Un viaje para disfrutar del camino

Un viaje para disfrutar del camino

Gustavo Patiño presenta “De los Andes a las Yungas”, un recorrido sonoro cultural de Jujuy

CREADOR. Gustavo Patiño no piensa demasiado en el destino donde llegará. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo) CREADOR. Gustavo Patiño no piensa demasiado en el destino donde llegará. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo)
21 Julio 2017

DOS FUNCIONES

• Hoy a las 23.50 en La Negra (General Paz y Miguel Lillo).

• Mañana a las 22 en la Casa de la Cultura de Tafí Viejo (avenida Alem753).

En un mismo territorio coexisten tantas culturas como identidades. La delimitación de una provincia encierra formas diferentes de manifestarse en distintos aspectos de la vida cotidiana, que van desde estéticas hasta cosmovisiones generales.

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“De los Andes a las Yungas” es una suerte de muestrario que Gustavo Patiño hace de lo que existe en el Jujuy que eligió para vivir. Confiesa que su nuevo disco (mayormente con composiciones propias), en el que conviven carnavalitos con chacareras, vals con takirari, cuecas con landó y otros ritmos, es un recorrido de oeste a este que podría también transitarse al revés. Lo presentará esta noche en La Negra Restaurant y mañana, en Tafí Viejo.

“Los Andes y las Yungas son geografías muy diferentes que han marcado y caracterizado el desarrollo de varias culturas que siguen vivas y vigentes, con sus lenguas y costumbres, de lo más alto y frío a lo más bajo y caluroso. Hubo un intento de respaldarlas institucionalmente, pero siguen sufriendo el acoso que existió siempre desde que llegó el conquistador español. Hasta que no se les reconozcan sus derechos y el espacio donde viven, y se respete todo lo que la cultura significa para ellos, seguirán siempre igual. Este tema tiene 500 años y aún no está resuelto”, remarca en diálogo con LA GACETA.

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Patiño aclara: “ese acoso lo estamos viviendo todos en este momento, e incluye la transculturalización que nos golpea”. Su nueva producción sale por el sello independiente Kultur. “Es una decisión y, a veces, la única posibilidad de dar a conocer mi material”, sostiene. “Permanentemente estamos creando; compartir lo que hacemos es una necesidad. Buscamos las formas que estén a nuestro alcance para hacerlo, dentro de nuestras limitaciones, porque no le interesamos a las grandes compañías. El gran aliado actual es Internet”, señala.

Junto con el disco físico (“siempre lo hacemos por una cuestión de contacto y de que se distribuya”, dice), es de descarga gratuita en www.gustavopatiño.com.ar, ya que el proyecto artístico no encierra un objetivo económico.

“Por este motivo, los sellos comerciales no nos contemplan; su negocio no es el CD, sino participar en porcentaje de los shows y se acercan a músicos muy conocidos, que llenen estadios. La valoración de lo que se hace no es proporcional a la venta de discos. Soy artista y tengo un objetivo totalmente diferente a una empresa discográfica, porque privilegio conectarme con la gente. Todo puede convivir, pero siempre y cuando haya puntos en común”, explica.

Su disco tiene dos imágenes: en una se lo toma de frente y en la otras, de espaldas. “Es que voy y vuelvo, es un viaje de ida y vuelta porque lo importante es no quedarse quieto física y mentalmente, a nivel creativo y espiritual. Hay que estar permanentemente en movimiento, que es lo que nos identifica como personas vivas y con necesidades creativas. Lo que hagamos puede ser lindo o feo, pero es nuestra creación y una manera de comunicarnos con otras personas y así compartir opiniones, sentimientos y sensaciones. Yo sé que hay un camino que se construye todos los días; uno se imagina el destino, pero a veces no es el que se alcanza en la realidad. Si uno piensa mucho en el destino, se pierde precisamente de disfrutar el sendero. Mi intención es ver, creer y aprender de ese recorrido, plagado de sorpresas y de gente. Puedo llegar a 10 metros o dar la vuelta al mundo”, afirma con la guitarra en la mano y sin detenerse.

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