Asignaturas pendientes entre dos Bicentenarios

Asignaturas pendientes entre dos Bicentenarios

Es interesante analizar si se han resuelto algunas asignaturas que estaban pendientes cuando se celebraron los 200 años de la Revolución de Mayo.

CABILDO. Una postal de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo. ARCHIVO CABILDO. Una postal de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo. ARCHIVO
10 Julio 2016
Al conmemorarse el Bicentenario de la Revolución de Mayo, seis años atrás, había tres grandes asignaturas pendientes para la democracia argentina: la desigualdad social, las prácticas electorales no transparentes y la falta de un sistema de partidos sólido.

Ahora, seis años después, se conmemora el Bicentenario de la Independencia declarada en Tucumán el 9 de julio de 1816.

Puede ser interesante revisar, cuánto se ha avanzado o no, en resolver o por lo menos encauzar estas tres asignaturas pendientes.

Comenzando por la primera, la respuesta es la más concreta: nada.

Más allá de la pobreza y del desempleo, la Argentina en los últimos seis años no ha logrado avances en materia de resolver la desigualdad.

Ella es el gran conflicto social de largo plazo, no sólo en Argentina o en América latina, sino también en la sociedad global, que en lo que va del siglo XXI, ha logrado disminuir los niveles de pobreza, pero al mismo tiempo ha visto aumentar los de desigualdad.

Si en 1916, el país podía mostrar resultados positivos en la reducción de la desigualdad, porque hacía tres décadas que había sido sancionada en 1885, en la primera presidencia de Roca, la Ley 1.420 de educación obligatoria, gratuita y laica. Precisamente, es en esta materia donde, en los últimos años, se ha registrado un retroceso.

Quienes menos tienen, sólo pueden tener educación, salud y seguridad públicas y mejorarlas es la política más importante para reducir los niveles de desigualdad en una sociedad.

En cuanto a las prácticas electorales no transparentes, posiblemente 2015 ha sido un punto de inflexión.

Desde el restablecimiento de la democracia en 1983, las irregularidades electorales fueron aumentando y no disminuyendo. No se avanzó en la transparencia electoral durante las últimas tres décadas, sino que sucedió lo contrario.

Pero las elecciones provinciales realizadas justo en Tucumán -la cuna de la Independencia-, en 2015, pueden haber sido el punto de inflexión en la dirección contraria.

Respecto a la tercera asignatura pendiente, la falta de un sistema de partidos sólido, clave esencial para el funcionamiento eficaz de la democracia, cabe la posibilidad que haya comenzado a solucionarse en 2015, con el triunfos de Cambiemos en la elección presidencial.

El bipartidismo atenuado que había tenido la Argentina durante el siglo que se inicia en 1916, que hasta 1946 fue entre radicales y conservadores y desde entonces entre peronistas y radicales, había dejado de funcionar.

Ahora, en la cuarta elección presidencial del siglo XXI, ganó por primera vez una fuerza no-peronista que es Cambiemos.

En conclusión, en los seis años que transcurren entre los Bicentenarios de la Revolución de Mayo y la Declaración de la Independencia, la Argentina está dando señales de comenzar a corregir dos asignaturas pendientes en lo político: la transparencia electoral y la necesidad de contar con un sistema de partidos sólido, que garantice al mismo tiempo alternancia y gobernabilidad. En cambio no se registran progresos en la desigualdad, la gran cuestión social de los próximos años.

© LA GACETA

Rosendo Fraga - Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

Comentarios