10 Noviembre 2015
ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
Los intentos de Ema Hortensia Gómez para cumplir prisión domiciliaria volvieron a ser infructuosos. La Cámara Penal ordenó a la Dirección de Institutos Penales que en 20 días acondicione la cárcel de Mujeres para que la condenada por el crimen del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz pueda sobrellevar su embarazo y, posteriormente, criar a su hijo en los primeros años de vida.
La decisión del tribunal fue tomada luego de una serie de audiencias, que incluyeron una visita a las instalaciones del Centro de Rehabilitación Santa Ester (cárcel de Mujeres) en Banda del Río Salí. Gómez se encuentra internada en el hospital del Este, ya que le diagnosticaron diabetes gestacional, informó el fiscal de Cámara Carlos Sale.
Aráoz fue asesinado el 26 de noviembre de 2004 en su casa de Yerba Buena. El policía Darío Pérez fue condenado por la Corte Suprema por el homicidio, pero se encuentra prófugo. Ema Gómez había sido condenada en 2011 a 13 años de prisión, pero el máximo tribunal de la provincia cambió la calificación legal a homicidio agravado, y el 14 de octubre le impusieron una pena de prisión perpetua.
Hasta la última condena, la mujer estaba bajo el régimen de prisión domiciliaria, ya que fue madre hace dos años y ahora se encuentra embarazada. Pero los jueces Elisa Molina, Carlos Caramutti y Alfonso Zóttoli ordenaron que sea alojada en la cárcel de Mujeres.
Sucede que según habían denunciado el fiscal y los abogados de la familia del juez, Gómez violaba las condiciones de la prisión domiciliaria, que debía cumplir en la casa de su padre en Bella Vista.
Nuevo pedido
El defensor oficial Guillermo González pidió que se revierta el cese de la prisión domiciliaria, argumentando que Gómez padecía de placenta previa durante su embarazo. Pero este diagnóstico, explicó el fiscal Sale, fue desechado por los médicos.
Sin embargo, la mujer tuvo que ser internada en el hospital del Este por diabetes gestacional. González insistió con su pedido para la prisión domiciliaria. Entre otras soluciones, propuso que se permita a la mujer su alojamiento en la vivienda de su actual pareja en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) con una custodia permanente.
El fiscal de Cámara se opuso a esta posibilidad, y entre otros motivos adujo que el policía que tuviera que permanecer constantemente en ese barrio, podía sufrir agresiones por la zona en la que debía cumplir sus tareas. Otra alternativa que se propuso fue la de colocarle una “pulsera electrónica” para controlar que no se alejara de la vivienda, pero este sistema no se encuentra vigente en Tucumán.
Los jueces, finalmente, establecieron dos plazos al director de Institutos Penales Guillermo Snaider: tendrán 20 días para acondicionar un lugar para embarazadas, y 45 días más para adaptar un sector para cuando Gómez de a luz.
La decisión del tribunal fue tomada luego de una serie de audiencias, que incluyeron una visita a las instalaciones del Centro de Rehabilitación Santa Ester (cárcel de Mujeres) en Banda del Río Salí. Gómez se encuentra internada en el hospital del Este, ya que le diagnosticaron diabetes gestacional, informó el fiscal de Cámara Carlos Sale.
Aráoz fue asesinado el 26 de noviembre de 2004 en su casa de Yerba Buena. El policía Darío Pérez fue condenado por la Corte Suprema por el homicidio, pero se encuentra prófugo. Ema Gómez había sido condenada en 2011 a 13 años de prisión, pero el máximo tribunal de la provincia cambió la calificación legal a homicidio agravado, y el 14 de octubre le impusieron una pena de prisión perpetua.
Hasta la última condena, la mujer estaba bajo el régimen de prisión domiciliaria, ya que fue madre hace dos años y ahora se encuentra embarazada. Pero los jueces Elisa Molina, Carlos Caramutti y Alfonso Zóttoli ordenaron que sea alojada en la cárcel de Mujeres.
Sucede que según habían denunciado el fiscal y los abogados de la familia del juez, Gómez violaba las condiciones de la prisión domiciliaria, que debía cumplir en la casa de su padre en Bella Vista.
Nuevo pedido
El defensor oficial Guillermo González pidió que se revierta el cese de la prisión domiciliaria, argumentando que Gómez padecía de placenta previa durante su embarazo. Pero este diagnóstico, explicó el fiscal Sale, fue desechado por los médicos.
Sin embargo, la mujer tuvo que ser internada en el hospital del Este por diabetes gestacional. González insistió con su pedido para la prisión domiciliaria. Entre otras soluciones, propuso que se permita a la mujer su alojamiento en la vivienda de su actual pareja en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”) con una custodia permanente.
El fiscal de Cámara se opuso a esta posibilidad, y entre otros motivos adujo que el policía que tuviera que permanecer constantemente en ese barrio, podía sufrir agresiones por la zona en la que debía cumplir sus tareas. Otra alternativa que se propuso fue la de colocarle una “pulsera electrónica” para controlar que no se alejara de la vivienda, pero este sistema no se encuentra vigente en Tucumán.
Los jueces, finalmente, establecieron dos plazos al director de Institutos Penales Guillermo Snaider: tendrán 20 días para acondicionar un lugar para embarazadas, y 45 días más para adaptar un sector para cuando Gómez de a luz.
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