Isabel Perón, en el sube y baja político

Isabel Perón, en el sube y baja político

El papel de la ex presidenta se resignificó en pocas décadas. De prestigiosa figura del peronismo, en diciembre de 1983 se salvó por decisión judicial de una causa en el fuero federal.

Del pedestal al salvavidas judicial. Ese recorrido hizo la ex presidenta María Estela Martínez de Perón en tan sólo casi 33 años de vida democrática en Tucumán. En 1983 fue aclamada por el grueso del peronismo local como víctima de la dictadura militar y, ahora, por decisión del Tribunal Oral Federal (TOF), fue liberada de responsabilidad por el desarrollo del Operativo Independencia (OI), que ella puso en marcha durante su administración.

La mutación de la valoración política se explica por los cambios de mirada sobre los personajes y los nuevos escenarios ideológicos. La que en 1983 aterrizó rodeada del calor de la militancia peronista, no regresa en 2016 a esta ciudad por protección judicial. La devaluación política de la viuda de Perón, no obstante, se afianzó con el transcurso de las décadas.

A propósito del OI, Maristella Svampa explicó en 2003 que la acción de la guerrilla urbana y la emergencia de un foco rural le brindó al Ejército la posibilidad de recuperar su papel de salvador de la patria y aplicar de manera discrecional las tácticas de contrainsurgencia (Nueva Historia Argentina, volumen IX).

Las secuelas del operativo militar de 1975 no figuraban entre las preocupaciones de la dirigencia justicialista en la primeros días de diciembre del 83.

Los problemas

El problema era otro: reconstruir la unidad del PJ tras la derrota electoral a manos de Raúl Alfonsín. La subsistencia de las provincias gobernadas por ese signo inquietaba a los mandatarios electos, que tendrían enfrente a la Casa Rosada en poder de la UCR. Así fue como Fernando Riera anunció el 4 de diciembre que había enviado una nota de invitación a la ex presidenta para el día de su asunción como titular del PE.

Vendrá porque Tucumán es la capital del peronismo, auguró dos días después Carlos Rodríguez Marañón, vicepresidente del partido. Lo escuchaban Carlos María Torres, Amado Juri y Eduardo Posse Cuezzo, entre otros. Torres formaba parte de la Comisión de Enlace (CE), que oficiaba de nexo con la ex mandataria. Y desde esa posición, Torres pontificó: la señora de Perón viene como prenda de unidad no sólo del justicialismo sino de la nación.

Así se encuadró el contexto que preveía el peronismo local para la recepción de Isabel. Hugo Mott (ex gobernador de Catamarca) y Torres profundizaron en pormenores de la visita. Isabel le rendiría homenaje a las declaraciones de las Independencias política (1816) y económica (1947) en la jornada del 14. La presencia de la señora significa una demostración de fe en el federalismo, aseveró el catamarqueño Mott. En tanto, el 10 de diciembre, Día Universal de los Derechos Humanos, en la Casa Histórica una nutrida manifestación cantaba a juzgar, a juzgar. a los milicos que se quiere amnistiar.

En la Casa Histórica

Un enjambre de gobernadores electos esperó a Isabel en la Casa de Gobierno. En el salón de la jura del edificio patrio, ella reivindicó a la justicialista como una doctrina nacional, cristiana al servicio del hombre de carne y hueso. Muy cerca de ella estuvo Riera, que fue el eje convocante de sus pares provinciales.

Isabel calificó de ciudad histórica de la patria a San Miguel de Tucumán.

La ex presidenta reivindicó asimismo el apoyo de la población a Belgrano en 1812, que hizo posible la consagración de la independencia política en 1816.

Perón declaró la independencia económica (en 1947), planteó, y destacó que lo hizo recorriendo el mismo camino que los próceres de 1816.

La ex jefa de estado permaneció apenas 12 horas en esta capital. Los gobernadores, entre ellos Carlos Menem, le expresaron sus pareceres acerca del rumbo de la república.

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