Según Gandur, la importancia de las cámaras es secundaria

Según Gandur, la importancia de las cámaras es secundaria

Aseguró que Gendarmería vigila las urnas El titular de la Junta Electoral, relativizó las fallas en el sistema visual de control de las urnas. En tanto, el secretario se defendió de las acusaciones formuladas por el Acuerdo para el Bicentenario

DOS CONTROLES. Gendarmes vigilan la Junta; sobre ellos hay una cámara. la gaceta / foto de analía jaramillo DOS CONTROLES. Gendarmes vigilan la Junta; sobre ellos hay una cámara. la gaceta / foto de analía jaramillo
12 Septiembre 2015
El sistema de vigilancia de cámaras de la Junta Electoral Provincial (JEP) tuvo numerosas -y quizás insalvables- fallas al momento de registrar la custodia de las urnas, en la sede de calle Mendoza 1.050. Sin embargo, Antonio Gandur, presidente del órgano encarado del control de los comicios, no está alarmado por la chance de que los archivos de video no puedan ser recuperados.

En diálogo con LA GACETA, el titular de la JEP aseguró que personal de Gendarmería nacional está a cargo de garantizar la cadena de custodia de los sufragios, con la supervisión de empleados jerárquicos de la Junta. Además, relativizó la importancia de los equipos de filmación. “Se trata de un factor secundario. El control primario está dado por los señores oficiales y suboficiales de Gendarmería, que trasladan las urnas, las reciben junto con nuestro empleado (en la sede de la Junta); este empleado jerárquico abre la oficina (donde están depositadas las cajas de cartón) y guarda la llave”, expresó Gandur, quien preside la JEP por ser titular de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT). Y consideró que los equipos de video aportan “un control estático”. “Es, digamos, para sobreabundar, pero nunca jamás se puede trastocar el orden: el control primario lo tiene Gendarmería. Creo que se está abusando de un adicional de un servicio que no tiene ninguna relevancia propia, agregó Gandur.

Desligó luego a la Junta Electoral Provincial de la contratación de la empresa Info FOJ, radicada en Santiago del Estero y perteneciente a un joven de 30 años, Francisco Omar Jiménez. “Eso es un contrato exclusivo que hizo Gendarmería nacional”, detalló Gandur.

Evitó dar una opinión sobre ese fallido servicio, que reavivó las denuncias de presunto fraude por parte de los opositores José Cano y Domingo Amaya, del Acuerdo para el Bicentenario. “La verdad, desconocemos todo. No digo recién, pero hará tres o cuatro días que nos comunicaron que algunas grabaciones no estaban correctas, que podrían tener defectos por las bajas (de tensión)”, señaló el funcionario judicial, que integra la JEP junto a la fiscal Ana María Rosa Paz (representante del Ministerio Público Fiscal). Agregó que, al instante, pusieron en conocimiento de “este incumplimiento parcial” a diferentes organismos: la Justicia federal, la delegación NOA del Ministerio de Seguridad de la Nación, la sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo (donde se tramitan las denuncias de presunto fraude de la oposición) y a los medios de prensa. “En esto no hay ningún ocultamiento”, indicó.

A partir de las denuncias del Acuerdo para el Bicentenario, la Justicia provincial requirió informes a la Junta Electoral sobre los sistemas de vigilancia en la sede de calle Mendoza 1.050. La intención de los opositores era constatar las versiones de que allí habían llegado urnas abiertas el 24 de agosto, día posterior a los comicios. El empresario santiagueño Jiménez, dueño de la firma contratada para instalar los equipos, reveló que los discos rígidos presentaban daños y que muchos de los archivos de video eran irrecuperables. El joven argumentó en una entrevista con LA GACETA que su responsabilidad era sólo la de colocar las cámaras, y no la vigilancia ni el mantenimiento. Por la venta de ocho filmadoras y la mano de obra facturó unos $ 17.000.

Gandur, más allá de las graves denuncias de Cano, relativizó la importancia de las cámaras de seguridad, y en cambio ponderó la presencia en el lugar de los gendarmes y empleados de la JEP.

Además, tras una consulta de este diario, se refirió a un hecho protagonizado por un joven -su identidad se mantiene en reserva- que había sido contratado por el Correo Argentino y, el día del traslado de las urnas, subió a Facebook fotos asegurando que habían llegado cajas abiertas y que había una supuesta falta de controles. “Gendarmería nacional nos informó que se trataba de un empleado del Correo que se retiró inmediatamente, porque no sé qué conducta estaba teniendo. Todo es al decir de él (por el joven), pero nada de eso es cierto. Cómo será que está todo conservado por la cadena de custodia que hasta hoy estamos haciendo el escrutinio definitivo con la conformidad de los partidos políticos, y en los casos en que se solicita la apertura de urnas lo hacemos, y están todos los registros de electores. Están todas las garantías”, manifestó Gandur.

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