La plaza es centro de reunión del barrio Jardín

Nacido en la década de 1930, el barrio se caracterizó -desde aquel tiempo- por el colorido de sus jardines. La plaza sigue siendo el epicentro de la vida de sus habitantes. Inseguridad y falta de limpieza en los extremos contrastan con la naturaleza.

EL PASEO CENTRAL. Con generosas sombras es una atracción al mediodía para disfrutar del aire fresco; por eso la recorren los vecinos con sus mascotas y los niños cuando salen de la escuela Paul Groussac. LA GACETA /  FOTOS DE HÉCTOR PERALTA.- EL PASEO CENTRAL. Con generosas sombras es una atracción al mediodía para disfrutar del aire fresco; por eso la recorren los vecinos con sus mascotas y los niños cuando salen de la escuela Paul Groussac. LA GACETA / FOTOS DE HÉCTOR PERALTA.-
09 Septiembre 2016

Como en los viejos tiempos, la vida cotidiana gira en torno a la plaza. Basta con pararse en medio de ese espacio verde, a media mañana de un día soleado, para ver a las vecinas que cruzan presurosas la plaza con rumbo fijo a hacer las compras antes del almuerzo; puede verse también a algunos jóvenes que sacan a caminar a las mascotas; otros que llevan a sus hijos a jugar en la hamaca o el tobogán de hormigón. Y, unos cuantos, esperan bajo una sombra generosa a que los chicos salgan de la escuela Paul Groussac, ubicada al frente sobre calle España al 2700.

Verónica Ausili pasea con Nina y Luna, dos perras cariñosas que olfatean en el césped, mientras mueven la cola. “Todos los días las traigo para que den unas vueltas y de paso tomamos aire fresco”, dice la vecina. Ella vive en el barrio Jardín desde hace más de 40 años. “Esta parte es tranquila; será porque frente a la calle Italia está la Jefatura de Policía”, agrega. “Este barrio tiene diferentes zonas;aquí por ejemplo -dice mirando alrededor de la plaza-, hay mucho movimiento de gente a toda hora”, afirma.

Un grupo de niños juega en una hamaca y el chirrido metálico se mezcla con el sonido de cumbia que resuena en el parlante de una vendedora de golosinas que, al mediodía, espera el final de clases para vender su mercancía. Por un sendero diagonal del paseo, Andrea Peralta avanza despacio con una carga en cada mano. Lleva verduras para cocinar y una maceta con flores. Quizás para hacer honor al nombre, si hay algo que le sobra al barrio son flores en los jardines de la mayoría de las casas construidas con techo de tejas.

Sin embargo, al alejarse de la plaza aparecen algunos de los problemas como la inseguridad y la falta de limpieza. “Vivo en Italia y Viamonte -dice doña Andrea, mientras hace equilibrio con las manos cargadas por las compras-, en esa esquina ya no sabemos qué hacer para que pase un barrendero”, se queja. “Para colmo, la gente no hace nada por mantener la limpieza”, asegura.

Las mejoras

La iglesia Nuestra Señora de las Gracias, a una cuadra de la plaza, es el sitio que reúne a la familia. En un extremo, la comisaría y al frente el edificio que supo ser “el mercadito del barrio Jardín” ahora pertenece a la Caja Popular, que instaló una imprenta.

La mayoría de los vecinos coincide en que las mejoras en la plaza se hicieron en el último tramo de la anterior gestión municipal, que estaba en manos de Domingo Amaya. “Han hecho la pista de salud”, dice Cecilia Lugones, mientras espera a que sus hijos salgan de la escuela. Está sentada en un banco de la plaza junto a la vecina María José González. “La plaza es lo mejor que tiene el barrio Jardín”, resalta María José.

Por calle España avanza lentamente un carro que se hace oír a los cuatro vientos con un parlante viejo, pero potente. El conductor guía al caballo, mientras grita por el parlante que compra todo tipo de chatarras o equipos sin uso (estufas, baterías, entre otros).

En la esquina de Necochea y España hay un puesto móvil de salud pública. Los vecinos llegan con sus mascotas listas para ser esterilizadas. Es un servicio municipal gratuito que se instaló en el barrio. Varias vecinas comentan que en los próximos días llegarán los puestos de “Garrafa solidaria” y “Carnes para todos”.

Sobre calle España al 2600 está el club Barrio Jardín, donde los niños y adultos tienen diferenes opciones para practicar deportes. Ese espacio que supo ser al aire libre, ahora cuenta con tribunas, iluminación y un tinglado que les permite abrir de 9 a 23 horas. Todo está muy cerca de la plaza del barrio, famoso por su colorido y por su hija dilecta Mercedes Sosa, que supo jugar en ese paseo en sus años de infancia.


