Gils Carbó deberá comparecer ante la Justicia

Gils Carbó deberá comparecer ante la Justicia

El juez Ercolini citó a indagatoria a la procuradora General de la Nación por supuestas irregularidades en la compra de un edificio público La movida judicial en Tribunales, en relación con investigaciones de corrupción de funcionarios del kirchnerismo, tiene desde ayer compañía en el mundo político con el inicio de la actividad electoral

15 Julio 2017

BUENOS AIRES.- El juez federal Julián Ercolini citó a declaración indagatoria a la jefa de los fiscales federales del país, Alejandra Gils Carbó, para el próximo 31 de agosto, para que brinde explicaciones por supuestas irregularidades en la compra de un edificio de la Procuración General de la Nación (PGN) en el microcentro porteño.

Ercolini convocó a Gils Carbó y a otras 10 personas en la causa que investiga la compra del inmueble para el Ministerio Público Fiscal ubicado en la calle Perón 667, por casi $ 44 millones.

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Los convocados como sospechosos son Osvaldo Leguizamón (3 de agosto), Jorge Daniel Domanico (7), Héctor Zurita (9), Ignacio Costa Urquiza (11), Bárbara Jaureguiberry (14), Pedro Antonio Donato Viceconte (17), Roberto Daniel Martino (18), Adrián Marcelo González Fischer (22), Juan Carlos Thill (24), Guillermo Alfredo Bellingi (28) y Gils Carbó (31).

En esta causa se investiga la compra a la empresa Arfinsa, del Grupo Bemberg, del edificio ubicado en Perón 667 por parte de la Procuración General, que ya tenía su sede tradicional en la calle Guido al 1.500, en el barrio de Recoleta.

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En la operación, Arfinsa habría pagado una comisión de $ 7,7 millones a la inmobiliaria Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios, que a su vez habría contratado como asesor a Juan Carlos Thill, hermano del contador Guillermo Bellingi, subdirector general de la Procuración en el momento de la licitación del edificio.

El pedido de indagatoria había sido presentado el martes pasado por el fiscal Eduardo Taiano, quien sostuvo que la compra del edificio fue “direccionada” para favorecer a una empresa y satisfacer “intereses personales”.

El juez Ercolini hizo lugar ayer al pedido, al sostener que “se aprecia que la doctora Alejandra Gils Carbó y Guillermo Bellingi, en el marco de una operación en la que les correspondía intervenir con motivo de sus funciones, se interesaron en miras de la obtención de un beneficio, tanto para aquellas personas como para sí mismos”.

En una resolución de 22 carillas, el juez hizo hincapié en que “los particulares aspectos que dan cuenta de la manera en que fuera pergeñada y llevada a cabo la maniobra, permiten presumir la existencia de ofrecimientos y acuerdos previos para que, a cambio de dinero o de alguna otra dádiva, emitieran las disposiciones e instrucciones necesarias en la órbita de su competencia e hicieran valer su influencia para que funcionarios del área administrativa de la PGN hicieran lo propio, a fin de que el Ministerio Público Fiscal procediera a la adquisición de aquel inmueble”.

Según se sostuvo, “en virtud de la información privilegiada que manejaran los supuestos intermediarios, así como el direccionamiento con el que fuera llevada a cabo la licitación pública y el vínculo que une a Thill con Bellingi, se arriba al estado de sospecha requerido para la etapa que se transita sobre la influencia que el primero de los nombrados pudo haber ejercido en relación al segundo”.

“Y éste, a su vez, con la anuencia de Gils Carbó, sobre los demás funcionarios públicos que debían intervenir en las distintas instancias de tramitación del expediente, a fin de que se expidieran de modo tal que resultara Arfinsa Argentina Financiera SA la adjudicataria”, añadió. “Tomándose en consideración lo que surge de la prueba obtenida, que da cuenta de los movimientos registrados en las cuentas bancarias de titularidad de Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios SA y Juan Carlos Thill, en las que fueran depositados los cheques librados en su favor producto de las comisiones que obtuvieran, también existen indicios suficientes para presumir que los funcionarios de la PGN que intervinieran en la maniobra habrían recibido dádivas por su direccionada actuación”, afirmó el juez.

Responsabilidad

Gils Garbó aparece al final de la operación y en la Procuración sostienen que fue víctima de un empleado infiel. No obstante, en los Tribunales y en el Congreso señalan que políticamente es responsable de la compra, porque aparece firmando la operación y que éste es el camino más directo al juicio político que impulsa el Gobierno.

La procuradora, cuando asumió el cargo tras el alejamiento de Esteban Righi en el kirchnerismo, anuló una licitación previa y llamó a una nueva para comprar un edificio. El solar de Perón al 600 aparecía para la Procuración como el mejor, porque era el más barato, el más grande, el que ofrecía características que les convenían y que estaba a buen precio. (DyN)

COMISIONES DUDOSAS 
funcionario y hermano del asesor inmobiliario
Gils Carbó puso a cargo de la licitación para la compra del edificio al economista y autotitulado experto en transparencia Guillermo Bellingi. La procuradora determinó que Bellingi dependiera de ella de manera “directa”. La firma Arfinsa vendió el edificio, y pagó una comisión de $ 7,7 millones a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios. Bárbara Jaureguiberry, dueña de la inmobiliaria, abonó $ 3 millones por asesorar para la licitación a Thill, productor de seguros de La Plata. Thill resultó ser medio hermano de Bellingi. Buena parte del asesoramiento de Thill a Arfinsa/Jaureguiberry quedó registrado en mails. En uno de ellos, Thill le envió a la inmobiliaria copia del pliego de licitación antes de que se hiciera público. (infobae.com)
COMISIONES DUDOSAS 
Funcionario y hermano del asesor inmobiliario

Gils Carbó puso a cargo de la licitación para la compra del edificio al economista y autotitulado experto en transparencia Guillermo Bellingi. La procuradora determinó que Bellingi dependiera de ella de manera “directa”. La firma Arfinsa vendió el edificio, y pagó una comisión de $ 7,7 millones a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios. Bárbara Jaureguiberry, dueña de la inmobiliaria, abonó $ 3 millones por asesorar para la licitación a Thill, productor de seguros de La Plata. Thill resultó ser medio hermano de Bellingi. Buena parte del asesoramiento de Thill a Arfinsa/Jaureguiberry quedó registrado en mails. En uno de ellos, Thill le envió a la inmobiliaria copia del pliego de licitación antes de que se hiciera público. (infobae.com)

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