01 Julio 2017
La que sería la temporada en la que se pondría en práctica todo lo aprendido a golpes en la primera está resultando una lenta agonía para los Jaguares. El plantel que atravesó con suerte dispar la ventana internacional volvió a vestir de negro para cerrar la campaña de local e intentar hacerlo con un triunfo, además de seguir ajustando tornillos flojos en su sistema de juego.
No logró ni una cosa ni la otra el equipo argentino. Físicamente desgastado, pero sobre todo mentalmente venido abajo, Jaguares no fue capaz de aprovechar las limitaciones de un rival que tampoco ofreció demasiado, pero que supo explotar las debilidades que viene mostrando desde hace tiempo el equipo dirigido por Raúl Pérez. A los sudafricanos les bastó con dominar el último cuarto de hora para llevarse el triunfo por 31-30.
Jaguares no logró sostener lo que dentro de todo había hecho bien en el primer tiempo. Con tries de Juan Manuel Leguizamón, Emiliano Boffelli y el tucumano Nicolás Sánchez, rubricó una ventaja parcial de 20-14 en base a algunos buenos pasajes en ofensiva, opacados por las persistentes licencias en defensa.
En el segundo tiempo, fue todo cuesta abajo. Superado en el scrum, impreciso en el line y en el manejo, desorganizado en la marca, errático en las patadas a los palos, lento en la limpieza de los rucks y en la salida de la pelota, Jaguares le fue cediendo el protagonismo a Kings, que lo hizo valer.
A los Jaguares los espera un difícil cierre de temporada, de visitante frente a los australianos de Waratahs y Rebels.
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