El Cadillal promete aventura, paseos y “noches gourmet” bajo las estrellas

Con 35° al sol, o quizás más, Laura Romero empieza sumergirse en un túnel que no es del tiempo. Es un camino cubierto por vegetación, donde ya siente menos el calor, porque ese sendero se encuentra en la yunga tucumana y en la cima del cerro Médici. La estudiante de La Cocha, que ha llegado a El Cadillal con un grupo de compañeras para celebrar su fin de estudios de la escuela de Formación Profesional, suspira ante la belleza del cerro y se cumple su primera visita al paraje turístico que en unos días inaugurará su temporada con nuevos aportes y servicios reforzados.

A la cima de Médici se llega por un complejo de aerosillas, que trepan unos 600 metros, que pueden viajar dos personas por cada unidad. “Hicimos una hermosa caminata, que la verdad es que nos sorprendió. No sabíamos que luego de las aerosillas podíamos recorrer el cerro y meternos en la selva. Y pasar parte de la mañana entre la naturaleza”, comenta Elisabeth Salazar, otra de las estudiantes, mientras se sienta en uno de los bancos resguardados por pérgolas con enredaderas con flores. Allí cerca, también hay nuevos merenderos que están ubicados a la sombra de los árboles del cerro, un mirador que deja apreciar el imponente paisaje del dique, un especie de museo a cielo abierto con las antiguas aerosillas y un restaurante próximo a inaugurarse. Todavía les queda recorrerlo.

Más abajo, sobre las aguas del dique, Sergio Wilde pilotea una lancha cerca de las costas. Cormoranes, patos y garzas se dejan ver y fotografiar por los turistas. Mientras, el empresario turístico cuenta que el nivel del agua está bajo porque se prevén fuertes lluvias, y que por este motivo hace poco surgieron del lodo unas urnas funerarias que ahora están resguardadas en el Museo Arqueológico El Cadillal (MAC), que pertenece a la comuna. Para este verano, Wilde ha reforzado su flota de embarcaciones y servicios: tiene cuatro barcos grandes (ideales para pasear en familia), 30 canoas (pueden remar unas 80 personas en simultáneo) y dos bananas con lanchas a tracción. También mantiene otros recursos como el catamarán (bautizado como “Arquímedes”), la tirolesa de 260 metros volando (el cable es todavía más largo) y las paredes de escalada.

“Tenemos servicios mixtos como uno que se sale navegando en lancha. Luego se bajan en la bahía, para continuar en canoa. Y por último hacen trekking por la reserva Aguas Chiquitas”, explica Wilde. Ese mismo servicio fue el que realizaron “Las Leonas”, el lunes 30 de noviembre, luego del segundo test match de una serie de tres amistosos previstos ante Gran Bretaña en nuestra provincia.

Gourmet

Para disfrutar de esos paseos y salir de la vorágine de la ciudad, se necesitan 20 o 25 minutos en auto hasta llegar a el Dique Celestino Gelsi. En El Cadillal el turista puede pasar el día o quedarse varias jornadas en campings o casas de alquiler. A su disposición tienen restaurantes, algunos con vista al dique, y en algunos de ellos se ofrecerán clases de cocina. Se trata de las “Noches gourmet” que organiza el Ente Tucumán Turismo. Se trata de clases de cocina en vivo a cargo de chefs tucumanos, con degustaciones.

Para quienes necesitan aventura, en El Cadillal también se puede hacer deportes acuáticos, junto a deportistas experimentados que brindan servicios privados, como canyoning (descenso de barrancos y quebradas de montaña), kayak, mountain bike, windsurf, kitesurf y pesca.

Sobre las márgenes del dique se levanta un anfiteatro de tipo “teatro griego” donde se harán otras actividades a cargo de Turismo, como espectáculos musicales a última hora de la tarde para captar el público que ya no hace playa, comentó Elena Colombres Garmendia, vicepresidenta del mencionado ente autárquico. “Este fin de semana ya estarán apostados en la playa los 30 guardavidas, que cuidarán las costas del dique. Además, sobre la playa también habrá actividades complementarias con profesionales de gimnasia. La oferta turística en El Cadillal se ha enriquecido”, agregó Colombres Garmendia.