Los Pumas van por el último zarpazo

Los Pumas van por el último zarpazo

Los argentinos se despiden frente a Sudáfrica, con la intención de igualar el podio de 2007.

LA DESPEDIDA. El tucumano Sánchez, hoy capitán, junto a Santiago González Iglesias, que estará entre los suplentes. reuters LA DESPEDIDA. El tucumano Sánchez, hoy capitán, junto a Santiago González Iglesias, que estará entre los suplentes. reuters
30 Octubre 2015
LONDRES.- Del partido por el tercer puesto se suele decir que es “el que nadie quiere jugar”. Con el objetivo principal fuera de alcance, muchos consideran un desperdicio someter el físico - ya a estas alturas bastante deteriorado- a una nueva batalla.

No es el caso de Los Pumas. Está claro que una eventual medalla de bronce no logrará borrar la frustración de haber quedado fuera de la final de mañana, pero tampoco es que les da lo mismo terminar terceros que cuartos. En cualquier caso habrán redondeado un gran Mundial, pero despedirse en el podio les permitirá igualar el mejor registro argentino en un Mundial: el bronce de 2007. “Fue duro perder la semifinal, pero hay que mentalizarnos en este partido. Está la posibilidad de conseguir una medalla, algo que para nosotros sería muy importante”, confirmó Nicolás Sánchez, sobre el choque de hoy a las 17 (televisarán Canal 7, ESPN+ y ESPN 2). El tucumano tendrá la responsabilidad de llevar la cinta de capitán ante la ausencia de Agustín Creevy, afectado por un desgarro. Será la segunda vez que un tucumano sea capitán de Los Pumas en un Mundial, luego de que Pablo Garretón lo fuera en 1991, también en Inglaterra.

La rispidez del choque frente a Australia dejó a Daniel Hourcade con la obligación de introducir varios cambios por lesión para afrontar un duelo que se presume aún más áspero, por tratarse de los Boks. A las bajas de Creevy, Juan Martín Hernández, Juan Imhoff y Joaquín Tuculet ayer se le sumó la de Marcos Ayerza (desgarro en el isquiotibial de la pierna derecha). El salteño Juan Figallo lo reemplazará como titular; Santiago García Botta viajó para cubrir la baja.

Los sudafricanos también tienen sus razones para querer ganar. Primero, porque ya han incumplido el deber de ser finalistas que le impone su historia; segundo, porque una tercera derrota en el Mundial no haría más que profundizar una herida abierta ya desde ese último lugar en el Championship de este año y la derrota a manos de Los Pumas en Durban. Mientras Argentina busca igualar su mejor recuerdo, Sudáfrica solo apunta a evitar el escarnio. (Especial)

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