06 Enero 2016 Seguir en 
S.A.P. tiene 14 años y perdió el ojo derecho en un tiroteo en Villa 9 de Julio. El adolescente estuvo internado en estado crítico en el Hospital de Niños, pero la semana pasada se recuperó de la grave herida que sufrió y fue dado de alta. Ayer, la Policía corroboró que la víctima es integrante de una de las familias vinculadas con la venta de drogas en ese barrio de la capital y alertó que la disputa por el territorio entre estos supuestos clanes narcos puede generar nuevos enfrentamientos en esa zona de la ciudad.
El tiroteo en el que fue herido el menor sucedió el pasado 26 de diciembre en López y Planes al 500 donde, según fuentes judiciales, el denominado Clan Toro mantiene una disputa con integrantes de la familia Carrión.
Según la Policía, ese día ambas familias se enfrentaron a tiros. En esa balacera S.A.P. recibió el disparo que lo dejó tuerto. Tras ese violento episodio, en el que también resultó herido otro adolescente, ambos grupos volvieron a enfrentarse en la madrugada del viernes pasado.
Fuentes policiales informaron que en esa segunda balacera no hubo heridos y que un grupo de Infantería tuvo que intervenir para evitar que la disputa continúe. “Estas familias viven en la misma cuadra. Eso es lo que provoca que en cualquier momento haya enfrentamientos. Cuando nos ordenan cumplir con alguna medida judicial siempre tenemos que trabajar con apoyo porque hasta los vecinos nos reciben a pedradas”, explicó una fuente policial.
LA GACETA intentó entrevistar ayer en Villa 9 de Julio a los familiares del menor que quedó tuerto, pero estos prefirieron no hacer declaraciones.
El otro adolescente que fue herido el 26 de diciembre tiene 17 años y ese día fue internado de urgencia en el Hospital Centro de Salud. Tenía heridas de bala en el abdomen, en el tórax y en la pierna izquierda. Ninguna de las lesiones que sufrió eran de consideración y fue dado de alta a los pocos días, dijeron fuentes del nosocomio.
Temor en el barrio
El tiroteo de la noche de Año Nuevo, de acuerdo con las fuentes consultadas, fue una represalia por la pelea en la que S.A.P. perdió un ojo.
Los vecinos de las inmediaciones de López y Planes al 500 temen ser víctimas de los cruces entre estos presuntos clanes narco. Fuentes judiciales explicaron que este temor es la causa de que la Justicia pueda avanzar en contra de estos grupos delictivos. “Nadie quiere declarar; ni como testigo de identidad reservada”, dijeron.
Un menor sin un ojo y otro con tres heridas de bala es el saldo que, hasta ahora, causó esta disputa que parece no tener fin.
El tiroteo en el que fue herido el menor sucedió el pasado 26 de diciembre en López y Planes al 500 donde, según fuentes judiciales, el denominado Clan Toro mantiene una disputa con integrantes de la familia Carrión.
Según la Policía, ese día ambas familias se enfrentaron a tiros. En esa balacera S.A.P. recibió el disparo que lo dejó tuerto. Tras ese violento episodio, en el que también resultó herido otro adolescente, ambos grupos volvieron a enfrentarse en la madrugada del viernes pasado.
Fuentes policiales informaron que en esa segunda balacera no hubo heridos y que un grupo de Infantería tuvo que intervenir para evitar que la disputa continúe. “Estas familias viven en la misma cuadra. Eso es lo que provoca que en cualquier momento haya enfrentamientos. Cuando nos ordenan cumplir con alguna medida judicial siempre tenemos que trabajar con apoyo porque hasta los vecinos nos reciben a pedradas”, explicó una fuente policial.
LA GACETA intentó entrevistar ayer en Villa 9 de Julio a los familiares del menor que quedó tuerto, pero estos prefirieron no hacer declaraciones.
El otro adolescente que fue herido el 26 de diciembre tiene 17 años y ese día fue internado de urgencia en el Hospital Centro de Salud. Tenía heridas de bala en el abdomen, en el tórax y en la pierna izquierda. Ninguna de las lesiones que sufrió eran de consideración y fue dado de alta a los pocos días, dijeron fuentes del nosocomio.
Temor en el barrio
El tiroteo de la noche de Año Nuevo, de acuerdo con las fuentes consultadas, fue una represalia por la pelea en la que S.A.P. perdió un ojo.
Los vecinos de las inmediaciones de López y Planes al 500 temen ser víctimas de los cruces entre estos presuntos clanes narco. Fuentes judiciales explicaron que este temor es la causa de que la Justicia pueda avanzar en contra de estos grupos delictivos. “Nadie quiere declarar; ni como testigo de identidad reservada”, dijeron.
Un menor sin un ojo y otro con tres heridas de bala es el saldo que, hasta ahora, causó esta disputa que parece no tener fin.
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