“El ladrón le dijo a la Policía que mataría a a todos los clientes”

“El ladrón le dijo a la Policía que mataría a a todos los clientes”

Violento asalto en un comercio de Las Talitas

CON MIEDO. La encargada, Inés Rodas, llegó a pensar que la iban a asesinar. la gaceta / foto de hector peralta CON MIEDO. La encargada, Inés Rodas, llegó a pensar que la iban a asesinar. la gaceta / foto de hector peralta
15 Agosto 2017

Los asaltantes ingresaron armados a la carnicería y exigieron a todos los presentes que se tiraran al piso. De pronto, vieron una luz azul intermitente y supieron que llegaba la Policía. Uno de ellos escapó de a pie; mientras que el otro, lento de reflejos, se veía acorralado. Pero no tenía intenciones de rendirse y desde adentro del local le gritó a la Policía que, si no retiraban las patrullas, comenzaría a matar a los clientes. Tras unos segundos, que parecieron una eternidad para los rehenes, el hombre bajó la pistola y se entregó.

El violento episodio ocurrió el domingo al mediodía en la ruta 305, en Las Talitas. “Habrán sido las 11.30. Sinceramente, no pude ver demasiado. Golpearon a un empleado y lo metieron a empujones dentro del local. Entraron con armas y nos gritaron que nos teníamos que tirar al piso. Un hombre con tres chiquitos se refugió en la cámara frigorífica donde guardamos la carne, otro cliente se escondió en el baño”, relató la encargada de “La Unión”, Inés Rodas.

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Según la mujer, todo fue muy rápido, aunque a ellos les pareció demasiado tiempo. “La Policía llegó prácticamente detrás de ellos. Estuvieron acá en dos segundos”, relató. Según los registros oficiales, dos efectivos de la Patrulla Motorizada estaban realizando un recorrido de prevención por la zona, cuando un hombre “de forma muy nerviosa” los alertó acerca de que dos asaltantes habían ingresado a la carnicería.

“Me pedían todo el dinero de la caja, pero en ese momento sólo tenía sencillo. Pensé que cuando la abrieran y se dieran cuenta de que no había nada, nos iban a matar a todos”, lamentó Rodas.

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Entre gritos y disparos

Cuando llegó la Policía, uno de los asaltantes huyó corriendo por el frente, piso cemento que aún no estaba seco, giró en un pasillo y se perdió por el fondo. “Me marcó todo el contrapiso”, se quejó Franco Villafañe, quien estaba trabajando en el lugar. Uno de los policías lo persiguió y lo atrapó a los 300 metros. Sin embargo, la situación más riesgosa se daba dentro del local.

“El ladrón le dijo a la Policía que mataría a todos los clientes si no se iban. Después les disparó (a los uniformados). Pensé que iba a comenzar un tiroteo, pero los policías no quisieron tirar porque estábamos nosotros adentro. Desde afuera se escuchaban los gritos de los chiquitos”, exclamó la encargada. Luego de un intercambio de gritos y amenazas, el asaltante se vio acorralado y tiró su arma.

Según se pudo saber, uno de los aprehendidos tiene 26 años y es de Villa Mariano Moreno; su cómplice, de 28, es de la San Miguel de Tucumán. El arma que les quitaron es una pistola automática calibre 45, que estaba cargada.

“Esta es la segunda vez que me asaltan así. En la primera, me gatillaron en la cabeza. Es más, uno de los asaltantes de esa vez anduvo durante la semana por acá. Yo me di cuenta de las intenciones y corrí hasta la ferretería. Por suerte, en esta ocasión la Policía actuó muy bien”, cerró Rodas.

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