para una fecha especial del festival no lo dudé. Será el encuentro con mucha gente que no me pudo ver en las funciones que di a principios de mes y para quienes quieran repetir la experiencia.

- ¿Será un show distinto de los hechos en el ciclo del Teatro Mercedes Sosa?

- Sí. No va a ser el mismo show, sino que vamos a variarlo para poder seguir ofreciendo cosas nuevas al público.

- ¿Ya empezó a construirse el próximo disco en tu cabeza?

- Estoy preproduciendo dos discos al mismo tiempo. Uno continúa la línea de lo que es “Once” y lo que viene siendo mi carrera en los últimos años, y el otro es de música folclórica argentina y latinoamericana. No tengo idea cuál va a ser el próximo paso. A la hora de editar un material nuevo soy muy genuino con las cosas que quiero decir y desde dónde quiero hacerlo. En su momento tendré que decidirlo. Por lo pronto, tengo actualmente pulsos de creatividad que refieren a las dos estéticas, por más disímiles que sean. Las voy trabajando muy de a poco, porque el proceso creativo es muy bonito, incluso en gira; es un tiempo de mucha sensibilidad, mucho ahínco y mucha libertad.

Antes del gran protagonista
cuatro teloneros abrirán la noche
Integran uno de los dúos de mayor ascenso en el folclore argentino. Hace ocho años comenzaron su camino como Nacho y Daniel, para simplificar su nombre completo: el salteño Sergio Daniel Campos Moisés es hijo de Tomás Tutú Campos (ex Las Voces de Huayra y Los Cantores del Alba); mientras que el cordobés Luis Ignacio Nacho Prado comenzó en el cuarteto antes de volcarse a las zambas y chacareras. El dúo abrirá en el club Central Córdoba la noche que cerrará Abel Pintos. La cartelera también anuncia al grupo jujeño Tunay, que aportará la fuerza y la alegría de su juventud (lo demuestra su tema “WhatsApp Carnavalero”); a Facundo Toro, el hijo de Daniel Toro, que trae nuevo disco (es su novena producción), donde recorre cumbia, bachata y candombe, aparte de los ritmos argentinos; y a Taa Huayras. El Atahualpa continuará el sábado, con El Chaqueño Palavecino, Los Nocheros, Sergio Galleguillo y Los Kjarkas; y el domingo, con Jorge Rojas, Los Tekis, Por Siempre Tucu y Los Huayra, entre muchos otros artistas.
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Integran uno de los dúos de mayor ascenso en el folclore argentino. Hace ocho años comenzaron su camino como Nacho y Daniel, para simplificar su nombre completo: el salteño Sergio Daniel Campos Moisés es hijo de Tomás Tutú Campos (ex Las Voces de Huayra y Los Cantores del Alba); mientras que el cordobés Luis Ignacio Nacho Prado comenzó en el cuarteto antes de volcarse a las zambas y chacareras. El dúo abrirá en el club Central Córdoba la noche que cerrará Abel Pintos. La cartelera también anuncia al grupo jujeño Tunay, que aportará la fuerza y la alegría de su juventud (lo demuestra su tema “WhatsApp Carnavalero”); a Facundo Toro, el hijo de Daniel Toro, que trae nuevo disco (es su novena producción), donde recorre cumbia, bachata y candombe, aparte de los ritmos argentinos; y a Taa Huayras. El Atahualpa continuará el sábado, con El Chaqueño Palavecino, Los Nocheros, Sergio Galleguillo y Los Kjarkas; y el domingo, con Jorge Rojas, Los Tekis, Por Siempre Tucu y Los Huayra, entre muchos otros artistas.

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