22 Octubre 2015
BUENA NUEVA. El espejo de agua fue recuperado en menos de dos meses.
En menos de dos meses, el lago San Miguel del parque 9 de Julio no sólo recuperó su imagen, sino que se llenó de vida gracias al esfuerzo conjunto de la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad, el grupo de Clubes de Pescadores Unidos y la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia.
Tanto en septiembre como a principios de este mes, LA GACETA había mostrado el estado de abandono que presentaba el espejo de agua; había poca agua y la basura aparecía por doquier. Pero eso ha cambiado. La repartición municipal reparó la bomba y comenzó a llenarlo nuevamente. Los deportistas, por su parte, habían decidido hacer una profunda limpieza este sábado. Pero varias reparticiones municipales se adelantaron y eliminaron los desperdicios. Ante este panorama, Clubes de Pescadores Unidos decidió colaborar de otra manera. Hicieron gestiones ante Flora y Fauna y, con autorización de su titular, Carlos Riviere, lograron que les entreguen 30.000 alevinos de pejerreyes que fueron sembrados ayer en el San Miguel. Los ejemplares liberados son los que se están reproduciendo de manera artificial en la Estación de Piscicultura de El Cadillal.
“Esta es una muestra de cómo se deben hacer las cosas. Particulares, sin ningún otro afán que colaborar, se unieron con el Estado y consiguieron resultados en muy poco tiempo”, explicó Diego Lobo, referente de Pescadores Unidos, grupo que también cuenta con el apoyo de los kayaqueros, de distintos clubes de pesca y de la Escuelita de Mountain Bike.
Lobo insistió: “Espacios Verdes hizo un gran trabajo y nosotros queremos ayudarlo. No queremos confrontar, sino hacerles ver que trabajando en conjunto se hacen mejor las cosas”.
Fernando Juri Debo, que actuó de nexo entre los pescadores y las autoridades, destacó la buena predisposición de ambas partes. “Aquí hay una realidad. La Municipalidad facilitó el personal y maquinaria, mientras que los deportistas hicieron hasta lo imposible para poder llevar los pejerreyes al espejo”, opinó. Pescadores Unidos, con el apoyo de Espacios Verdes, realizará campañas de concientización entre las personas que visitan el lago para que lo cuiden.
Tanto en septiembre como a principios de este mes, LA GACETA había mostrado el estado de abandono que presentaba el espejo de agua; había poca agua y la basura aparecía por doquier. Pero eso ha cambiado. La repartición municipal reparó la bomba y comenzó a llenarlo nuevamente. Los deportistas, por su parte, habían decidido hacer una profunda limpieza este sábado. Pero varias reparticiones municipales se adelantaron y eliminaron los desperdicios. Ante este panorama, Clubes de Pescadores Unidos decidió colaborar de otra manera. Hicieron gestiones ante Flora y Fauna y, con autorización de su titular, Carlos Riviere, lograron que les entreguen 30.000 alevinos de pejerreyes que fueron sembrados ayer en el San Miguel. Los ejemplares liberados son los que se están reproduciendo de manera artificial en la Estación de Piscicultura de El Cadillal.
“Esta es una muestra de cómo se deben hacer las cosas. Particulares, sin ningún otro afán que colaborar, se unieron con el Estado y consiguieron resultados en muy poco tiempo”, explicó Diego Lobo, referente de Pescadores Unidos, grupo que también cuenta con el apoyo de los kayaqueros, de distintos clubes de pesca y de la Escuelita de Mountain Bike.
Lobo insistió: “Espacios Verdes hizo un gran trabajo y nosotros queremos ayudarlo. No queremos confrontar, sino hacerles ver que trabajando en conjunto se hacen mejor las cosas”.
Fernando Juri Debo, que actuó de nexo entre los pescadores y las autoridades, destacó la buena predisposición de ambas partes. “Aquí hay una realidad. La Municipalidad facilitó el personal y maquinaria, mientras que los deportistas hicieron hasta lo imposible para poder llevar los pejerreyes al espejo”, opinó. Pescadores Unidos, con el apoyo de Espacios Verdes, realizará campañas de concientización entre las personas que visitan el lago para que lo cuiden.
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