En manos de Dios

Diego sufrió una crisis hipertensiva y fue internado en terapia intensiva. Su estado es delicado.

TODO POR BOCA. Diego ya se sentía mal por la mañana. Sin embargo, fue a La Bombonera para ver el triunfo “xeneize” ante Chicago. TODO POR BOCA. Diego ya se sentía mal por la mañana. Sin embargo, fue a La Bombonera para ver el triunfo “xeneize” ante Chicago.
19 Abril 2004
BUENOS AIRES.- Diego Maradona dejó a todos con el corazón en la boca. El ex futbolista sufrió una crisis hipertensiva y fue internado en terapia intensiva en una clínica porteña. El diagnóstico es reservado y recibe asistencia respiratoria mecánica, según informaron fuentes médicas.
La descompensación que afectó a Maradona complica el funcionamiento de su corazón y su estado es de pronóstico reservado, según estableció el parte médico de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. El diagnóstico fue ratificado por el médico personal de Diego, Alfredo Cahe.
En tanto, otro médico especialista en enfermedades cardiológicas, Claudio Zinn, le advirtió a la prensa que el cuadro de Maradona es gravísimo.
¿Cuáles fueron las circunstancias que llevaron a Diego a sufrir esta cardiopatía (así se resume el cuadro general que lo afecta)? Las versiones sin confirmar que hicieron circular algunos allegados en la puerta de la clínica donde se halla internado, mencionaban otra vez una sobredosis de cocaína.
Maradona comenzó a sufrir un deterioro progresivo de su salud con el consumo de drogas, lo que afectó seriamente el funcionamiento de su corazón. Hace más de cuatro años, en enero de 2000, ya vivió una situación similar, cuando se hallaba en Punta del Este.
Un panorama de gran excitación se vivió apenas conocida la información de la internación de Diego. Centenares de curiosos y periodistas se agolparon frente a la clínica.
El próximo parte médico se dará a conocer hoy, al mediodía, dijeron voceros de la clínica. Mientras tanto, la preocupación invadió a todos los que quieren a Maradona. Las muestras de tristeza de don Diego y de su hermano Lalo, cuando se marcharon del lugar donde está internado, lo decían todo. (TELAM-Especial)

Detrás del sol que alumbra tanta locura, sólo hay un hombre enfermo
El polo magnético de nuestro país está en el fútbol. Y Diego Armando Maradona integra, junto a Carlos Gardel y a Juan Domingo Perón, el trío mitológico por excelencia. Claro está: Maradona los supera. El es el sol que alumbra tanta locura. Porque el futbolista, aunque hace tiempo dejó los cortos, logró que el mito superara al hombre. Y ese hombre prestidigitador de fantasías -como "la mano de Dios" o "el sueño del pibe" apilando rivales en aquel inolvidable partido ante Inglaterra en México 86- hoy se debate entre la vida y la muerte. El Houdini de la "zurda" y amo de las piruetas mágicas con una pelota es prisionero de una cruel enfermedad: aquella peste llamada drogadependencia.
Quién no disfrutó del pie izquierdo del "Diego de la gente", sublime y sobrenatural, como el arte de un pintor que transforma lo imposible en posible. Es que los genios son así. Por eso no habrá jamás otro Maradona. El mercado humano es implacable e infernal. Los genios perduran por sus creaciones y los hombres por sus acciones. El ídolo perdurará. Nunca dejará de serlo. Ahora llegó el tiempo de curar al hombre enfermo. Diego no es Dios -aunque algunos lo comparen con El-. Pero siempre una plegaria ayuda para sanar a los enfermos.
Quienes tanto lo aman, inténtenlo. Y quienes lo cuestionan, sólo ayúdenlo. Es tiempo de proteger al ídolo y apoyar al ser humano transgresor y despiadado consigo mismo.(Por Alberto H. Elsinger)

Confío en que va a salir adelante
Conocí a Diego cuando jugábamos juntos en la primera de Argentinos Juniors, en 1976. A partir de entonces, surgió una amistad que perdura hasta hoy. Por eso, al escuchar todos los informes que han pasado por televisión, quienes le tenemos mucho afecto nos sentimos sumamente preocupados. Apenas me enteré de su internación, comencé a seguir con atención los informes brindados por los diferentes canales de televisión. La ansiedad fue en aumento con el paso de las horas.
Seguramente, algo similar sucedió con mucha gente.
Según lo que hemos escuchado en estas últimas horas, Diego está delicado y habrá que esperar su evolución. Sé que ya se sentía mal cuando vio el partido de Boca. El último informe médico me dejó bastante preocupado. Me gustaría ver a Diego feliz, contento, disfrutando junto a su familia.
Esperemos que salga pronto de esta situación y que volvamos a verlo disfrutando de lo que él quiere, y de sus cosas; de su familia; en especial, de sus hijas.
Diego es una persona fuerte y siempre ha salido adelante; tanto en el fútbol como en su vida privada. De esta también va a salir, no tengo dudas.
Lo que más deseo en estos momentos es que se recupere. Su estado nos tiene preocupados, pero a la vez confío en que todo va a salir bien. Vamos a verlo disfrutar otra vez viendo a su Boca, como siempre, junto a sus hijas.(Por Jorge López, jugaron juntos en Argentinos Jrs.)

Esto no es por su adicción
Este nuevo problema de salud de Diego no tiene nada que ver con su adicción a la droga. De eso estoy seguro. Su doctor personal -Alfredo Cahe- aclaró que no es lo que la gente supone. Además no se puede opinar respecto de si Maradona se droga o no, porque nadie sabe eso.
Creo que igual que a todo el mundo, la noticia sobre su internación me tomó de sorpresa. Ahora sólo espero que se recupere pronto, porque es una gran persona.
Lamentablemente, Diego estuvo expuesto desde chico a muchas cosas. Cuando éramos compañeros en el seleccionado juvenil era una persona sana y muy inocente. Ya entonces se notaba que no era lo mismo compartir un equipo con Maradona que con otro jugador. El nos llevaba a ser noticia a todos.
Pero creo que nadie se imaginó que podía llegar a tener tanta fama. Todo le llegó de golpe y no le fue fácil vivir con esa fama a cuestas. No estaba preparado para eso.
Tengo muchos recuerdos lindos de él. Pasé momentos inolvidables, de diversión y de exigencias. En el Juvenil era un jugador muy responsable, que tomaba todo con mucha seriedad.
La última vez que lo vi fue durante su despedida, en la cancha de Boca. A pesar de que jugué el partido, no pude conversar con él. Era imposible llegar. Diego es así. Dejó de jugar hace varios años, y aún sigue siendo noticia.(Por Juan José Meza, jugaron juntos en el Juvenil del 79)

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