10 Marzo 2017
Personal de la Escuela Antártida Argentina de Pozo el Alto (Cruz Alta) se comunicó ayer con el 911 para comunicar que en un callejón, rodeado de cañaverales, había un auto quemado. Cuando los efectivos llegaron al lugar, se encontraron con un aterrador hallazgo: adentro había un cuerpo totalmente calcinado.
Fuentes policiales confirmaron que de inmediato fue hasta allí -debajo del aguacero-, un equipo de Criminalística, Laboratorio y Homicidios. Según se explicó, hasta el cierre de esta edición no se sabía si el cadáver pertenecía a un hombre o a una mujer.
Los interrogantes no quedaron allí. Si bien al principio se barajó la posibilidad de que el auto fuera un VW, ahora los investigadores estiman que sería un Citröen C3, algo que no se podía apreciar a simple vista por el estado en que encontraron el vehículo.
Lo que sí se confirmó es que -al menos en las comisarías de la zona- no existe una denuncia de robo de un auto de esas características, como tampoco de desaparición de alguna persona.
Hasta el momento no se descarta ninguna hipótesis, ya que nadie supo indicar fehacientemente cuándo ni cómo el auto se consumió en llamas. La denuncia fue directamente sobre el hallazgo del vehículo carbonizado. La tarea de echar luz sobre los misterios del caso quedó a cargo del fiscal de turno, Arnoldo Suasnabar, y su equipo.
Fuentes policiales confirmaron que de inmediato fue hasta allí -debajo del aguacero-, un equipo de Criminalística, Laboratorio y Homicidios. Según se explicó, hasta el cierre de esta edición no se sabía si el cadáver pertenecía a un hombre o a una mujer.
Los interrogantes no quedaron allí. Si bien al principio se barajó la posibilidad de que el auto fuera un VW, ahora los investigadores estiman que sería un Citröen C3, algo que no se podía apreciar a simple vista por el estado en que encontraron el vehículo.
Lo que sí se confirmó es que -al menos en las comisarías de la zona- no existe una denuncia de robo de un auto de esas características, como tampoco de desaparición de alguna persona.
Hasta el momento no se descarta ninguna hipótesis, ya que nadie supo indicar fehacientemente cuándo ni cómo el auto se consumió en llamas. La denuncia fue directamente sobre el hallazgo del vehículo carbonizado. La tarea de echar luz sobre los misterios del caso quedó a cargo del fiscal de turno, Arnoldo Suasnabar, y su equipo.
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