Azconzábal: “hubo gente que se rió de mí”

Azconzábal: “hubo gente que se rió de mí”

"Vasco", DT campeón y con historias imperdibles.

UNA SOCIEDAD EXITOSA. Diego Erroz, el manager del equipo y quien peleó por la llegada del DT, posa junto a su amigo y ex compañero durante la charla de ayer con LG Deportiva, en Yerba Buena.LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI. UNA SOCIEDAD EXITOSA. Diego Erroz, el manager del equipo y quien peleó por la llegada del DT, posa junto a su amigo y ex compañero durante la charla de ayer con LG Deportiva, en Yerba Buena.LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.
10 Noviembre 2015
Perder la noción del tiempo y toparse con esa fotografía que lo tiene a él con 15 años yéndose de su casa de Junín rumbo a La Plata en busca de un futuro, derrite su imagen de hombre frío. Juan Manuel Azconzábal habla de Raúl, su padre y mentor en esta idea loca de sacrificar tanto por un premio demasiado pequeño, y le resulta casi inevitable sentirse tan cerca de él que por un momento parece querer tenerlo ya a su lado y abrazarlo. Raúl, ex futbolista profesional y DT con varios laureles en su tierra natal, fue la imagen que su hijo intentó emular desde la seriedad del trabajo bien hecho.

De su padre, hoy abuelo de Juan Ignacio y de Juan Francisco, Juan Manuel palpó y bebió el sacrificio. “Salía de la Municipalidad de Junín y se iba a trabajar para el fútbol. Hizo un esfuerzo que nos hizo muy bien a todos como familia”, agradece a viva voz quien siente el pasado como el presente, mientras esquiva esas balas llamadas lágrimas como si fuera “Pulguita” y no el marcador central de antaño.

“Vasco” asegura sentirse feliz, y que su felicidad es plena porque pudo compensar la lejanía y el sacrificio de su gente con este título de la B Nacional. “Lo primero que hice fue hablar con mi señora, Melina, y con mis hijos. Les voy a estar agradecido toda la vida. Después me comuniqué con mi viejo y charlamos. Estábamos muy felices”, revela parte de su intimidad el hombre más exitoso de la historia de Atlético.

Siendo Raúl un técnico de renombre, que llegó a comandar a Sarmiento de Junín, de un día a otro se retiró. ¿Por qué? Juan cree tener la respuesta. “Cuando yo me fui de casa mi viejo dejó de dirigir para ir a verme jugar a mí, creo. Fue mucha casualidad, pero, ¡Uf! -casi se quiebra- sí, creo que fue por eso. Cuando podía iba con mi vieja”, intenta desatarse el nudo que tiene en la garganta el DT, empapado por los gajes de un oficio que ofrece el oro y el moro en cuestión de segundos.

“El fútbol permite una exposición que cuando la situación no es favorable se hace más individualista que cuando se gana. Es un desierto o un oasis. Son las reglas del juego. Lo supe desde los seis años cuando mi papá era entrenador y lo veía dirigir en Junín”, dice, quien se reconoce algo egoísta cuando de su pasión se trata. “La vida privada es mucho más importante que la laboral, pero reconozco cierto egoísmo necesario en nuestra profesión”, confiesa y regala otra anécdota sin fecha de vencimiento. “Cuando vine como jugador y dije que quería ascender, hubo gente del club que se rió de mí, y quizás ahora cuando vine como técnico pensaban que conmigo el ascenso iba a ser imposible. Torcí el brazo dos veces”. Ahora sí, en sus palabras hubo melodía de contraataque, aunque aclara: “Nadie de la directiva me lo dijo. Cuando ellos eligen un entrenador es porque todos estuvieron de acuerdo”.

Si hubiera que ir a la guerra hoy mismo, “Vasco” buscaría a sus hombres y pediría formar un pelotón de elite, sin dudarlo. “El primer día de pretemporada pedí 18 jugadores que dejen la vida dentro de la cancha... y llegamos a tener 25. Todo esto es mérito de ellos. Estoy orgulloso”.

“Y si tengo que destacar algo de este plantel es el compromiso del compañero por el otro dentro del campo de juego. No sé si son todos amigos ni tampoco me interesa. En los entrenamientos y en la cancha yo vi que se defendieron de la mejor manera”, agrega.

¿Sigue?

La pregunta del millón no es otra que si Azconzábal tiene ganas de asumir el desafío o no después de diciembre. “Atlético necesita rápidamente acomodarse. Ya estuvo una vez en Primera y no estuvo preparado. Entonces, no se puede perder tiempo. Habrá que ver si hay coincidencia entre las partes y, también, hay que ver si Atlético quiere que nosotros continuemos y de qué manera. Primera es muy diferente a la B Nacional”.

Y así, luego de la tormenta emocional, “Vasco” vuelve a su eje, al partido del sábado con Boca Unidos. “Los 18 que vayan tienen que tirarse de cabeza, si es necesario, por Atlético”.

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