Atribuyen un milagro al Papa Francisco

Una familia asegura que su bebe se recuperó una grave dolencia cardíaca, tras un beso que le dio el sumo pontífice. Video.

POSIBLE MILAGRO. Momento en que Francisco besa a la pequeña Ave. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM POSIBLE MILAGRO. Momento en que Francisco besa a la pequeña Ave. FOTO TOMADA DE MINUTOUNO.COM
30 Septiembre 2015
Una familia estadounidense reconoció que, tras el beso del Papa Francisco a su pequeña bebé con síndrome de down, la niña se recuperó una grave dolencia cardíaca. Los médicos no encuentran explicación a la mejora.

Lynn y Scott Cassidy, oriundos de la ciudad norteamericana de Phoenix, viajaron durante las Pascuas a la Santa Sede, para "mostrar a sus hijos las tradiciones católicas en otras partes del mundo".

La familia norteamericana coincidió con la canonización de Juan Pablo II en Roma, en el mismo instante que fueron a la plaza San Pedro. Con la ayuda de uno de los miembros de seguridad del Vaticano, la niña terminó en los brazos de Francisco, quien la besó.

Ave, la niña que nació con síndrome de Down y sufre problemas de visión y de oídos, tenía un defecto congénito en el músculo cardíaco, en donde además se le detectaron dos agujeros.

Tras lo sucedido, la familia dijo que el beso del Sumo Pontifice hizo desaparecer dos pequeños agujeros en el corazón de su hija. "Los médicos no hablan de milagros", dijo Scott.

"Incluso si son creyentes no mencionan esta palabra", agregó el padre, que subrayó que no sabe cómo llamar de otra manera el hecho de que el daño cardiológico desapareciera casi por completo después del beso del Papa.

La sangre de San Genaro

En marzo de este año, cuando el Papa francisco se encontraba venerando las reliquias de San Genaro, en Nápoles, la sangre coagulada del santo patrono de la ciudad se licuó completamente. Normalmente, esta sangre se encuentra totalmente seca, en el interior de la ampolla de vidrio que la preserva, pero en esta ocasión, cuando el papa besó la reliquia, la sangre comenzó a tornarse líquida.

El cardenal napolitano Crescenzio Sepe no duda en afirmar que el evento constituye un verdadero 'milagro', si se considera que esto no ocurrió con las visitas de anteriores papas, como San Juan Pablo II, o el emérito Benedicto XVI. "Es la señal de que San Genaro ama a Francisco", señaló el cardenal. De hecho, este fenómeno no se daba en presencia de un papa desde 1848.

Luego de que Francisco tomara la reliquia y la sangre medianamente comenzara a licuarse, el papa interpretó que "el santo nos quiere sólo a medias [...] tenemos que convertirnos del todo". No obstante, tan pronto profirió estas palabras, la sangre terminó de licuarse completamente.

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