Para disfrutar de la aventura, hay que estar listo para partir en cualquier momento

Para disfrutar de la aventura, hay que estar listo para partir en cualquier momento

MESAS AFUERA. Turistas de Bolivia acompañan al Dakar por territorio argentino. la gaceta / fotos de de Santiago Arnedo (enviado especial) MESAS AFUERA. Turistas de Bolivia acompañan al Dakar por territorio argentino. la gaceta / fotos de de Santiago Arnedo (enviado especial)
12 Enero 2017
Por su naturaleza extrema, pocos desafíos en el mundo implican la dinámica de un Dakar. Las inclemencias climáticas, muchas veces imprevisibles, empujan a la organización a replantear la ruta constantemente y sin previo aviso.

Entre los afectados por la suspensión de la novena etapa estaban Cipriano, Guillermo, Carlos y Juan, un grupo de amigos que habían encontrado el lugar perfecto para ver a los bólidos a toda velocidad en Los Médanos, Catamarca. “Estábamos en un lugar donde el camino se hacía como una rampa y había un gran charco de agua”, contaron mientras comenzaban a apantallar el fuego del asado a unos pocos kilómetros de El Bañado. “Nadie avisó nada de la suspensión, nos enteramos por pobladores del lugar. Estaba lleno de gente, alguna autoridad podría haber avisado”, se quejaron, aunque el disgusto pronto se tapó con el aroma de la carne asada y el murmullo de los motores.

Colalao también fue el lugar donde algunos pilotos pararon a comer. El rancho Huayra Muyoc, fue el elegido por tres corredores italianos. El menú, milanesas con ensalada. “Luego del almuerzo, ahora seguimos a Chilecito”, comentó Toia Diocleziano, acompañado por Manuel Luchesse (Yamaha) y por Luca Manca (KTM).

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