
EN SU SALSA. Fernández, pegado a la raya, les daba indicaciones a sus jugadores en su paso por San Juan. “Disfruto de cada entrenamiento y cada partido. Además, estudio mucho el tema táctico”, aseguró. la gaceta / foto de antonio ferroni

“Los hombres son dueños de su propio destino”, fue la frase que hizo célebre el escritor brasileño Paulo Coelho.
Cada persona escribe su historia. Lucha por sus sueños o simplemente, el inconsciente juega su carta y termina acercándola al camino con el que soñó en lo más profundo de su ser.
Gabriel Fernández puede dar fe de ello. Periodista de raíz, hace unos años decidió darle rienda suelta a una pasión que, según sus propias palabras, nunca había imaginado que tenía.
Fernández es panelista y comentarista deportivo desde hace casi una década en LV 12. Su lugar en el mundo parecían ser las cabinas de prensa en los estadios de fútbol. Pero no sabía que unos años más tarde, el destino iba a encontrarlo algunos metros más abajo, pegado a la raya lateral del campo, dando indicaciones a los protagonistas. “Nunca pensé que podía llegar a ser técnico”, le confiesa Fernández, café de por medio, a LG Deportiva.
Todo comenzó en 2010. Fernández comentaba las campañas de San Martín y Atlético y decidió que era hora de darle una vuelta de rosca al asunto. Con el objetivo de sumar conocimientos, se inscribió en el curso de director técnico. “Estaba convencido de que de esa manera iba a poder ver los partidos de otra manera e iba a mejorar en mi trabajo”, explica “Mocho”, el “bicho raro” de aquel grupo que había iniciado el curso. “Estaba yo en medio de todos jugadores. Fui compañero de Marcos Gutiérrez, Pablo De Muner, Pablo Cantero, Héctor ‘Yaya’ Álvarez y Mario Vera. Creo que aprendí muchas cosas escuchándolos hablar”, agrega.
Pasaron los años y el objetivo de Fernández parecía cumplido. “Siempre traté de comentar desde la táctica; y los conocimientos que allí adopté me sirvieron muchísimo”, asegura, advirtiendo que fue un grupo de amigos el que lo empujó a inclinarse por la otra profesión. “Unos amigos tenían un equipo que jugaba torneos de fútbol y me propusieron que sea su entrenador. Dirigí cuatro campeonatos y en tres llegamos a la final. En ese momento me di cuenta de que me gustaba ser DT”, recuerda.
Fernández seguía comentando partidos y aún hoy es panelista de deportes en la tira diaria “La Mañana en Vivo”, de 9 a 13, donde comparte estudio con los periodistas Juan Carlos Carrizo, Sonia García y Fabián Páez. Ser técnico era casi un hobby para él, pero en poco tiempo eso iba a cambiar.
Víctor Palomba, ex gloria de Atlético, lo llamó para sumarlo como ayudante de campo en Villa Mitre de Tafí Viejo, su primera gran experiencia. Fernández, que había llegado a jugar en la Primera de Central Norte, volvió a sentir el cosquilleo al entrar a un vestuario y decidió ir por más.
Luego de ese paso por Tafí Viejo, se hizo cargo de las inferiores de 20 de Junio, junto a Rafael González, hasta que Mauricio Galván lo invitó a sumarse a su cuerpo técnico en Atlético Concepción. “Fue una gran experiencia. Me sirvió muchísimo y creo que aprendí bastante. Igualmente creo que aprendí de todos los entrenadores con los que estuve. Además, charlo mucho cada vez que tengo la posibilidad de dialogar con algún técnico. Soy un obsesivo”, remata quien supo guiar, en su primera experiencia como DT, a San Juan a la fase decisiva del Anual de la Liga Tucumana.
“Mocho” dejó de ser entrenador debido a unos problemas ajenos a lo futbolístico. Pero no se baja de su nuevo “gran” amor. “Quiero volver al ruedo cuanto antes. Extraño dirigir”, dice, dejando en claro que como no es un entrenador que salió del riñón del fútbol, debe rendir un nuevo examen todos los días. “Es una contra adicional. Muchos dicen ‘es periodista’, ‘qué puede saber si nunca jugó’. Un DT que viene del ambiente del fútbol tiene que convencer al jugador; yo en cambio tengo que demostrar y convencer. Debo argumentar cada cosa que intento transmitirles a los jugadores”.
Fernández dirige con la camiseta de periodista puesta. “Represento a los colegas. En tiempos donde muchos ex futbolistas se transformaron en comentaristas, un periodista es DT, jajaja”, cierra Fernández, que se topó casualmente con esa pasión de la que hoy está orgulloso.
Un periodista "diseñó" al gran Brasil del '70
Muchos afirman que fue la mejor selección del mundo de la historia, pero lo que muy pocos saben es que fue un periodista el encargado de comenzar a conformar un equipo al que daba gusto verlo jugar y que se transformó en una leyenda del fútbol mundial.
Joao Saldanha se transformó en el caso más emblemático de un periodista que dio el salto hacia el banco de suplentes. Fue un panelista muy crítico y frontal. Decía lo que pensaba y era el “terror” de los protagonistas. Por ese motivo y tras haber dirigido a Botafogo, en 1957, recibió el llamado de la Confederación Brasileña de Fútbol para hacerse cargo de un equipo que no encontraba el rumbo. Había sido eliminado del Mundial de Inglaterra 66, en primera fase, y el buzo de DT quemaba.
La “torcida” brasileña estaba indignada con su equipo y destilaba críticas hacia sus jugadores. Por eso, desde la dirigencia brasileña pensaron que era el momento de darle el timón del barco a Saldanha. Según pensaban, el encargado de apagar el fuego, debía ser el mayor crítico del seleccionado; el hombre que más leña tiraba al fuego.
Su llegada a la “Canarinha” revolucionó el mundo del fútbol. Apostó a un esquema 4-2-4, priorizando siempre el talento por sobre la táctica. Juntó a Pelé, Rivelino, Tostao y Jairzinho durante las eliminatorias a México 1970 y comenzó a amalgamar un equipo que hizo historia. Pero su pasado militante en el Partido Comunista fue determinante para su destitución. El gobierno militar de Brasil, liderado por el general Emilio Garrastazu Médici, no toleró la frase: “que el general se ocupe de nombrar sus ministros, la selección es cosa mía”.
Saldanha fue cesanteado. Mario Lobo Zagallo ocupó su ligar y el resto es historia conocida.








