MANOS VACIAS. Atlético tuvo todo para llevarse la victoria pero se volvió con una dolorosa derrota. ESPECIAL PARA LA GACETA / FOTO DE MATIAS ESCALERO NAPOLI
Atlético dejó escapar una buena chance de seguir de cerca a Lanús: en parte, porque fue inefectivo en defensa y ataque, y también porque el árbitro Espinoza fue un rival más que no lo dejó mover y lo castigó demasiado.