Más viviendas, a fines de los ‘60 
n En diciembre de 1968 se produjo un gran crecimiento del barrio con el llamado a licitación para la construcción de 314 viviendas.
n La apertura de sobres se realizó en el Banco Hipotecario y el proyecto se encaró con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
n Los terrenos formaban parte de una donación realizada por la Caja Popular de Ahorros. En aquel tiempo, la obra fue cotizada en más de $ 3 millones.
n En total se comprometían siete hectáreas para la construcción de las viviendas con agua potable, pavimento y alumbrado público.
 
polémica 
el ex mercadito iba a ser un centro de detención, pero los vecinos se sublevaron
El emblemático edificio donde funcionaba el Mercadito del barrio Jardín estuvo sin uso. Abandonado, con las ventanas y los vidrios rotos y acumulando basura supo abrir una polémica en 2002. En aquel tiempo, el Gobierno intentó crear un centro de detención de menores que funcionara como anexo del Instituto Roca. Los vecinos se sublevaron contra aquella decisión oficial. En aquel momento, el entonces Secretario de Desarrollo Humano, Alberto Darnay, visitó el barrio para anunciar que se dejaba sin efecto el proyecto. Enrique Muruaga era, en aquel tiempo, el presidente del Centro Vecinal y encabezó las protestas. Ahora, en ese edificio funciona una imprenta de la Caja Popular y los vecinos quedaron aliviados.
 
orígenes
la plaza fue rebautizada, pero después recuperó su antiguo nombre
Durante varias décadas, los vecinos le llamaban “la plaza del barrio jardín”. En realidad, el paseo tenía nombre y apellido: Eva Perón. Sucede que en tiempos de la proscripción del peronismo, el nombre de la plaza fue eliminado. Sin embargo, en 1974 recuperó su identidad. Hoy en día, hay un busto que recuerda la figura de Eva Duarte de Perón y un enorme mural pintado en el centro. Limitado por las calles Italia, Bulnes y las avenidas Ejército del Norte y Belgrano, barrio Jardín tiene todas las calles con pavimento. Además, los vecinos cuentan con varias líneas de ómnibus que circulan a pocas cuadras. Hay tres estaciones de servicio en los extremos del vecindario y un sanatorio. El barrio nació a fines de la década de 1930, cuando se construyeron 140 casas que estaban rodeadas por varios terrenos baldíos. Después, en 1944 comenzó a pasar la línea “H” y así llegó el progreso.

Más viviendas, a fines de los ‘60 
- En diciembre de 1968 se produjo un gran crecimiento del barrio con el llamado a licitación para la construcción de 314 viviendas.
- La apertura de sobres se realizó en el Banco Hipotecario y el proyecto se encaró con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
- Los terrenos formaban parte de una donación realizada por la Caja Popular de Ahorros. En aquel tiempo, la obra fue cotizada en más de $ 3 millones.
- En total se comprometían siete hectáreas para la construcción de las viviendas con agua potable, pavimento y alumbrado público.

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Polémica 
El ex mercadito iba a ser un centro de detención, pero los vecinos se sublevaron

El emblemático edificio donde funcionaba el Mercadito del barrio Jardín estuvo sin uso. Abandonado, con las ventanas y los vidrios rotos y acumulando basura supo abrir una polémica en 2002. En aquel tiempo, el Gobierno intentó crear un centro de detención de menores que funcionara como anexo del Instituto Roca. Los vecinos se sublevaron contra aquella decisión oficial. En aquel momento, el entonces Secretario de Desarrollo Humano, Alberto Darnay, visitó el barrio para anunciar que se dejaba sin efecto el proyecto. Enrique Muruaga era, en aquel tiempo, el presidente del Centro Vecinal y encabezó las protestas. Ahora, en ese edificio funciona una imprenta de la Caja Popular y los vecinos quedaron aliviados. 

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Orígenes
La plaza fue rebautizada, pero después recuperó su antiguo nombre

Durante varias décadas, los vecinos le llamaban “la plaza del barrio jardín”. En realidad, el paseo tenía nombre y apellido: Eva Perón. Sucede que en tiempos de la proscripción del peronismo, el nombre de la plaza fue eliminado. Sin embargo, en 1974 recuperó su identidad. Hoy en día, hay un busto que recuerda la figura de Eva Duarte de Perón y un enorme mural pintado en el centro. Limitado por las calles Italia, Bulnes y las avenidas Ejército del Norte y Belgrano, barrio Jardín tiene todas las calles con pavimento. Además, los vecinos cuentan con varias líneas de ómnibus que circulan a pocas cuadras. Hay tres estaciones de servicio en los extremos del vecindario y un sanatorio. El barrio nació a fines de la década de 1930, cuando se construyeron 140 casas que estaban rodeadas por varios terrenos baldíos. Después, en 1944 comenzó a pasar la línea “H” y así llegó el progreso.

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