El arzobispo Alfredo Zecca presentó su renuncia

El arzobispo Alfredo Zecca presentó su renuncia

Zecca Zecca

Sus problemas de salud habrían motivado su decisión.

22 Mayo 2017

El monseñor Alfredo Zecca presentó su renuncia al Arzobispado de Tucumán, a días de cumplir seis años en la provincia. En una carta fechada hoy, confiesa que luego de desoír los consejos médicos durante los últimos dos años, ha tomado la decisión de dejar la sede arquidiocesana y que ahora espera por la aceptación del papa Francisco.

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"El próximo 10 de junio se cumplirán seis años de mi elección, por parte del Papa Benedicto de XVI, como Arzobispo de Tucumán. El 18 de agosto siguiente fui ordenado Obispo por el actual Papa Francisco y, casi un mes después, el 17 de septiembre de 2011 inicié mi ministerio pastoral en esta querida Arquidiócesis", comienza la carta con la que Zecca se despide de la Iglesia tucumana.

Algunas de las frases más destacadas del texto

- "Mi llegada a Tucumán y el tiempo que compartimos juntos han significado para mí una inmensa riqueza que agradezco a Dios en la persona de todos ustedes: sacerdotes, religiosos y religiosas, consagrados y fieles laicos".

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Pero la misma generosidad que se me exige en la entrega pastoral me ha llevado, por consejo médico, dado mi estado de salud – más precario de lo que aparenta a primera vista – a presentar al Santo Padre mi renuncia a la sede arquidiocesana de Tucumán. No ha sido una decisión ni fácil ni precipitada sino, por el contrario, largamente meditada y discernida durante los dos últimos años

- "Si no presenté antes la renuncia – desoyendo el consejo médico - fue sólo porque tenía el compromiso de la realización del XI Congreso Eucarístico Nacional cuya organización asumí, desde el primer día de mi llegada a esta bendita tierra tucumana, con entusiasmo y responsabilidad".

En febrero de este año el Papa Francisco tuvo la caridad de recibirme personalmente. Hablamos largamente sobre el tema y puse en sus manos la decisión. El se mostró, como siempre, cercano, comprensivo y afectuoso y dispuesto a considerar el pedido con la ponderación que merecía. Así, con fecha 19 de marzo, Solemnidad de San José, envié al Señor Nuncio Apostólico la carta formal de mi renuncia, que ahora hago pública, para que él la enviara al Papa por las vías correspondientes

- "Todavía no he cumplido 68 años y me siento con lucidez y fuerzas suficientes, y también con entusiasmo, para seguir sirviendo como Obispo a la Iglesia, en otras tareas que no impliquen las tensiones inevitables en el ejercicio del gobierno pastoral de una Arquidiócesis compleja como Tucumán. Será el Papa quien, finalmente, decida, cuál será ese lugar".

- "Mientras confío en que el Santo Padre acepte mi renuncia invito a todos a continuar, con el mismo entusiasmo y la misma fuerza, trabajando en las metas pastorales que, como presbiterio, nos hemos trazado. Yo, por mi parte, me comprometo a cumplir plenamente mis funciones de gobierno hasta que sea designado mi sucesor".

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