
DÚO DE TALENTOS. Los artistas se alejan de sus aristas naturales. lavoz.com.ar

HOY
• A las 22, en el Aula Magna de la Facultad de Derecho (25 de Mayo 471)
Se puede decir, con justeza, que hay equipo. Hace unos cinco años que Luis Pescetti, escritor, músico y compositor, convocó a Juan “Popi” Quintero para que lo acompañara en la presentación de uno de sus libros. Desde entonces, más lecturas y más canciones permitieron armar un recital y un video.
Esta noche presentarán su espectáculo de música y palabras en la Facultad de Derecho, “Nuevas cartas al rey de la cabina (y Anita, mi amor)”. Pero no acuda el público esperando escuchar un cuento o una canción para chicos en la voz de Pescetti, ni una zamba por Quintero. Esta vez la armonía, la sutileza y el humor serán para cantarles y leerles a los adultos.
Quintero habla de Pescetti con admiración y dice que él es el aprendiz. “En el escenario eso se acaba; interactuamos en el mismo plano. Pero a la hora de trabajar siempre estoy aprendiendo de Luis, no tan sólo del oficio de la música sino que es un maestro de vida”, lo presenta.
LA GACETA le escribió una carta con preguntas, y Pescetti, el experto en cartas, contestó al toque.
- ¿De qué disfrutás más: de la quietud e intimidad de la escritura o del intercambio y la adrenalina del escenario?
- De las dos. Son experiencias muy diferentes y en mí se complementan. Escribir es ordenar mis vivencias, actuar es más vertiginoso, a veces, y es una conexión muy inmediata y profunda otras veces.
- A esta altura del éxito de tu serie “Natacha”, te sentís como una especie de gurú de chicos y jóvenes?
- ¡No! ¡Para nada! Ni de ellos, ni de docentes ni de los padres. La idea del gurú me hace un poco repeluz, porque siempre tiene eso de “encuéntrate a ti mismo... pero pasa por mí”. Natacha es una historia que ya lleva 20 años, y no se nota, eso es lo más querido para mí, eso y cómo la reciben los chicos.
-¿Qué te produce esa identificación que tus jóvenes lectores encuentran en tus libros?
- Alegría, ternura, alivio, confirmación de una intuición, sensación de que “oí bien”, y sobre todo: agradecimiento.
-¿Y en tus espectáculos?
- Lo mismo, sumado al vértigo.
- En Cartas al rey de la cabina, con Popi Quintero, conquistan a los adultos. ¿Hay otros espectáculos para adultos?
- Hicimos “Letras peregrinas”, en la Casa de Tucumán que, a diferencia de lo que aprendí en libros de historia, resultó que quedaba en Buenos Aires. Y de las cartas al rey hay dos versiones, con distinto material.








