“Los videojuegos dejaron de ser un mero entretenimiento”

“Los videojuegos dejaron de ser un mero entretenimiento”

La industria de los videogames está en pleno auge. Los programadores se ilusionan. ¿Qué pasa en Tucumán?

“Los videojuegos dejaron de ser un mero entretenimiento”
23 Octubre 2016
Es todo muy nuevo. Sorprende. Despierta dudas. Pero es imparable. Cada vez más jóvenes - de esos que suelen pasar su adolescencia prendidos a un joystick- se plantean: “¿y si me dedico a hacer jueguitos?”. A muchos padres les parece poco serio. Sin embargo, en el mundo, la industria de los videogames ya recauda más que Hollywood. En la Argentina el desarrollo del entretenimiento digital está en pleno auge, mientras la oferta académica crece y los jóvenes programadores tienen asegurado un porvenir próspero.

¿Es posible vivir haciendo videojuegos? Sí. Esta es la respuesta rotunda de los expertos en el tema. La industria del entretenimiento se posiciona como un rubro en alza, con nuevos emprendimientos cada mes. Miguel Martín, de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA), brinda a LA GACETA algunos números para entender el fenómeno: existen cerca de 100 estudios que se dedican al desarrollo de juegos en el país.

La escala es múltiple: desde grandes empresas hasta medianas y pequeñas, también llamadas de garaje, en las que un grupo de amigos emprenden algún proyecto en común por su pasión por los videogames. En total calcula que hay 2.000 personas dedicadas al rubro, entre diseñadores, artistas, ilustradores 2D y 3D, programadores, ingenieros, guionistas, testers y músicos. La facturación anual del sector supera los $ 500 millones (el triple que hace dos años).

“En los últimos años, la industria de los videojuegos creció exponencialmente debido a la aparición de nuevas plataformas de distribución (smartphones, redes sociales) que provocaron que estos entretenimientos pasaran a ser un producto de consumo masivo. Hay menos barreras tecnológicas para los jugadores y por ello la demanda de juegos ‘casuales’ es cada vez mayor (un ejemplo de juego casual es el Candy Crush) ”, sostuvo.

Sebastián Barros, que dicta talleres de desarrollo de videojuegos en el espacio tucumano “Tamañoficio”, se expresó en igual sentido: “el mundo de los juegos digitales ha dejado de ser una forma entretenimiento enfocada a los niños para convertirse en un algo masivo”. “Es un mercado que está creciendo muchísimo en el país. En Tucumán recién está comenzando. Los videojuegos ya no son vistos solo como pasatiempo. Hoy todo está atravesado por el ocio electrónico y tiene que ser aprovechado en todos los ámbitos. Al que no entienda eso, la realidad lo va a pasar por encima”, opina el joven de 27 años, que trabaja en un estudio donde están incursionando en el desarrollo de videojuegos. También es autor de un juego electrónico educativo que participa de un concurso del Bicentenario.

Dónde estudiar

Desde Minecraft, Candy Crush, Pokemon Go y Angry Bird hasta Preguntados. Cada día hay miles de millones de descargas de videojuegos. Mientras tanto, en todo el país aumentan las ofertas académicas para estudiar diseño de videojuegos. Ya hay más de 10 carreras en distintas universidades. En Tucumán se pueden hacer algunos cursos o estudiar diseño de videojuegos a distancia, vía internet. Todavía no hay a nivel universitario dónde especializarse, comenta Barros, que estudió en la escuela de Cine local. Sentía que eso era lo que más se asemejaba a lo que quería. “Ojalá las carreras informáticas se vayan aggiornando a esta realidad”, sostiene el experto. E insiste en que es algo irrefrenable que puede ser aprovechada desde distintos ámbitos, como el educativo por ejemplo.

Lo que también se necesita -coinciden los expertos- es terminar con el estigma que durante años acompañó a los videojuegos. Hay mucha gente muy brillante trabajando en la creación de videojuegos como para no creer que es una industria creativa y seria a la vez, concluye Barros.

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