Cartas de lectores

¿Basurales cero?

Da pena ver tanta basura acumulada en el Barrio Padre Monti, como señala el lector Mario O. Rivet Vozza en su carta “Basura cero” (1/7). ¿Basurales cero? Si fue un proyecto, pareciera que ni siquiera lo comenzaron, porque Tucumán dentro de sus cuatro avenidas es una lágrima; basurales en cada esquina y denominadores comunes de vecinos indignados sin ver resolución alguna al tema. Este cuasiproyecto se lanzó hace mucho más de un año y medio y hoy sinceramente es “cero”, o sea todo sigue igual; nos mintieron. La mayoría de las veces logramos hacer pasar la escoba loca si reclamamos por este medio La Gaceta, que tanta colaboración brinda a la comunidad; sin embargo pasa y pasa el tiempo y los tucumanos nos inundamos de basurales, más la ayudita contaminante que aporta la SAT, lista completa. Tucumán está abandonada y arrodillada ambientalmente. Basurales cero sólo parece el título de una obra de teatro, una puesta en escena.

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Pedro Martínez Víctor Hugo Guardia [email protected]

Trabajos inconclusos

Hace tres meses aproximadamente, en calle Rondeau, entre el 1.900 y el 2.100, gente de la SAT o de la Municipalidad rompió la calle para cruzar unos caños y también rompió algunos tramos de vereda para colocar otros caños más. Terminaron el trabajo, taparon los pozos que hicieron, arreglaron el cordón y se fueron. Pero resulta que las zanjas grandes que cruzan toda la calle Rondeau, en su intersección con Amador Lucero y con Matienzo, quedaron solamente con tierra, por lo cual, con el paso de los vehículos, más alguna lluvia, la calle desaparece y queda como si no la hubieran tapado. ¿No se puede terminar bien el trabajo? Si hicieron correctamente el resto, diría el 90 %, ¿por qué no hacen lo que falta? Esos pequeños detalles son los que afean la ciudad, y hacen que la gente se forme una imagen negativa de la obra pública.

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María Alejandra Terán Pasaje Bertrés 223 San Miguel de Tucumán

El fin no justifica los medioS

A propósito del artículo de Carlos M. R. Roberts (LA GACETA, 1/7), “ Se nos viene una campaña sangrienta”, al parecer una de las técnicas de mayor rédito político es alentar el sentimiento de que la sociedad se divide entre buenos y malos; el populismo en especial intenta imponer sus ideas fomentando la división social. Nuestra historia ya está plagada de trágicos acontecimientos que han tenido su origen y se desarrollaron excitando al odio, dividiendo al pueblo entre santos y diablos. Ya lloramos muchas tragedias, acumulamos mucho dolor, odios, resentimientos y frustraciones; ya es hora de salir de esta histórica huella marcada con sangre de hermanos y derribar la muralla que nos separa del “mundo” de los otros; dejar de ser distantes y convivir en paz pese a las diferencias; aprender de una buena vez que gobernar es pactar; y que pactar no es ceder; que nunca la razón es patrimonio exclusivo de nadie y que aun entre extremos debe existir una causa común, el bienestar de todos sin distinción alguna. La sospecha de que estamos envueltos en un cruel circo de desvergüenza, mentiras y ridiculeces genera un irritante desasosiego, al no poder descubrir cuán libres y satisfechos podríamos llegar a sentirnos; o cuán libres nos gustaría llegar a ser como seres humanos y como sociedad. El fin justifica los medios es una frase que representa al maquiavelismo y quiere significar que cualquier medio para lograr un objetivo (en este caso político) han de estar por encima de la ética y la moral. Esta doctrina puesta en práctica por algunos defiende esta frase, que mantiene, asimismo, que los bienes públicos e incluso los ciudadanos pueden ser sacrificados en aras de lograr sus fines, utilizando medios inmorales, ilícitos, insolidarios e inhumanos (caso lo que vimos en la sede de Anses, en nuestra provincia: el paro sin previo aviso desconsiderado para con personas inocentes, ancianos y niños). Esta partida de maratón de agravios y malas acciones para lograr la destrucción del adversario es histórica en nuestro país, últimamente agravada en forma descarnada. Hay gente tan pero tan “democrática” que quiere llevar las elecciones a las calles y alejarlas de las urnas, en una dimensión de remolino polarizante que no superamos y que nos tiene a su merced, en especial a los más necesitados, que son manipulados por mercenarios contratados por los tramposos ávidos de poder. La pasión política siempre es mala consejera; aunque los políticos dicen comprometerse a hacer campañas con altura y unión, casi siempre, en una verborrea general poco concreta, o caen en discurso agresivo o en estrategias que se vislumbran nuevamente como una campaña enana, llena de trampas y falsedades para este pueblo que necesita justicia social, más desarrollo incluyente, menos violencia y mejores instituciones. Es hora de que la maldición de la mala política se acabe, que los pobres dejen de ser objetivo electoral, un número en los índices de pobreza y que a pesar de muchos embaucadores se decida llenar con dignidad las urnas. No es más grande quien más sitio ocupa, sino quien más vacío deja cuando se va.

