Otra vez, Loeb vs. Hirvonen

El duelo del WRC los dejó marcados

LE QUEDA BIEN. La estampa del ex múltiple campeón del mundo de rally queda a la medida justa en el Peugeot 2008.     foto de news.peugeot.fr/ LE QUEDA BIEN. La estampa del ex múltiple campeón del mundo de rally queda a la medida justa en el Peugeot 2008. foto de news.peugeot.fr/
28 Diciembre 2015
La silla que se lleve a las zonas de espectadores habrá que estaquearla con fuerza debajo de la sombrilla para que el sol sea sólo un detalle que forme parte del show. La altísima temperatura o cualquier lluvia estarán bien justificadas si se las sufre. Nada puede impedir ser testigos de la batalla entre Sébastien Loeb y Mikko Hirvonen. El francés y el finlandés debutarán en el Rally Dakar 2016 y si la historia que protagonizaron en el Campeonato Mundial de Rally se repite en la carrera más exigente del mundo, bien puede comenzar una era identificada por otro duelo entre ambos. Todo comenzará a develarse desde el 3 de enero, cuando empiecen los tramos de competencia.

Para resumir de modo universalmente comprensible la puja, es necesario apuntar que Hirvonen fue cuatro veces subcampeón del mundo porque le tocó correr en la misma década del mejor piloto de rally de la historia. La misma mala suerte tuvieron todos los que se subieron a un auto de rally entre 2004 y 2012, tiempo en el que Loeb sumó nueve títulos mundiales, 78 triunfos, 116 podios y 900 victorias en tramos.

Números distintos

Hirvonen no estuvo ni cerca de equiparar la batalla con el galo porque no tienen punto de comparación sus 15 victorias y 68 podios, que apenas le sirvieron para esos cuatro subcampeonatos. Pero ahora todo será diferente para los experimentados corredores. Las estrategias cambiarán drásticamente porque la previsibilidad que tenían en el rally de rutas y caminos, será reemplazada por la exigencia de lo imprevisible de sendas y huellas. La hoja de ruta apenas será referencial y su éxito dependerá del olfato intuitivo de quienes van en el vehículo.

Las altas velocidades no serán constantes y la habilidad de las manos no será tan crucial como la resistencia de los brazos en las dunas o en los lechos de ríos pedregosos. Ni hablar de lo que afrontará el físico de los corredores; será inédito.

Es cierto que Hirvonen y Loeb están acostumbrados a afrontar cientos de kilómetros en un mismo día y en condiciones climáticas de todo tipo. Lo que hay que ver es si soportan que la situación de carrera que ellos vivían un fin de semana cada mes en el rally mundial, se repita todos los días durante 13 jornadas en el Dakar.

Hacen frente

Ambos son conscientes del gran cambio de una modalidad a otra. “En el Rally Mundial se sabe casi con seguridad qué va a pasar. En el Dakar no se sabe qué hay detrás de una duna o de un viraje”, explicó el finlandés. “Para mí, lo que no es habitual es el ritmo de las notas del libro de ruta, hay muchas menos. Uno mismo tiene que descubrir la ruta, lo que no sucede en el rally. Aquí hay improvisación”, analizó Loeb sobre la nueva experiencia.

Los dos también son cautos con respecto a sus metas. Si los fanáticos se llevan por sus declaraciones, quizás podrían pisar un poco el freno y disminuir las emociones que provoca el reencuentro de los dos apellidos. Tanto Loeb como Hirvonen encaran algo desconocido por lo que la conquista de los puestos de vanguardia la ven muy lejana. “Sé que no puedo correr al ciento por ciento. Voy a tener que encontrar un equilibrio entre velocidad y razón”, anticipó el finlandés, que piloteará uno de los 12 Mini de la armada oficial BMW.

Loeb, que irá a bordo de un Peugeot 2008, tiene el triunfo entre sus deseos, pero no en el futuro inmediato. “Lo cierto es que mi objetivo es ganar un día el Dakar. Voy a trabajar mucho para ello y veremos…”. Claro, de seguro veremos otro capítulo de viejos conocidos que esta vez irán a una batalla totalmente diferente.

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