No faltan quienes consideran a “Vikings” una hermanita pobre de “Games of thrones”. Será por el tono épico, por los enredos políticos y de sábanas, o por la carnadura de algunos personajes. Lo conveniente en estos casos es mirar las cosas desde una perspectiva diferente y preguntarse cuánto tomó George R. R. Martin de las sagas nórdicas para nutrir sus siete reinos. Ya lo había hecho Tolkien para construir “El señor de los anillos”. La pregunta entonces es cuánto hay de Ragnar Lothbrok en los héroes de Martin, y no al revés. “Vikings”, a fin de cuentas, le debe su existencia al trabajo de los historiadores.
Los barcos ponen proa rumbo a París en la cuarta temporada de la serie producida por el History Channel. Las huestes de Ragnar Lothbrok hicieron de las suyas en los antiguos reinos británicos -recordemos que estamos en el siglo VIII- y ahora se proponen saquear la apetitosa y emergente Ciudad Luz. El rey es un cobarde, pero su hija es una cruzada de armas llevar.
A esta altura, con 39 capítulos en las alforjas, la serie consolidó una narrativa contundente. La vida de Ragnar Lothbrok, campesino convertido en rey, es el eje del relato. Un monje cristiano, Athelstan, será la cuña entre Ragnar y la fe de su pueblo en Odin, Thor y el resto de los dioses del panteón nórdico. El choque de culturas y de religiones es uno de los tópicos de “Vikings”, en cuyo mundo conviven sacrificios humanos y taumaturgos propios de la antigüedad con las incipientes corrientes de pensamiento de la Edad Media,
La serie es pródiga en batallas, invasiones, intrigas familiares, traiciones y sexo. Desde ese lugar puede aceptarse cierto parentesco con “Game of thrones”. Como a cualquier mortal, a los vikingos los movilizaba el placer y la conquista del poder. Hedonistas en la nieve.
El rol de la mujer en la sociedad vikinga está subrayado. Peleaban al lado de los hombres y participaban en la toma de decisiones, así que de personajes femeninos fuertes está salpicado el relato, La principal es Lagertha (Katheryn Winnick), primera esposa de Ragnar y madre de su hijo y heredero, Bjorn (Alexander Ludwig).
Travis Fimmel cambió las publicidades de calzoncillos por la implacable espada de Ragnar Lothbrok. La serie hizo de él una estrella. En esta temporada, más que nunca, deberá cuidarse de su hermano, Rollo (Clive Standen), y del impredecible Floki (Gustaf Skarsgård). Spoiler: a dos de los personajes centrales los espera la muerte. En el mundo vikingo no hay que confiar en nadie.
Los barcos ponen proa rumbo a París en la cuarta temporada de la serie producida por el History Channel. Las huestes de Ragnar Lothbrok hicieron de las suyas en los antiguos reinos británicos -recordemos que estamos en el siglo VIII- y ahora se proponen saquear la apetitosa y emergente Ciudad Luz. El rey es un cobarde, pero su hija es una cruzada de armas llevar.
A esta altura, con 39 capítulos en las alforjas, la serie consolidó una narrativa contundente. La vida de Ragnar Lothbrok, campesino convertido en rey, es el eje del relato. Un monje cristiano, Athelstan, será la cuña entre Ragnar y la fe de su pueblo en Odin, Thor y el resto de los dioses del panteón nórdico. El choque de culturas y de religiones es uno de los tópicos de “Vikings”, en cuyo mundo conviven sacrificios humanos y taumaturgos propios de la antigüedad con las incipientes corrientes de pensamiento de la Edad Media,
La serie es pródiga en batallas, invasiones, intrigas familiares, traiciones y sexo. Desde ese lugar puede aceptarse cierto parentesco con “Game of thrones”. Como a cualquier mortal, a los vikingos los movilizaba el placer y la conquista del poder. Hedonistas en la nieve.
El rol de la mujer en la sociedad vikinga está subrayado. Peleaban al lado de los hombres y participaban en la toma de decisiones, así que de personajes femeninos fuertes está salpicado el relato, La principal es Lagertha (Katheryn Winnick), primera esposa de Ragnar y madre de su hijo y heredero, Bjorn (Alexander Ludwig).
Travis Fimmel cambió las publicidades de calzoncillos por la implacable espada de Ragnar Lothbrok. La serie hizo de él una estrella. En esta temporada, más que nunca, deberá cuidarse de su hermano, Rollo (Clive Standen), y del impredecible Floki (Gustaf Skarsgård). Spoiler: a dos de los personajes centrales los espera la muerte. En el mundo vikingo no hay que confiar en nadie.
Lo más popular