Pablo J. Giunta Jujuy 575 San Miguel de Tucumán

El ADN radical

En referencia a la carta “EL ADN radical”, del lector José Luis Avignone (1/7), a propósito de mi carta “Acerca del radicalismo” (30/6), le digo que realmente no me preocupa y no siento ninguna aversión hacia su persona, ya que nunca transformo en personales las discrepancias ideológicas. Lo que me llama la atención es su cambio de postura desde hace dos años a la fecha, porque conozco su militancia y que defienda este modelo socioeconómico no concuerda con su trayectoria que, por cierto, como bien expresa, fue transparente ya que nunca me referí a que se haya enriquecido o que yo tuviese sobre él sospechas de corrupción. Con respecto a que pertenece a un partido que pertenece a una coalición, discrepo con él; sólo un minúsculo grupo de dirigentes que tienen el poder de decisión son los que quisieron esa pertenencia; si hace una encuesta sobre lo que opinan los afiliados creo se llevaría una sorpresa. Que se quede tranquilo; nadie me inspiró; solamente extrañé la fortaleza y entrega en la lucha por sus ideales que tenia en su juventud.

Fernando Carlos Brunet [email protected]

Jauría

¿Qué hacemos con la jauría de Junín y Paraguay? Al menos ocho perros de distintos tamaños están todos los días amenazando con morder a cuanto transeúnte, moto o bicicleta osa pasar por esa esquina. ¿A dónde denuncio? ¿A quién debo acudir?

Estela Figueroa [email protected]

Candidaturas testimoniales (I)

Cuán lamentable es observar que personas que fueron elegidas oportunamente por el voto popular para cumplir especificas funciones de gobierno, tengan actitudes y comportamientos que en lo absoluto reflejan el respeto hacia quienes depositaron su confianza en ellos (léase parte de una población tucumana); y puntualmente deseo referirme a la decisión de nuestro vicegobernador, Osvaldo Jaldo, y de algunos legisladores en actuales funciones, pertenecientes al oficialismo, de solicitar licencia en sus respectivos estamentos con el solo propósito de poder participar en las próximas PASO. Sobre el tema y con mayor de los respetos les comento y les recuerdo que todos ellos prestaron juramento ante Dios y los hombres de “cumplir con lealtad...”, etcétera, las funciones para las cuales resultaron electos; ahora bien, creo que la población toda necesita una clara explicación del porqué de estas transgresiones. Digo transgresiones, porque si bien creo que no existe una ley que les prohíba estas determinaciones adoptadas, parecería que están participando en un juego de azar, que como en todo juego de azar, se gana o se pierde la apuesta hecha, y a estos funcionarios les recordaría que cuando se pierde, lo apostado no se devuelve; es decir si tanto es su afán por integrar el Congreso de la Nación, jueguen en serio (aunque parezca incoherente la frase), donde la real apuesta sea la renuncia y no un pedido de licencia a sus respectivos cargos. Y continuando con la comparación de juegos de azar, la apuesta se efectúa antes de que comience el juego (las PASO) y no cuando finaliza el mismo.

Héctor René Gordillo [email protected]

Candidaturas testimoniales (II)

Llaman poderosamente la atención las declaraciones del señor José Cano (LA GACETA, 30/6), pues en ellas deja ver su desconocimiento, su ignorancia al pedir la renuncia del vicegobernador. ¿Hay alguien que lo asesore mejor? El vicegobernador fue electo por la mayoría del pueblo tucumano para ocupar el cargo; eso lo sabe Cano por que él fue quien perdió ante la dupla Manzur-Jaldo en 2015; debería saber también que él sí puede renunciar al cargo que ostenta en la Nación, porque ese cargo lo obtuvo como premio al escándalo mediático que generó después de haber perdido las elecciones, poniendo a todo el pueblo tucumano en titulares nacionales e internacionales, tratándonos de fraudulentos, mentirosos y estafadores. Es él quien ocupa un cargo puesto a dedo, y por eso debe renunciar para participar en elecciones; y dicho sea de paso, es él quien estafa a la gente, opinando acerca de construcciones de ingeniería desde su título de odontólogo. Que el vicegobernador Osvaldo Jaldo y las legisladoras Medina y Mendoza no renuncien; no deben hacerlo, el voto popular les dio ese cargo, y si el pueblo los apoya con su voto para que sean diputados, así será; para eso están las PASO. Que Cano haga política con ideas, luche por el pueblo tucumano y argentino; tiene el honor de ser el primer senador radical por Tucumán después de 45 años; también tiene la desdicha de haber perdido dos veces seguidas el puesto de gobernador. Que recuerde que él también pidió licencia en Diputados para asumir el cargo que hoy ostenta y que por las críticas de la diputada Donda finalmente renunció.

Juan Carlos Mamaní [email protected]

Sin agua

He tratado infructuosamente que la SAT solucione problemas de flujo de agua en mi domicilio. Hice reclamos por vía telefónica, por página web, por Expte Nº 1774-C-17 y esta semana en persona ¡pero sigo sin respuesta después de seis meses! La presión del agua es mísera, por lo cual no puedo cargar el tanque de agua, mucho menos lavar ropa y ni qué decir agua para limpieza y consumo. Mis gastos se han triplicado comprando agua para beber y lavandería.

Néstor Adolfo Cáneppa [email protected]

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