16 Enero 2017
EN BLANCO Y NEGRO. Hugo Maradei junto a la exposición de historietas.
Desde el sábado, quienes visiten la Capital Federal podrán recorrer la exposición “100 años de historieta y novela gráfica en Argentina”, en el pintoresco Museo del Humor, en el edificio de la centenaria cervecería Munich (avenida de los Italianos 851, costanera Sur).
En sus salas se muestran obras originales de algunos nombres clave de ilustradores y guionistas del género, como Alberto Breccia, Francisco Solano López, Héctor Oesterheld y Robin Wood, entre otros, creadores de personajes entrañables de todas las épocas como Nippur de Lagash, El Llanero Solitario, El Eternauta, Mandrake el Mago, Cisco Kid o Bull Rockett.
“La muestra reúne en total 50 obras pertenecientes a la colección del museo y a colecciones particulares, y reúne trabajos desde principios del siglo XIX, donde se encuentran las figuras más importantes, pero además contiene la variedad y diversidad de facetas artísticas. No hay dos estilos iguales, y es para todos los intereses: con temáticas referidas al lejano oeste, policiales o el gauchesco”, explicó Hugo Maradei, director del Museo del Humor, a la agencia de noticias Télam.
La muestra abre con los antecedentes de la historieta en nuestro país (fines del siglo XIX), desde una litografía de Demócrito (Eduardo Sojo) de 1889, que se vendía a diez centavos, donde se relata en formato de historieta el secuestro de la piedra litográfica utilizada por el periódico Don Quijote. Para llegar a la primera historieta argentina habrá que esperar hasta 1913, con Sarrasqueta de Manuel Redondo, publicada en Caras y Caretas. “En ella se aprecian dos características necesarias: personajes estables y continuidad en la publicación”, explica Maradei.
Se exponen numerosos ejemplares de las revistas Intervalo, El Tony, Patoruzito, Hora Cero, D’artagnan, Rayo Rojo, Puño Fuerte, Fantasía, Skorpio, Tit-Bits y otras en vitrinas en la sala principal, con un detalle especial para “la época de oro”, que transcurrió entre las décadas de 1940 y 1960, período en el cual la Argentina fue una “potencia internacional”, según destaca el director del museo, para luego comenzar un lento declive.
El ingreso al país en forma masiva de revistas mexicanas a todo color (las argentinas eran en blanco y negro), mayormente dedicadas a los superhéroes, y la aparición de la televisión “mató todo”, sostiene el especialista.
Nombres contemporáneos como Carlos Trillo, Oswald, Leopoldo Durañona, Tulio Lovato, Gisela Dexter, Julio Schiaffino, Carlos Vogt, Cristóbal Arteche, Luis Scafati y Carlos Nine completan las obras de esta muestra, que estará habilitada hasta marzo.
En sus salas se muestran obras originales de algunos nombres clave de ilustradores y guionistas del género, como Alberto Breccia, Francisco Solano López, Héctor Oesterheld y Robin Wood, entre otros, creadores de personajes entrañables de todas las épocas como Nippur de Lagash, El Llanero Solitario, El Eternauta, Mandrake el Mago, Cisco Kid o Bull Rockett.
“La muestra reúne en total 50 obras pertenecientes a la colección del museo y a colecciones particulares, y reúne trabajos desde principios del siglo XIX, donde se encuentran las figuras más importantes, pero además contiene la variedad y diversidad de facetas artísticas. No hay dos estilos iguales, y es para todos los intereses: con temáticas referidas al lejano oeste, policiales o el gauchesco”, explicó Hugo Maradei, director del Museo del Humor, a la agencia de noticias Télam.
La muestra abre con los antecedentes de la historieta en nuestro país (fines del siglo XIX), desde una litografía de Demócrito (Eduardo Sojo) de 1889, que se vendía a diez centavos, donde se relata en formato de historieta el secuestro de la piedra litográfica utilizada por el periódico Don Quijote. Para llegar a la primera historieta argentina habrá que esperar hasta 1913, con Sarrasqueta de Manuel Redondo, publicada en Caras y Caretas. “En ella se aprecian dos características necesarias: personajes estables y continuidad en la publicación”, explica Maradei.
Se exponen numerosos ejemplares de las revistas Intervalo, El Tony, Patoruzito, Hora Cero, D’artagnan, Rayo Rojo, Puño Fuerte, Fantasía, Skorpio, Tit-Bits y otras en vitrinas en la sala principal, con un detalle especial para “la época de oro”, que transcurrió entre las décadas de 1940 y 1960, período en el cual la Argentina fue una “potencia internacional”, según destaca el director del museo, para luego comenzar un lento declive.
El ingreso al país en forma masiva de revistas mexicanas a todo color (las argentinas eran en blanco y negro), mayormente dedicadas a los superhéroes, y la aparición de la televisión “mató todo”, sostiene el especialista.
Nombres contemporáneos como Carlos Trillo, Oswald, Leopoldo Durañona, Tulio Lovato, Gisela Dexter, Julio Schiaffino, Carlos Vogt, Cristóbal Arteche, Luis Scafati y Carlos Nine completan las obras de esta muestra, que estará habilitada hasta marzo.
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