Adiós a Orio Dal Porto, maestro del mármol.

El escultor creó el busto de Alfonsín que está en la Casa Rosada y el relieve de Santo Tomás de Aquino en la Unsta

FRENTE A SU OBRA. Orio Del Porto esculpió un relieve a pedido de la Unsta. FRENTE A SU OBRA. Orio Del Porto esculpió un relieve a pedido de la Unsta.
23 Agosto 2016

El título publicado en el diario italiano Il Tirreno era contundente: “Luto en el mundo del arte: muere Orio Dal Porto”. En el mismo sentido se pronunciaron otros medios de la Toscana de la península europea (como Lo Schermo y La Nazione), en referencia al deceso del escultor nacido en esa región y radicado en Buenos Aires, y que tuvo una entrañable relación con Tucumán en los últimos años.

Dal Porto falleció a los 78 años el 5 de este mes, y sus restos descansan en la Capital Federal donde están muchas de sus obras, en especial en la Parroquia del Tránsito de San José. Tal vez la más conocida y vista sea el busto del ex presidente Raúl Alfonsín, que se inauguró en 2008 en la Casa Rosada.

Uno de sus trabajos más importantes de los últimos tiempos puede apreciarse en Tucumán: la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) le encargó para sus 50 años el relieve con la figura de ese Santo que está ubicado en la sede central de 9 de Julio 165, próximo al patio histórico. En su homenaje, se hará una muestra a principios del próximo mes en el club Alemán de Buenos Aires.

La especialidad del artista fue el trabajo del mármol, en el que empleaba técnicas tradicionales, las que transmitía a sus alumnos con una amplitud y generosidad que ellos elogian. Una de sus discípulas es Mariela Martin, quien lo evoca especialmente para LA GACETA (ver Punto de Vista). Maestro de escultores, sus creaciones están distribuidas por todo el mundo, tanto en espacios públicos, como en religiosos y en colecciones privadas, al tiempo que realizó exposiciones en América y en Europa, incluyendo el Vaticano.

Hijo del también artista Dino Dal Porto, estudió en la Academia de Escultura de Pietrasanta, donde enseñaban Giusseppe Ciochetti y Leone Tommassi. Luego se perfeccionó en París con Belmondo Landoscky, y trabajó en la reproducción de la Dance du Carpaux, ubicada en la fachada de la Ópera de París. En 1963 se asentó definitivamente en Buenos Aires, donde fue nombrado Ciudadano Honorable de Mataderos, el barrio donde tenía su taller; y también se le entregó el premio a la trayectoria en la Casa de la Cultura de Liniers, donde residía. En 2000, la Asociación Lucchesi en el Mundo y la Cámara de Comercio de Lucca (su ciudad natal) le otorgó la medalla de oro a su trayectoria.


PUNTO DE VISTA
Un admirador de Lola Mora, la “Michelángelo de América”

MARIELA MARTÍN / Discípula de Dal Porto - Escultora


Conocer a Orio Dal Porto y tener la oportunidad de aprender de él el oficio de escultor de mármol fue entrar en una dimensión personal y humana desconocida y un desafío muy duro. No es fácil de explicar toda una experiencia de vida y de posta generacional tan profunda. Su alta exigencia caló en mi temperamento, porque su técnica ancestral se aprende con muchísima disciplina y con pasión… Desafía el material, tu cuerpo, el tiempo, la imaginación, tu resistencia. Salís oliendo a mármol; de lo contrario, quedás en el camino. Es un arte que se aprende haciendo, de la mano de quien más sabe, del que sabe los secretos y te los entrega como tesoro.

Su generosidad nos envolvió a sus discípulos en un espacio de fuerza, desafío, trabajo y cooperación mutua increíblemente valioso, de alto poder generativo y de alta creatividad. Es una herencia muy importante y de trascendencia.

En los últimos años, el maestro realizó tres exposiciones en Tucumán. Una de ellas en honor a Lola Mora a quien consideraba “la Michelángelo de América” y también pudo dejar parte de su espíritu en la ejecución del relieve de Santo Tomás de Aquino que le encargó la Unsta para su patio histórico.

En lo profesional me formó con la intención de transmitir este arte. Una vez que me entregó las mismas técnicas milenarias que utilizan los laboratorios italianos, me envió a los laboratorios de Pietra Santa a experimentar escultura contemporánea y me posibilitó llevar mi trabajo a exposiciones europeas. A mí me regaló alas.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios