Libran sangrientos combates en Irak

Dos frentes de conflicto. Al menos 12 marines murieron en el triángulo sunnita durante choques con seguidores de Saddam. Mientras, la rebelión chiíta se extiende por todo el país

TROFEO. Iraquíes celebran el ataque de la resistencia contra un vehículo militar en el sur del país. TROFEO. Iraquíes celebran el ataque de la resistencia contra un vehículo militar en el sur del país.
07 Abril 2004
BAGDAD.- Al menos 12 soldados estadounidenses murieron ayer en un enfrentamiento en la ciudad iraquí de Ramadi, al oeste de Bagdad, en el llamado triángulo sunnita. En esta zona reside el grupo religioso al que pertenece el derrocado gobernante Saddam Hussein. Más de diez marines heridos dejó además este ataque, que se suma a una serie de incidentes de violencia registrados en los últimos días en Irak. Fuentes del Pentágono dijeron que los insurgentes sufrieron también un número importante de bajas.
Se desconoce por ahora si el incidente estuvo vinculado a los enfrentamientos que se registran en la vecina ciudad de Falluya, donde tropas estadounidenses mantienen un cerco para atrapar a los autores del asesinato de cuatro estadounidenses ocurrido la semana pasada. Al menos 60 iraquíes han muerto en esta ciudad durante los operativos militares.

Exigencia de Al Sadr
A su vez, seguidores del clérigo radical chiíta Moqtada al Sadr se enfrentaron ayer a tropas extranjeras en el sur del país árabe y juraron que continuarán con la revuelta, que se ha extendido por todo Irak, y que ya ha dejado 130 muertos en tres días. La rebelión chiíta estalló luego de que las fuerzas de ocupación arrestaron al clérigo Mustafa al Yaqubi, asistente de Al Sadr y acusado por un juez iraquí de haber asesinado a un clérigo moderado el año pasado. Al Sadr logró escapar ayer del cerco tendido en la ciudad de Kufa y se refugió en Nayaf, bastión religioso de los chiítas. "Esta insurrección muestra que el pueblo iraquí no está satisfecho con la ocupación y que no aceptará la opresión", expresó Sadr desde Nayaf. "La revuelta continuará y no será negociada a menos que se satisfagan nuestras demandas: la retirada de las tropas de las zonas pobladas y la liberación de prisioneros", dijo.
Los sangrientos enfrentamientos con esta etnia mayoritaria de Irak, que comenzaron el domingo, constituyen un nuevo frente para las fuerzas de ocupación lideradas por EE.UU., que ya tienen que luchar contra insurgentes sunnitas mientras tratan de pacificar al país antes del traspaso de la soberanía a los iraquíes, prevista para el 30 de junio. Desde el domingo pasado han muerto unos 30 soldados estadounidenses, un salvadoreño, un ucraniano y unos cien iraquíes.

Posible refuerzo militar
Washington ha ordenado a los funcionarios estadounidenses en Irak que no salgan de los lugares bajo control de la coalición debido al clima de inseguridad. Paralelamente, el Pentágono analizaba ayer el posible envío de una fuerza de despliegue rápido a Irak, dada la escalada de violencia. Pese a ello, el presidente George W. Bush reiteró que mantiene sus planes de entregar la soberanía política a los iraquíes el 30 de junio.
También en Nassiriya hubo ayer enfrentamientos armados entre soldados italianos y milicianos seguidores de Sadr, que han tomado el control de puentes en la ciudad. Unos 15 combatientes iraquíes murieron y 12 soldados resultaron heridos en los enfrentamientos.

Un camarista argentino
Hace diez días que un camarista argentina entrevista en Irak a representantes de partidos políticos y grupos religiosos, en el marco de una misión de la ONU que hará recomendaciones con vistas al llamado a comicios en ese país. Se trata de Santiago Corcuera, integrante de la Cámara Electoral y único argentino seleccionado por la ONU para esta misión, que comparte con otros siete expertos de todo el mundo que llegaron a Irak el 26 de marzo último. El objetivo de la misión será entregar a la ONU elementos para supervisar las elecciones convocadas para el 31 de enero de 2005 en Irak. La misión hará recomendaciones para determinar las mejores condiciones de credibilidad e implementación de las elecciones. Para ello, Corcuera recorre con sus colegas distintas localidades de Irak. (Reuter-Télam-DPA)

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