28 Septiembre 2015 Seguir en 

LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

La Luna acaparó anoche todas las miradas. El esperado eclipse, que convirtió al satélite en una sorprendente “bola de sangre”, fue seguido a simple vista por los tucumanos, hechizados por el misterio y la hermosura del fenómeno.
El eclipse, que comenzó pasadas las 22, pasó por distintos estadios. Primero ingresó en la “umbra”, la parte central del cono de sombra terrestre, y luego fue avanzando hasta que el astro tomó color rojo. Se trata del primer eclipse superlunar desde 1982, y no se podrá disfrutar de otro fenómeno igual hasta 2033.

El fenómeno tuvo la particularidad de que se produjo muy cerca del momento del perigeo, es decir en su punto más cercano a la Tierra.